/ sábado 2 de enero de 2016

¿Por qué baja el precio de la gasolina? / Horizonte Económico / Luis G. Álvarez Tostado Valdivia

Hace poco, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, nos sorprendió con una noticia que nunca esperábamos, ya que desde que tengo uso de razón, el que los precios públicos bajen es muy difícil, pues es parte del financiamiento del Gobierno federal. En una situación financiera tan delicada para 2016, intentaremos desglosar qué hay detrás de la disminución del precio de la gasolina, que es más importante que la misma recaudación a través de este combustible.

Definiremos cuál es la nueva política en cuanto al precio de la gasolina, para luego explicar el por qué de la baja del precio y al final indicaremos cuál será la tendencia de esta política económica implementada por el Gobierno de Peña Nieto.

Entra en 2016 un nuevo régimen de los impuestos a los combustibles automotrices, incluidos en el llamado Impuesto sobre Producción y Servicios (IEPS), donde a partir de un precio máximo se tiene una fluctuación entre un +3 y un -3 por ciento. En nuestro país el impuesto es mucho mayor que en Estados Unidos; por ejemplo, en Texas, el Departamento de Energía definió un impuesto de 1.70 pesos por litro (en su equivalencia en dólares y galones), mientras que en nuestro país se ha manejado, por la Secretaría de Energía, un impuesto de hasta 5.40 pesos por litro. Entre otras implicaciones, Pemex venderá a siete pesos el litro de gasolina en Texas, mientras que en territorio nacional la gasolina Magna se vendió en 13.57 pesos por litro durante el mes de diciembre.

El precio máximo se define mediante la siguiente fórmula: precio de referencia, más el margen, más el IEPS, más otros conceptos. El precio de referencia es una alusión de los combustibles similares a nivel internacional. El concepto de margen incluye el costo del flete, la merma, el margen comercial, el ajuste de calidad y el costo de manejo observado en 2015. Es importante remarcar dos conceptos: la merma, que no es otra cosa que un costo unitario por todas las fugas de gasolinas que se dan; y el margen comercial, que es la ganancia por la comercialización.

Al aplicar dicha fórmula, los precios a los que se venderá en México en pesos por un litro de combustible son los siguientes: Diésel 13.77 pesos (en 2015 se vendía en 14.20, un tres por ciento menos), gasolina Premium 13.98 pesos (en 2015 se comercializaba en 14.38, lo que representa un 2.8 por ciento menos) y gasolina Magna 13.16 pesos (en 2015 se vendía en 13.57, un tres por ciento más barata). De acuerdo con lo anterior, únicamente la gasolina Premium podría bajar un poco más.

La caída en el precio internacional del petróleo es determinante para que se dé esta baja, pues afecta al precio de referencia y esto permite que disminuyan los precios de todos los combustibles fósiles a nivel internacional.

La Reforma Energética marca los siguientes tiempos: en 2015, un modelo de precios máximos en donde se dio un solo incremento en el precio al inicio del año. En 2016, acabamos de definir el método utilizado, además de que comenzarán a entrar nuevas franquicias distintas de Pemex al mercado; quizás para finales del año habrá ya algunas en operación. El 1 de enero del 2017 se abrirá la importación de todo tipo de combustibles. En 2018, la reforma estableció que habrá un mercado liberalizado de combustibles.

El inicio del proceso de liberación se comienza a ver en los bolsillos de los consumidores en 2016, con la baja en los precios de las gasolinas. Además de la inminente competencia de algunas nuevas franquicias diferente a Pemex, en 2017 habrá seguramente una mayor disminución de los precios cuando se libere la importación de gasolinas y en 2018, la apertura total del mercado libre de las gasolinas. La baja en el precio de las gasolinas es el inicio de cambios en la competencia nacional por el mercado libre de este producto.

Hay tres factores que influyen en la baja del precio de las gasolinas: un cambio en la política tributaria, una baja en los precios de los hidrocarburos a nivel internacional y la Reforma Energética.

Un cambio significativo es que antes, cuando se daban las reformas, éstas no afectaban mucho el mercado; un ejemplo de esto es cuando se vendieron los bancos, los cuales si bien han existido en una competencia más o menos razonable, los costos de los servicios nunca han disminuido de manera significativa, más bien todos los bancos reportan ganancias extraordinarias en las operaciones en nuestro país, dado que las comisiones y los márgenes por dar crédito son muy superiores que en otras latitudes del mundo.

No podemos dejar de señalar que esto también causará un desajuste en las finanzas del país, que se tendrá que reconfigurar para contar con mayores recursos a través de otros impuestos o formas de recaudar.

Ojalá que la disminución de los precios sea una constante en todo el sector energético, pues esto aumentará la productividad del país y, de manera consecuente, la competitividad, para que se vayan reflejando en los bolsillos de los mexicanos las Reformas Estructurales. gerardo_tostado@yahoo.com.mx

Sígueme en twitter@gerastostado

Hace poco, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, nos sorprendió con una noticia que nunca esperábamos, ya que desde que tengo uso de razón, el que los precios públicos bajen es muy difícil, pues es parte del financiamiento del Gobierno federal. En una situación financiera tan delicada para 2016, intentaremos desglosar qué hay detrás de la disminución del precio de la gasolina, que es más importante que la misma recaudación a través de este combustible.

Definiremos cuál es la nueva política en cuanto al precio de la gasolina, para luego explicar el por qué de la baja del precio y al final indicaremos cuál será la tendencia de esta política económica implementada por el Gobierno de Peña Nieto.

Entra en 2016 un nuevo régimen de los impuestos a los combustibles automotrices, incluidos en el llamado Impuesto sobre Producción y Servicios (IEPS), donde a partir de un precio máximo se tiene una fluctuación entre un +3 y un -3 por ciento. En nuestro país el impuesto es mucho mayor que en Estados Unidos; por ejemplo, en Texas, el Departamento de Energía definió un impuesto de 1.70 pesos por litro (en su equivalencia en dólares y galones), mientras que en nuestro país se ha manejado, por la Secretaría de Energía, un impuesto de hasta 5.40 pesos por litro. Entre otras implicaciones, Pemex venderá a siete pesos el litro de gasolina en Texas, mientras que en territorio nacional la gasolina Magna se vendió en 13.57 pesos por litro durante el mes de diciembre.

El precio máximo se define mediante la siguiente fórmula: precio de referencia, más el margen, más el IEPS, más otros conceptos. El precio de referencia es una alusión de los combustibles similares a nivel internacional. El concepto de margen incluye el costo del flete, la merma, el margen comercial, el ajuste de calidad y el costo de manejo observado en 2015. Es importante remarcar dos conceptos: la merma, que no es otra cosa que un costo unitario por todas las fugas de gasolinas que se dan; y el margen comercial, que es la ganancia por la comercialización.

Al aplicar dicha fórmula, los precios a los que se venderá en México en pesos por un litro de combustible son los siguientes: Diésel 13.77 pesos (en 2015 se vendía en 14.20, un tres por ciento menos), gasolina Premium 13.98 pesos (en 2015 se comercializaba en 14.38, lo que representa un 2.8 por ciento menos) y gasolina Magna 13.16 pesos (en 2015 se vendía en 13.57, un tres por ciento más barata). De acuerdo con lo anterior, únicamente la gasolina Premium podría bajar un poco más.

La caída en el precio internacional del petróleo es determinante para que se dé esta baja, pues afecta al precio de referencia y esto permite que disminuyan los precios de todos los combustibles fósiles a nivel internacional.

La Reforma Energética marca los siguientes tiempos: en 2015, un modelo de precios máximos en donde se dio un solo incremento en el precio al inicio del año. En 2016, acabamos de definir el método utilizado, además de que comenzarán a entrar nuevas franquicias distintas de Pemex al mercado; quizás para finales del año habrá ya algunas en operación. El 1 de enero del 2017 se abrirá la importación de todo tipo de combustibles. En 2018, la reforma estableció que habrá un mercado liberalizado de combustibles.

El inicio del proceso de liberación se comienza a ver en los bolsillos de los consumidores en 2016, con la baja en los precios de las gasolinas. Además de la inminente competencia de algunas nuevas franquicias diferente a Pemex, en 2017 habrá seguramente una mayor disminución de los precios cuando se libere la importación de gasolinas y en 2018, la apertura total del mercado libre de las gasolinas. La baja en el precio de las gasolinas es el inicio de cambios en la competencia nacional por el mercado libre de este producto.

Hay tres factores que influyen en la baja del precio de las gasolinas: un cambio en la política tributaria, una baja en los precios de los hidrocarburos a nivel internacional y la Reforma Energética.

Un cambio significativo es que antes, cuando se daban las reformas, éstas no afectaban mucho el mercado; un ejemplo de esto es cuando se vendieron los bancos, los cuales si bien han existido en una competencia más o menos razonable, los costos de los servicios nunca han disminuido de manera significativa, más bien todos los bancos reportan ganancias extraordinarias en las operaciones en nuestro país, dado que las comisiones y los márgenes por dar crédito son muy superiores que en otras latitudes del mundo.

No podemos dejar de señalar que esto también causará un desajuste en las finanzas del país, que se tendrá que reconfigurar para contar con mayores recursos a través de otros impuestos o formas de recaudar.

Ojalá que la disminución de los precios sea una constante en todo el sector energético, pues esto aumentará la productividad del país y, de manera consecuente, la competitividad, para que se vayan reflejando en los bolsillos de los mexicanos las Reformas Estructurales. gerardo_tostado@yahoo.com.mx

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