/ viernes 22 de noviembre de 2019

20 de noviembre

Un gobierno se trata de sus políticas, principios y personas, pero también de sus símbolos y referentes; uno muy importante es la Revolución Mexicana, ésta que es un símbolo poderoso que fue minimizado y vilipendiado por los neoliberales. El final del siglo XX y lo que va de este siglo se trató de empequeñecer por una sencilla razón: el concepto de lo social chocaba con la rentabilidad a toda costa.

Entre los extravíos ideológicos del neoliberalismo mexicano, fue confundir la caída del Muro de Berlín con la pérdida de vigencia de nuestros referentes históricos, el 20 de Noviembre significa la caída de un régimen, pero también el triunfo de un proyecto social, una revolución y luego un conflicto sobre qué proyecto debía de prevalecer.

El rescate de la conmemoración de la Revolución Mexicana significa retomar los valores y contenidos de la primera revolución social del mundo, un baluarte de la izquierda a nivel global, con un contenido social y progresista, 15 años antes de que se publicara el Manifiesto Comunista en español y 7 años antes de la Revolución Rusa.

Entender la belleza de un proyecto nacional, autónomo y vanguardista merece reflexión y valoración, no se trata de un desfile o no, es sobre lo que somos y lo que nos define en estos momentos, en particular que estamos por primera vez en muchas décadas frente a un proyecto nacionalista basado en lo mexicano y para los mexicanos.

La Revolución Mexicana es vigente, no porque mire al pasado, sino porque sigue siendo una herramienta ideológica para ver al futuro, porque los grandes problemas nacionales que dieron origen a la revolución subsisten, y la solución sigue siendo un gobierno que priorice a los que menos tienen, ahora no habrá un reparto agrario, pero sí de becas y apoyos.

TWITTER: @LuisH_Fernandez

Un gobierno se trata de sus políticas, principios y personas, pero también de sus símbolos y referentes; uno muy importante es la Revolución Mexicana, ésta que es un símbolo poderoso que fue minimizado y vilipendiado por los neoliberales. El final del siglo XX y lo que va de este siglo se trató de empequeñecer por una sencilla razón: el concepto de lo social chocaba con la rentabilidad a toda costa.

Entre los extravíos ideológicos del neoliberalismo mexicano, fue confundir la caída del Muro de Berlín con la pérdida de vigencia de nuestros referentes históricos, el 20 de Noviembre significa la caída de un régimen, pero también el triunfo de un proyecto social, una revolución y luego un conflicto sobre qué proyecto debía de prevalecer.

El rescate de la conmemoración de la Revolución Mexicana significa retomar los valores y contenidos de la primera revolución social del mundo, un baluarte de la izquierda a nivel global, con un contenido social y progresista, 15 años antes de que se publicara el Manifiesto Comunista en español y 7 años antes de la Revolución Rusa.

Entender la belleza de un proyecto nacional, autónomo y vanguardista merece reflexión y valoración, no se trata de un desfile o no, es sobre lo que somos y lo que nos define en estos momentos, en particular que estamos por primera vez en muchas décadas frente a un proyecto nacionalista basado en lo mexicano y para los mexicanos.

La Revolución Mexicana es vigente, no porque mire al pasado, sino porque sigue siendo una herramienta ideológica para ver al futuro, porque los grandes problemas nacionales que dieron origen a la revolución subsisten, y la solución sigue siendo un gobierno que priorice a los que menos tienen, ahora no habrá un reparto agrario, pero sí de becas y apoyos.

TWITTER: @LuisH_Fernandez