/ domingo 23 de julio de 2017

¿Qué quiere Osorio Chong en los hogares?

Cuidemos de no tener un sistema anticorrupción que sea de mentiritas, que repita el viejo dicho de la colonia, cuando llegaban las ordenanzas de indias y el virrey las refrendaba diciendo: ¡Acátese!, pero los oidores respondían: ¡Pero no se cumpla!

Arturo Núñez Jiménez, gobernador de Tabasco.

Al asemejar a la sociedad con un organismo vivo, su célula básica, responsable de alimentar, hacer que funcione y supervisar su desempeño, es la familia, organización social que al paso de las centurias ha sufrido transformaciones y que el día de hoy comprende una amplia gama de formas y de integrantes, pero que su esencia sigue siendo la misma: ser el sostén del resto del organismo.

Su importancia es primordial en cualquier aspecto que nos venga a la mente, desde el desarrollo personal de cada uno de sus integrantes, hasta el crecimiento económico de un país entero. En ese mismo sentido, si algo anda mal en el seno familiar repercute de manera negativa en el resto de la sociedad. Y eso es lo que estamos viendo hoy en día en diversas colonias no solo de la Ciudad de México, sino también del norte, sur y oeste de México: jóvenes que se drogan, forman pandillas y se dedican a robar a quien se tope en su camino, hogares fragmentados, en donde los padres poco se ocupan de sus hijos y menos aún los educan, madres que solapan que sus hijos sean delincuentes y los encubren y niñas que son madres.

Se trata de una compleja problemática que tras años de gestación, hoy ha llegado a niveles muy altos, constituyendo la primera fuente de la inseguridad que se vive en diversas ciudades.

El pasado 19 de julio, en un hecho poco visto, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, firmó un convenio con la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), encaminado a prevenir la violencia y fortalecer el tejido social desde las casas de los propios trabajadores sindicalizados.

Con ello, el secretario de Gobernación busca que la acción de gobierno llegue de manera directa y clara al lugar donde se origina el problema social que más tarde se manifiesta en las calles de las ciudades mexicanas.

Fomentar la unidad familiar, difundir la importancia de los valores y de vivir respetando las leyes, resulta una tarea titánica que una sola institución no puede hacer, por ello, este convenio se inscribe en el esfuerzo que representa el Programa Nacional de Prevención que la Secretaría de Gobernación coordina junto con otras ocho Secretarías de estado, universidades, organizaciones civiles, sindicatos y gobiernos estatales y municipales, es decir, se trata de una gran frente por la revalorización de la familia y su importancia para el bienestar social.

Se dice fácil, pero representa el mayor reto que el Estado mexicano enfrenta en su conjunto: llegar a los hogares donde los niños y jóvenes no cuentan con el apoyo moral, económico y social para salir adelante y se vuelven víctimas del pandillerismo, del abuso y de las adicciones.

De esta forma, el secretario de Gobernación busca contribuir al desarrollo de las capacidades emprendedoras de mujeres y jóvenes trabajadores, a través de procesos de capacitación para que lleven a cabo proyectos productivos que aporten al bienestar familiar y el desarrollo comunitario y con ello, promover una cultura de paz, autoestima y valores democráticos para la cohesión social y la prevención de la violencia intrafamiliar entre niños, niñas, adolescentes, jóvenes y padres de familia. camachovargas@prodigy.net.mx

Twitter: @jlcamachov

Cuidemos de no tener un sistema anticorrupción que sea de mentiritas, que repita el viejo dicho de la colonia, cuando llegaban las ordenanzas de indias y el virrey las refrendaba diciendo: ¡Acátese!, pero los oidores respondían: ¡Pero no se cumpla!

Arturo Núñez Jiménez, gobernador de Tabasco.

Al asemejar a la sociedad con un organismo vivo, su célula básica, responsable de alimentar, hacer que funcione y supervisar su desempeño, es la familia, organización social que al paso de las centurias ha sufrido transformaciones y que el día de hoy comprende una amplia gama de formas y de integrantes, pero que su esencia sigue siendo la misma: ser el sostén del resto del organismo.

Su importancia es primordial en cualquier aspecto que nos venga a la mente, desde el desarrollo personal de cada uno de sus integrantes, hasta el crecimiento económico de un país entero. En ese mismo sentido, si algo anda mal en el seno familiar repercute de manera negativa en el resto de la sociedad. Y eso es lo que estamos viendo hoy en día en diversas colonias no solo de la Ciudad de México, sino también del norte, sur y oeste de México: jóvenes que se drogan, forman pandillas y se dedican a robar a quien se tope en su camino, hogares fragmentados, en donde los padres poco se ocupan de sus hijos y menos aún los educan, madres que solapan que sus hijos sean delincuentes y los encubren y niñas que son madres.

Se trata de una compleja problemática que tras años de gestación, hoy ha llegado a niveles muy altos, constituyendo la primera fuente de la inseguridad que se vive en diversas ciudades.

El pasado 19 de julio, en un hecho poco visto, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, firmó un convenio con la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), encaminado a prevenir la violencia y fortalecer el tejido social desde las casas de los propios trabajadores sindicalizados.

Con ello, el secretario de Gobernación busca que la acción de gobierno llegue de manera directa y clara al lugar donde se origina el problema social que más tarde se manifiesta en las calles de las ciudades mexicanas.

Fomentar la unidad familiar, difundir la importancia de los valores y de vivir respetando las leyes, resulta una tarea titánica que una sola institución no puede hacer, por ello, este convenio se inscribe en el esfuerzo que representa el Programa Nacional de Prevención que la Secretaría de Gobernación coordina junto con otras ocho Secretarías de estado, universidades, organizaciones civiles, sindicatos y gobiernos estatales y municipales, es decir, se trata de una gran frente por la revalorización de la familia y su importancia para el bienestar social.

Se dice fácil, pero representa el mayor reto que el Estado mexicano enfrenta en su conjunto: llegar a los hogares donde los niños y jóvenes no cuentan con el apoyo moral, económico y social para salir adelante y se vuelven víctimas del pandillerismo, del abuso y de las adicciones.

De esta forma, el secretario de Gobernación busca contribuir al desarrollo de las capacidades emprendedoras de mujeres y jóvenes trabajadores, a través de procesos de capacitación para que lleven a cabo proyectos productivos que aporten al bienestar familiar y el desarrollo comunitario y con ello, promover una cultura de paz, autoestima y valores democráticos para la cohesión social y la prevención de la violencia intrafamiliar entre niños, niñas, adolescentes, jóvenes y padres de familia. camachovargas@prodigy.net.mx

Twitter: @jlcamachov

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