/ viernes 11 de junio de 2021

2024: ¡Ya viene el tapado!

La sucesión presidencial ya arrancó. “Desde el día que reciben sus nombramientos, los secretarios de Estado comienzan a taparse, a cerrarse, a ocultarse, a disimular y a callar… pero no totalmente, porque entonces serán olvidados, inclusive por el presidente de la república, en definitiva, el desgarrador del velo que oculta el tapado”, escribió el historiador Daniel Cosío Villegas en sus artículos: “1969: ¡Ya viene el tapado!” y “1969: Ya vino, aquí está” en febrero de ese año. Los resultados electorales del seis de junio aceleran el proceso de aquella o aquel Adán o Eva que quedarán literalmente “en cueros”, y sin el estorbo de los espesos mantos que lo cubrían.

La obra de Daniel Cosío explica la manera en que los presidentes y partido hegemónico, decidían en un ambiente autoritario, ¿Quién sería el próximo presidente? El elegido podía ya volar a su campaña y a una victoria segura, que le daría por seis años un poder casi absoluto sobre un país de dos millones de km² y más de 50 millones de habitantes. Los tiempos han cambiado, y decidimos más de 123 millones de mexicanos; pero lo que no ha cambiado, son los tintes autoritarios, que muestran cómo en América Latina tenemos emperadores que llamamos presidentes.

El tapado es un personaje diabólico, de acuerdo con Cosío Villegas, “tapar quiere decir ´cubrir, cerrar, disimular, ocultar y callar´. ¡Y esto en quienes… como hombres públicos, deben hacer una vida pública, hombres descubiertos cuya actuación debiera desarrollarse a la vista de toda la nación!” Los rasgos del tapado son: Lealtad inmaculada hacia el presidente, aptitudes para despertar alguna simpatía popular, no haber cometido un disparate garrafal en su gestión administrativa, carecer de enemigos, no suscitar fuertes antipatías y ser lo menos objetable posible.

El perfil del presidente que gobernó México, de 1919 a 1940 es radicalmente opuesto al que llegó en 1946. Cosío Villegas explica que los primeros mandatarios emanados de la Revolución Mexicana llegaron por derecho propio, por derecho de conquista, porque ellos habían hecho la Revolución, es decir, tras vencer al enemigo se quedaron dueños del campo. ¿Quieren fueron? Madero, Carranza, Obregón, Calles y Cárdenas. Sin embargo, también hubo personajes que obtuvieron el poder por “azar o por circunstancias fortuitas”, como fue el caso de Miguel Alemán en 1946, el primer “tapado”; quien, sin tener algún antecedente revolucionario, ni prestigio profesional, llegó a la gubernatura de Veracruz, por el asesinato del candidato, y años después a la silla presidencial.

Ya casi para terminar, sí hubo un antes y después de los presidentes emanados de la Revolución, que fueron en palabras de Cosío Villegas “un verdadero cataclismo que puso al país ante la disyuntiva de perecer o de producir hombres extraordinarios que lo salvarán”. De ahí en adelante las cosas han cambiado para bien y para mal, con la llegada de los llamados tecnócratas a finales de los 80´ y de la nostalgia por el presidencialismo que se vive en la actualidad. Sin embargo, lo que no cambia es la desconfianza de que un “tapado” haya leído El Capital de Carlos Marx, y que más allá de hacerlo un libro de consulta, lo plasme no solo en sus discursos; sino en sus planes sexenales.

La conclusión histórica es que la “tapada” o el “tapado” no escuchan otra voz más que la suya, a pesar de haber sido seleccionados por el presidente en turno. El deseo, es que la próxima presidenta o presidente se caractericen por “una necesidad insaciable de comunicarse con sus semejantes”, y alejarse del discurso binario que a ninguna nación ha beneficiado.

Tortura a Cuauhtémoc. De acuerdo con algunas crónicas, Cuauhtémoc, último Tlatoani del imperio mexica fue torturado quemándole los pies y las manos por órdenes de Hernán Cortés. El fin de semana otro político del mismo nombre sufrió otra tortura, pero en las urnas y se materializó en la derrota de la alianza entre el PES y Morena en Cuernavaca, Morelos. Se acabó la eterna primavera para el gobernador Cuauhtémoc Blanco, ya que se combinó un castigo a los malos gobiernos, y la candidatura de Jorge Arguelles, que por cierto es sonorense y no morelense. La ciudadanía eligió a la alianza PAN y PSD encabezada por José Luis Urióstegui con el 31.4%, contra el 23% de Arguelles; quien ya hacía planes para candidatearse a la gubernatura en el 2024.

*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco

La sucesión presidencial ya arrancó. “Desde el día que reciben sus nombramientos, los secretarios de Estado comienzan a taparse, a cerrarse, a ocultarse, a disimular y a callar… pero no totalmente, porque entonces serán olvidados, inclusive por el presidente de la república, en definitiva, el desgarrador del velo que oculta el tapado”, escribió el historiador Daniel Cosío Villegas en sus artículos: “1969: ¡Ya viene el tapado!” y “1969: Ya vino, aquí está” en febrero de ese año. Los resultados electorales del seis de junio aceleran el proceso de aquella o aquel Adán o Eva que quedarán literalmente “en cueros”, y sin el estorbo de los espesos mantos que lo cubrían.

La obra de Daniel Cosío explica la manera en que los presidentes y partido hegemónico, decidían en un ambiente autoritario, ¿Quién sería el próximo presidente? El elegido podía ya volar a su campaña y a una victoria segura, que le daría por seis años un poder casi absoluto sobre un país de dos millones de km² y más de 50 millones de habitantes. Los tiempos han cambiado, y decidimos más de 123 millones de mexicanos; pero lo que no ha cambiado, son los tintes autoritarios, que muestran cómo en América Latina tenemos emperadores que llamamos presidentes.

El tapado es un personaje diabólico, de acuerdo con Cosío Villegas, “tapar quiere decir ´cubrir, cerrar, disimular, ocultar y callar´. ¡Y esto en quienes… como hombres públicos, deben hacer una vida pública, hombres descubiertos cuya actuación debiera desarrollarse a la vista de toda la nación!” Los rasgos del tapado son: Lealtad inmaculada hacia el presidente, aptitudes para despertar alguna simpatía popular, no haber cometido un disparate garrafal en su gestión administrativa, carecer de enemigos, no suscitar fuertes antipatías y ser lo menos objetable posible.

El perfil del presidente que gobernó México, de 1919 a 1940 es radicalmente opuesto al que llegó en 1946. Cosío Villegas explica que los primeros mandatarios emanados de la Revolución Mexicana llegaron por derecho propio, por derecho de conquista, porque ellos habían hecho la Revolución, es decir, tras vencer al enemigo se quedaron dueños del campo. ¿Quieren fueron? Madero, Carranza, Obregón, Calles y Cárdenas. Sin embargo, también hubo personajes que obtuvieron el poder por “azar o por circunstancias fortuitas”, como fue el caso de Miguel Alemán en 1946, el primer “tapado”; quien, sin tener algún antecedente revolucionario, ni prestigio profesional, llegó a la gubernatura de Veracruz, por el asesinato del candidato, y años después a la silla presidencial.

Ya casi para terminar, sí hubo un antes y después de los presidentes emanados de la Revolución, que fueron en palabras de Cosío Villegas “un verdadero cataclismo que puso al país ante la disyuntiva de perecer o de producir hombres extraordinarios que lo salvarán”. De ahí en adelante las cosas han cambiado para bien y para mal, con la llegada de los llamados tecnócratas a finales de los 80´ y de la nostalgia por el presidencialismo que se vive en la actualidad. Sin embargo, lo que no cambia es la desconfianza de que un “tapado” haya leído El Capital de Carlos Marx, y que más allá de hacerlo un libro de consulta, lo plasme no solo en sus discursos; sino en sus planes sexenales.

La conclusión histórica es que la “tapada” o el “tapado” no escuchan otra voz más que la suya, a pesar de haber sido seleccionados por el presidente en turno. El deseo, es que la próxima presidenta o presidente se caractericen por “una necesidad insaciable de comunicarse con sus semejantes”, y alejarse del discurso binario que a ninguna nación ha beneficiado.

Tortura a Cuauhtémoc. De acuerdo con algunas crónicas, Cuauhtémoc, último Tlatoani del imperio mexica fue torturado quemándole los pies y las manos por órdenes de Hernán Cortés. El fin de semana otro político del mismo nombre sufrió otra tortura, pero en las urnas y se materializó en la derrota de la alianza entre el PES y Morena en Cuernavaca, Morelos. Se acabó la eterna primavera para el gobernador Cuauhtémoc Blanco, ya que se combinó un castigo a los malos gobiernos, y la candidatura de Jorge Arguelles, que por cierto es sonorense y no morelense. La ciudadanía eligió a la alianza PAN y PSD encabezada por José Luis Urióstegui con el 31.4%, contra el 23% de Arguelles; quien ya hacía planes para candidatearse a la gubernatura en el 2024.

*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco