- Presumen segunda captura de “El Chapo” Guzmán
- Se acabó la fiesta “reformista”, comienza la “cruda” realidad
- El PRI busca ganar popularidad, bajando precios de gasolinas
El Gobierno lavó su cara, pero dejó pendiente la vergüenza, con la detención de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, el día de ayer en Los Mochis, Sinaloa.
La fuga que puso al descubierto la gran corrupción que aún priva entre las autoridades mexicanas, pasó de golpe y porrazo a ser uno de los logros del Gobierno de la República.
En el actual Gobierno, el narcotraficante fue capturado dos veces para que de la primera se escapara y, de la otra, no sabemos qué vaya a pasar ahora.
Lo que sí está obligado a hacer el grupo gobernante de la nación es refundir al “Chapo”, no entregarlo a Estados Unidos y mostrarle al mundo que el país está disminuyendo su altísimo índice de corrupción.
La noticia fue confirmada por el presidente Enrique Peña como si se tratara de anunciar la licitación pública del gas y el petróleo nacionales, cuando en realidad no es más que un asunto policiaco mal manejado, política y mediáticamente.
El año 2016 comenzó con la resaca de las reformas estructurales que, según las voces oficialistas y legislativas, darán a México el impuso, por décadas anhelado, para salir del subdesarrollo, el retraso y acabar con el hambre, el de-sempleo y la ignorancia del pueblo.
Los beneficios de los cambios constitucionales aprobados por el Congreso de 2012 a la fecha deberán rendir frutos a lo largo de los dos próximos años, si es que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desea continuar en Los Pinos.
Si bien es cierto que la sucesión presidencial siempre ha comenzado desde el momento en que el Ejecutivo rinde protesta en el cargo. Ahora los tiempos se anticiparon aún más y ya hay una larga fila de aspirantes a la silla que los priistas no quieren soltar, los panistas ansían regresar y los perredistas pretenden ocupar.
Los tres primeros años del presidente Enrique Peña fueron de claroscuros. Hubo aciertos que deben reconocerse como el "Pacto por México" que si bien no rindió los frutos esperados, sí fue un buen logro sentar por primera ocasión a los tres partidos en el poder para debatir temas y reformas estructurales.
También hubo escándalos de asuntos personales protagonizados desde el Presidente de la República hasta gobernadores, legisladores y otros políticos que resultaron ofensivos para la ciudadanía. Además, ocurrieron casos como Tlatlaya, Ayotzinapa y Tanhuato, que exhibieron la corrupción que existe en todos los niveles de Gobierno y en el sistema judicial e impartición de justicia.
Publicitariamente, el Gobierno de la República dio un buen impulso a su popularidad al anunciar que a partir del primer día de este 2016 el precio de la gasolina magna, la de mayor consumo, bajaría 41 centavos por litro, y la Premium, 40 centavos.
Las autoridades hacendarias presumieron este “gran logro” como resultado de la reforma al sector energético pero, sobre todo, gracias a la participación del capital privado en la industria de los energéticos que este año ya es una realidad.
Lo que callaron quienes administran el país fue que de ahora en adelante el precio de la gasolina dependerá de su comportamiento en el mercado internacional. Es decir, en enero bajó pero es posible que el próximo mes se incremente y para abril disminuya y así sucesivamente.
El precio del barril de petróleo se encuentra por debajo de los 30 dólares. Por tal motivo todos sus derivados han mostrado una significativa baja. ¿Qué ocurrirá si un día vuelve a los 70 dólares o más? Los yacimientos petroleros “For sale”
Otro gran “avance” que la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) concretó el fin de año pasado fue la adjudicación del 100 por ciento de 25 pozos ofertados durante la tercera etapa de la Ronda Uno, luego de dos rotundos fracasos.
La disputa por los yacimientos ahora se debió a que todos están activos. No se requiere mayor inversión en exploración y son altamente productivos. ¿Qué rapaz empresario no estaría interesado en tan jugoso negocio?
Y todavía falta para continuar con el desmantelamiento del sector energético. Este año habrá, al menos, dos subastas en las cuales se espera una mayor participación de compañías mexicanas, que ya comenzaron a conformarse para competir contra los grandes consorcios internacionales.
Conforme avance 2016, de Petróleos Mexicanos solo quedarán los inmuebles, la chatarra y el recuerdo de que por años fue la empresa productiva más importante que sostuvo al país pero que, por los malos manejos de quienes la administraron, fue desmantelada en lugar de promover una reforma que evitara la rapiña.
Es de reconocerse las decisiones tomadas en la adquisición de seguros por parte de Pemex para evitar que una caída en el precio del barril de petróleo, como ocurre actualmente, impacte negativamente en las finanzas nacionales.
Ante la caída de los precios del petróleo durante 2015, el Gobierno de la República anunció dos recortes en el gasto público. El primero fue en enero y el segundo en julio. El impacto fue menor gracias a las coberturas (seguros) petroleras.
Para el Presupuesto 2015, los diputados estimaron un precio de la mezcla mexicana de 81 dólares, pero terminó en 19 dólares, cuatro veces inferior. Para este años trataron de ser cautelosos calculando que estaría por los 50, pero ya está en 24.75 dólares, su nivel más bajo en la historia. El regreso de la Compañía de Luz
Existe la promesa, por parte del Gobierno nacional, que las tarifas en el servicio de luz disminuirán, sobre todo en el centro del país donde la desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza y la llegada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tuvo como intención acabar con los abusos y los cobros desmedidos.
En enero del año pasado, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) llegó a un acuerdo en la Secretaría de Gobernación para la conformación de una nueva empresa proveedora de servicio eléctrico, independiente a la CFE. Hasta la fecha no se ha sabido nada sobre este convenio, pero sigue vivo y los extrabajadores continúan organizándose para arrancar en este 2016.
Otro de los cambios que deberán concretarse durante este año corresponde al sector de telecomunicaciones. Se prevé que antes de concluir el tercer trimestre inicie transmisiones la tercera cadena y que este mismo año aparezca un nuevo ofertante para la cuarta, que se quedó en el limbo.
Por primera vez, este año el Gobierno de la República licitará públicamente estaciones de radio en todo el país.
Licitar canales de televisión y radio son dos importantes decisiones que, lamentablemente, se tomaron muy tarde porque en la actualidad ambos medios de comunicación han sido desplazados en varios aspectos por el internet. Las otras subastas
De tal manera que los empresarios están poco interesados en adquirirlos, prueba de ello fue que solo aparecieron dos ofertantes para las igual números de cadenas de televisión.
Los mexicanos también están a la espera de que el servicio de telefonía móvil e internet (que se han convertido en una necesidad) mejoren a la brevedad, porque actualmente son pésimos y caros.
Aunque ya existe una mayor competencia en dichos servicios, los costos comparados con otros países de la región, como Argentina o Chile, son excesivos considerando el alto consumo de los usuarios de telefonía móvil en México.
Si bien todos estos cambios tienen que ser advertidos por la ciudadanía en los próximos meses, la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal en todo el país deberá apaciguar el clamor popular de una mejor impartición de justicia.
Los juicios orales son una realidad en algunos Estados, pero no en los lugares donde existen más abusos como Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
Conforme avanza el siglo XXI México busca su rumbo, en ocasiones errático, en otras con demasiada demora. Mientras que el pueblo continúa inmerso en el futuro que le deparan las decisiones de los gobernantes.
Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio. manuelmejidot@gmail.com
