/ sábado 11 de diciembre de 2021

¿4T contra la corrupción?

El discurso es diario y siempre repetitivo. AMLO habla de la corrupción, de que jamás se volverá a dar, que en la 4T es inexistente y que ha desaparecido por completo.

Lo que se ve en su círculo más cercano es lo contrario: funcionarios millonarios, con fortunas inexplicables y de las que nadie les pide cuentas ni les exige transparencia. De su familia, ni qué decir.

Mientras en su pasado se denunció el enriquecimiento de los gobernantes en turno y sus parentelas, ahora le pasan desapercibidos, o los disculpa, les resta importancia y los exhibe como estrategia opositora para desprestigiarlo. (Pío, el otro hermano, la prima, la finca Rocío y demás).

De Manuel Bartlett se ha dicho lo habido y por haber. La ex secretaria de la Función Pública, Eréndira Sandoval, exoneró a los cuates, aunque acabó saliendo del cargo, al destaparse que es dueña de un montón de inmuebles.

Entre los “purificados” por la susodicha estuvo Bartlett, opulento jefazo de la CFE, bueno para armar zipizapes con la iniciativa privada, mientras oculta sus muchos bienes en las faldas de su amada.

El último escándalo es más sonado y serio, ya que involucra al Fiscal General de la República, Gertz Manero y a quien presidía la temida Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto.

El pretexto para liquidar a Nieto fue el de que su boda resultó “escandalosa”, según un hipócrita tlatoani, que estaba invitado al convite y no le había puesto un pero a la pachanga, hasta que, en su perversión, decidió usarla para fastidiar al contrayente.

Ahora le salen a relucir al lunamielero, propiedades y gastos millonarios poco acordes a sus ingresos. Argumenta que, la última adquisición, de una enorme mansión que habitará con la recién desposada, la hizo a través de una hipoteca y que, la realidad, es que está endeudado hasta las orejas.

Nada: que al señorito le gusta vivir como burgués con lujos excesivos, para sus ingresos, pero muy en consonancia con la mayoría de los autóctonos de esta República, quienes gastan más de lo que reciben. Quien ahora ocupa su despacho, el ínclito y “perfecto” Pablo Gómez, tendrá que investigar a fondo si Nieto es inocente, o no.

También tendrá que hurgar las cuentas del Fiscal General, personaje que ha dado de que hablar, desde hace décadas, pero que siempre ha salido incólume. El tema de Gertz es la danza de millones de billetes verdes.

La UIF de Nieto lo investigaba por una empresa inmobiliaria en la que tenía como socio a su yerno, de apellido Martí y como apoderado legal a Juan Ramos, actual titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delitos Federales (Todo queda en amigazgos). Este negocito recibió un millón de dólares de una cuenta del Banco Credit Suisse, más otro millón y medio de Scotiabank, entre otros depósitos.

En el expediente del Fiscal, del que pocos frutos se han recibido -Odebrecht sigue en la penumbra y Lozoya sin fundamentar una sola de sus acusaciones-, se suman cantidades estratosféricas.

Se habla de unas compras de automóviles de lujo que hizo, y otros renglones que se presume, le tienen bien documentados. Pero Gertz goza de los afectos del Gurú mayor y se ve muy difícil que la mano de la justicia le caiga.

Habrá que ver si la 4T sigue por esta vía de cochinero inalterable en este trópico, en el que, el tlatoani marea con un discurso anticorrupción, mientras sus allegados bailan entre olores a podredumbre.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

El discurso es diario y siempre repetitivo. AMLO habla de la corrupción, de que jamás se volverá a dar, que en la 4T es inexistente y que ha desaparecido por completo.

Lo que se ve en su círculo más cercano es lo contrario: funcionarios millonarios, con fortunas inexplicables y de las que nadie les pide cuentas ni les exige transparencia. De su familia, ni qué decir.

Mientras en su pasado se denunció el enriquecimiento de los gobernantes en turno y sus parentelas, ahora le pasan desapercibidos, o los disculpa, les resta importancia y los exhibe como estrategia opositora para desprestigiarlo. (Pío, el otro hermano, la prima, la finca Rocío y demás).

De Manuel Bartlett se ha dicho lo habido y por haber. La ex secretaria de la Función Pública, Eréndira Sandoval, exoneró a los cuates, aunque acabó saliendo del cargo, al destaparse que es dueña de un montón de inmuebles.

Entre los “purificados” por la susodicha estuvo Bartlett, opulento jefazo de la CFE, bueno para armar zipizapes con la iniciativa privada, mientras oculta sus muchos bienes en las faldas de su amada.

El último escándalo es más sonado y serio, ya que involucra al Fiscal General de la República, Gertz Manero y a quien presidía la temida Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto.

El pretexto para liquidar a Nieto fue el de que su boda resultó “escandalosa”, según un hipócrita tlatoani, que estaba invitado al convite y no le había puesto un pero a la pachanga, hasta que, en su perversión, decidió usarla para fastidiar al contrayente.

Ahora le salen a relucir al lunamielero, propiedades y gastos millonarios poco acordes a sus ingresos. Argumenta que, la última adquisición, de una enorme mansión que habitará con la recién desposada, la hizo a través de una hipoteca y que, la realidad, es que está endeudado hasta las orejas.

Nada: que al señorito le gusta vivir como burgués con lujos excesivos, para sus ingresos, pero muy en consonancia con la mayoría de los autóctonos de esta República, quienes gastan más de lo que reciben. Quien ahora ocupa su despacho, el ínclito y “perfecto” Pablo Gómez, tendrá que investigar a fondo si Nieto es inocente, o no.

También tendrá que hurgar las cuentas del Fiscal General, personaje que ha dado de que hablar, desde hace décadas, pero que siempre ha salido incólume. El tema de Gertz es la danza de millones de billetes verdes.

La UIF de Nieto lo investigaba por una empresa inmobiliaria en la que tenía como socio a su yerno, de apellido Martí y como apoderado legal a Juan Ramos, actual titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delitos Federales (Todo queda en amigazgos). Este negocito recibió un millón de dólares de una cuenta del Banco Credit Suisse, más otro millón y medio de Scotiabank, entre otros depósitos.

En el expediente del Fiscal, del que pocos frutos se han recibido -Odebrecht sigue en la penumbra y Lozoya sin fundamentar una sola de sus acusaciones-, se suman cantidades estratosféricas.

Se habla de unas compras de automóviles de lujo que hizo, y otros renglones que se presume, le tienen bien documentados. Pero Gertz goza de los afectos del Gurú mayor y se ve muy difícil que la mano de la justicia le caiga.

Habrá que ver si la 4T sigue por esta vía de cochinero inalterable en este trópico, en el que, el tlatoani marea con un discurso anticorrupción, mientras sus allegados bailan entre olores a podredumbre.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq