/ miércoles 7 de octubre de 2020

2021: un voto LGBTTTI+ razonado

por David Santiago

Ya inició el año electoral en el país: el más grande y complejo de nuestra historia por las 95 millones de personas llamadas a votar, como bien señala Lorenzo Córdova Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE). Esta institución, corazón de nuestra democracia electoral, contribuye a garantizar nuestro derecho al voto de manera libre y secreta. Pero frente a las prácticas territoriales que dañan la democracia, como el acarreo a ciegas o la manipulación ideológica, nuestro deber es decidir de manera informada; saber quiénes son las y los que aparecerán en las planillas y las ideas que representan.

En nuestra organización democrática, son los partidos políticos quienes abanderan las causas y defienden las problemáticas de la población para llevarlas a espacios de toma de decisión que contribuya a un cambio real. Cada partido tiene su composición, su funcionamiento, pero sobre todo algo de lo que nos hemos olvidado: los principios e ideales con los que se rige (aunque hay que recordarles seguido a algunxs). Hoy en día es innegable que la paridad de género, la inclusión y la diversidad deben ser ejes rectores. Las poblaciones de atención prioritaria deben ocupar espacios de representación popular por representatividad y contar con la garantía de su acceso al voto. En marzo del 2018, el INE, CONAPRED y la sociedad civil impulsaron un protocolo para garantizar a las personas trans el ejercicio del voto en igualdad de condiciones y sin discriminación.

En varias ocasiones, asistimos a llamadas de atención por quien regula la vida democrática de nuestro país a los partidos para que integraran procedimientos y accesos para personas con discapacidad, personas indígenas, de la diversidad sexual o jóvenes. En reiteradas ocasiones apeló a crear instituciones incluyentes y diversas. No solamente en el discurso, sino en la práctica. Desde la ciudadanía debemos vigilar a los Partido Políticos: no permitir ningún retroceso y promover prácticas progresistas de avanzada en el reconocimiento de los derechos humanos.

Nada nuevo podemos esperar de partidos de derecha conservadores y anti derechos como lo es el Partido Acción Nacional (PAN) que jamás ha reconocido a la población LGBTTTI+ por ejemplo pese a que en sus filas militan decenas de personas sexualmente diversas. Habrá que estar pendiente de los espacios que destinan para nuestras poblaciones desde partidos que reconocen el tema en su estructura, o que cuentan con una Secretaría de la Diversidad Sexual a nivel nacional. ¿Imagen de marca o compromiso real para el impulso de personas LGBTTTI+ y de sus causas? Contar con un órgano específico de representación LGBTTTI+ a dentro de los partidos es clave para la concientización y la inclusión. Pero que no solamente se refleje en sus estatutos (como el caso de algunos partidos supuestamente de izquierda) sino que cuente y defienda una agenda pública y legislativa en la materia. Esta agenda debe ser abierta e incluir a la ciudadanía y las y los activistas quienes han denunciado un retroceso en el acceso a los derechos de las poblaciones LGBTTTI+. ¡En el 2021 discernamos entre propuestas que realmente nos representen!

Activista, promotor y defensor de los DDHH en la CDMX

por David Santiago

Ya inició el año electoral en el país: el más grande y complejo de nuestra historia por las 95 millones de personas llamadas a votar, como bien señala Lorenzo Córdova Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE). Esta institución, corazón de nuestra democracia electoral, contribuye a garantizar nuestro derecho al voto de manera libre y secreta. Pero frente a las prácticas territoriales que dañan la democracia, como el acarreo a ciegas o la manipulación ideológica, nuestro deber es decidir de manera informada; saber quiénes son las y los que aparecerán en las planillas y las ideas que representan.

En nuestra organización democrática, son los partidos políticos quienes abanderan las causas y defienden las problemáticas de la población para llevarlas a espacios de toma de decisión que contribuya a un cambio real. Cada partido tiene su composición, su funcionamiento, pero sobre todo algo de lo que nos hemos olvidado: los principios e ideales con los que se rige (aunque hay que recordarles seguido a algunxs). Hoy en día es innegable que la paridad de género, la inclusión y la diversidad deben ser ejes rectores. Las poblaciones de atención prioritaria deben ocupar espacios de representación popular por representatividad y contar con la garantía de su acceso al voto. En marzo del 2018, el INE, CONAPRED y la sociedad civil impulsaron un protocolo para garantizar a las personas trans el ejercicio del voto en igualdad de condiciones y sin discriminación.

En varias ocasiones, asistimos a llamadas de atención por quien regula la vida democrática de nuestro país a los partidos para que integraran procedimientos y accesos para personas con discapacidad, personas indígenas, de la diversidad sexual o jóvenes. En reiteradas ocasiones apeló a crear instituciones incluyentes y diversas. No solamente en el discurso, sino en la práctica. Desde la ciudadanía debemos vigilar a los Partido Políticos: no permitir ningún retroceso y promover prácticas progresistas de avanzada en el reconocimiento de los derechos humanos.

Nada nuevo podemos esperar de partidos de derecha conservadores y anti derechos como lo es el Partido Acción Nacional (PAN) que jamás ha reconocido a la población LGBTTTI+ por ejemplo pese a que en sus filas militan decenas de personas sexualmente diversas. Habrá que estar pendiente de los espacios que destinan para nuestras poblaciones desde partidos que reconocen el tema en su estructura, o que cuentan con una Secretaría de la Diversidad Sexual a nivel nacional. ¿Imagen de marca o compromiso real para el impulso de personas LGBTTTI+ y de sus causas? Contar con un órgano específico de representación LGBTTTI+ a dentro de los partidos es clave para la concientización y la inclusión. Pero que no solamente se refleje en sus estatutos (como el caso de algunos partidos supuestamente de izquierda) sino que cuente y defienda una agenda pública y legislativa en la materia. Esta agenda debe ser abierta e incluir a la ciudadanía y las y los activistas quienes han denunciado un retroceso en el acceso a los derechos de las poblaciones LGBTTTI+. ¡En el 2021 discernamos entre propuestas que realmente nos representen!

Activista, promotor y defensor de los DDHH en la CDMX