En el CVIII aniversario de tan importante acontecimiento, en las instalaciones del Castillo de Chapultepec, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se dio cita con un reducido grupo de integrantes del gabinete y otras personalidades, para recordar el día, en que Francisco Madero, fue escoltado por 300 cadetes del Heroico Colegio Militar, rumbo a Palacio Nacional, que había sido tomado por un grupo de golpistas. Dicha acción daría nombre a la “Decena trágica”, que culminaría con el asesinato del Presidente y el Vicepresidente José María Pino Suárez, dando inicio a su vez. A una larga y cruenta Revolución.
En esta ocasión como sucede año con año, el escenario es el adecuado para que el Secretario de la Defensa Nacional, General Luis Cresencio Sandoval González, emita un mensaje específico respecto de la relevancia que tiene el valor de la lealtad, el compromiso de las Fuerzas Armadas con la democracia y con la sociedad en general. En su discurso, luego de una breve reseña de los hechos históricos y heroicos de 1913, expresó hacia la mitad de su intervención que: “Lealtad e institucionalidad, que son las bases de la profesión militar y que de ningún modo dependen de tiempos o circunstancias particulares, sino de su permanencia inalterable en los principios y valores militares que hemos abrevado de nuestra raíz y cercanía con el pueblo, de nuestra historia y de nuestras convicciones”.
La conjunción y puesta en práctica de los valores lealtad e institucionalidad, es lo que genera el recurso sustancial de la confianza. Tanto del estamento y autoridades civiles y desde luego, de la sociedad: investigando un poco en el pensamiento estratégico y militar del siglo XXI, se puede constatar que derivada de la confianza, la identidad entre Fuerzas Armadas y Nación, implican por su parte, el recurso sustancial de la democracia y el desarrollo. Si bien es cierto que México enfrenta serios desafíos estructurales y coyunturales, como todas las naciones excepto por nuestra muy particular geopolítica, es que la recurrencia a difundir la escala de valores militares, se traduce en un sólido basamento para el presente y futuro del país.
El mes de febrero, a pesar de ser el más corto del calendario, es que más celebraciones civiles militares tiene. Así, el pasado 10 se conmemoró el Día de la Fuerza Aérea Mexicana y el próximo 19, el Día del Ejército Mexicano, además del Día de la Constitución y Día de la Bandera. De tal forma, que durante los días que restan de ese mes, habrá momentos pertinentes para recordarnos que el destino de la Nación, está en nuestras manos. Que los desafíos como la epidemia, la criminalidad y otras adversidades, pueden enfrentarse y contenerse, a partir de la identidad con nuestros valores.
Hay que recordarlo. Las Fuerzas Armadas de México, son un referente internacional, de compromiso con la democracia, las instituciones y la sociedad. Su compromiso es indeclinable.
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