/ miércoles 17 de agosto de 2016

Así es el Derecho

  • Élfego Bautista Pardo
  • Privatización del deporte en México

En estos días las miradas de millones de personas en el mundo se encuentran dirigidas hacia Río de Janeiro, siguiendo las justas olímpicas y admirando el esfuerzo sobre humano que día a día realiza cada uno de los atletas participantes.

Como mexicanos no hemos podido evitar sentir tristeza, al ver que al pasar de los días la delegación de nuestro país no ha obtenido una presea, lo cual nos lleva a cuestionarnos sobre si los medios que tenemos implementados para el desarrollo del deporte son los adecuados.

Aunque el mérito de participar en una contienda de esa magnitud es propio y exclusivo de los deportistas, es importante tener en cuenta que el apoyo público y privado, suelen ser indispensables para lograrlo y alcanzar el máximo nivel del atleta. Es importante recordar que, según se establece en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley General de Cultura Física y Deporte, en nuestro país existe competencia concurrente, es decir, tanto los municipios, las entidades federativas y la federación tienen injerencia en el deporte, aparte de que, por ley se regula la participación de los sectores social y privado en la materia.

Por lo que hace al sector público, desde la presentación del Plan Nacional de Desarrollo, que rige la política del Gobierno federal, se reconoció al deporte como un medio para alcanzar educación de calidad y la necesidad de promoverlo para fomentar una cultura de salud. Proponiendo que la mayoría de la población tenga acceso a la práctica de actividades físicas y deportivas en instalaciones adecuadas, con la asesoría de personal capacitado.

Asimismo, se estableció el deber de procurar que los niños y jóvenes deportistas, con cualidades y talentos específicos cuenten con entrenamiento y servicios especializados, estímulos adecuados y un sistema de competencia estructurado. Lo que debe de ser tarea del Sistema Nacional de Cultura Física y Deporte y las instituciones que lo integran, como la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, el Comité Olímpico Mexicano, y los órganos estatales y asociaciones deportivas, entre otras instituciones que quizá, en determinado momento, deban rendir cuentas sobre el trabajo realizado en el impulso deportivo.

Sin embargo, lograr el desarrollo del deporte mexicano requiere, más que buscar responsables, encontrar soluciones, es necesario un trabajo arduo y conjunto para que la mayoría de los ciudadanos tengan acceso a instalaciones deportivas de primer nivel, y en el caso de los deportistas de élite, para que cada persona con talento cuente con alimentación, descanso, entrenamiento, entrenadores e instrumentos necesarios para practicarlo.

Considero que es indispensable pensar en la privatización del deporte, aclaro, no en que los deportistas inviertan algo más que su talento, dedicación y disciplina, sino por lo que hace a la consecución de inversión privada para el desarrollo de nuestro país en este ámbito, como acontece en los países desarrollados: Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia, Alemania e incluso Japón, donde las empresas comerciales e industriales invierten mucho dinero patrocinando a los deportistas en las justas internacionales.

En México, aunque ya se contemplan, debemos comenzar a potencializar y distribuir esos apoyos, por ello es necesaria la participación de las organizaciones deportivas estatales, escuelas y organismos empresariales como por ejemplo, las empresas panaderas, refresqueras, entre otras, para que se promueva el deporte, se aproveche cada talento y se logre que en cada estado, exista un centro de alto rendimiento que prepare tanto física, como técnicamente a los deportistas y que cuente con entrenadores y directores expertos en las diversas ramas deportivas.

No debemos olvidar que muchas empresas comerciales e industriales le deben mucho a sus consumidores, por lo que el patrocinio de los atletas sería una gran forma de retribuirles, además de que podrían impulsarse reformas legales para que los donativos se realicen directamente a los atletas y sean deducibles de impuestos, (sin necesidad de la intervención de una organización de la sociedad civil), siempre y cuando se encuentren inscritos en el Registro Nacional de Cultura Física y Deporte, como deportista de alto rendimiento y participen en contiendas constantemente.

Además, el atleta podría ser la cara de la publicidad de la empresa que lo patrocine, en esto último, los medios de comunicación también deben contribuir, alentando el deporte en todas sus expresiones e impulsando a todos los atletas, pues a veces pareciera que en México solo existen futbolistas.

Otra propuesta consiste, en lograr reglamentar lo referente a que los equipos deportivos permitan durante los juegos, la intervención de nuevos jugadores mexicanos con la finalidad de que demuestren sus capacidades, actitudes y experiencia en el juego.

En nuestro país el deporte y la cultura física son un derecho de todos los ciudadanos, son un estímulo para el desarrollo afectivo, físico, intelectual y social, así como factores de equilibrio y autorrealización, sin embargo, para lograr su impulso efectivo, es necesario sumar los esfuerzos de todos los sectores, el presidente Enrique Peña Nieto, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinoza, los gobernadores y empresas, es decir, lograr que mediante una organización bipartita, se obtenga un desarrollo óptimo en función de una mejora de resultados, además de que cada uno de nosotros debemos manifestar nuestro apoyo incondicional, respaldo y respeto a todos nuestros atletas representantes.

Así es el Derecho.

  • Élfego Bautista Pardo
  • Privatización del deporte en México

En estos días las miradas de millones de personas en el mundo se encuentran dirigidas hacia Río de Janeiro, siguiendo las justas olímpicas y admirando el esfuerzo sobre humano que día a día realiza cada uno de los atletas participantes.

Como mexicanos no hemos podido evitar sentir tristeza, al ver que al pasar de los días la delegación de nuestro país no ha obtenido una presea, lo cual nos lleva a cuestionarnos sobre si los medios que tenemos implementados para el desarrollo del deporte son los adecuados.

Aunque el mérito de participar en una contienda de esa magnitud es propio y exclusivo de los deportistas, es importante tener en cuenta que el apoyo público y privado, suelen ser indispensables para lograrlo y alcanzar el máximo nivel del atleta. Es importante recordar que, según se establece en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley General de Cultura Física y Deporte, en nuestro país existe competencia concurrente, es decir, tanto los municipios, las entidades federativas y la federación tienen injerencia en el deporte, aparte de que, por ley se regula la participación de los sectores social y privado en la materia.

Por lo que hace al sector público, desde la presentación del Plan Nacional de Desarrollo, que rige la política del Gobierno federal, se reconoció al deporte como un medio para alcanzar educación de calidad y la necesidad de promoverlo para fomentar una cultura de salud. Proponiendo que la mayoría de la población tenga acceso a la práctica de actividades físicas y deportivas en instalaciones adecuadas, con la asesoría de personal capacitado.

Asimismo, se estableció el deber de procurar que los niños y jóvenes deportistas, con cualidades y talentos específicos cuenten con entrenamiento y servicios especializados, estímulos adecuados y un sistema de competencia estructurado. Lo que debe de ser tarea del Sistema Nacional de Cultura Física y Deporte y las instituciones que lo integran, como la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, el Comité Olímpico Mexicano, y los órganos estatales y asociaciones deportivas, entre otras instituciones que quizá, en determinado momento, deban rendir cuentas sobre el trabajo realizado en el impulso deportivo.

Sin embargo, lograr el desarrollo del deporte mexicano requiere, más que buscar responsables, encontrar soluciones, es necesario un trabajo arduo y conjunto para que la mayoría de los ciudadanos tengan acceso a instalaciones deportivas de primer nivel, y en el caso de los deportistas de élite, para que cada persona con talento cuente con alimentación, descanso, entrenamiento, entrenadores e instrumentos necesarios para practicarlo.

Considero que es indispensable pensar en la privatización del deporte, aclaro, no en que los deportistas inviertan algo más que su talento, dedicación y disciplina, sino por lo que hace a la consecución de inversión privada para el desarrollo de nuestro país en este ámbito, como acontece en los países desarrollados: Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia, Alemania e incluso Japón, donde las empresas comerciales e industriales invierten mucho dinero patrocinando a los deportistas en las justas internacionales.

En México, aunque ya se contemplan, debemos comenzar a potencializar y distribuir esos apoyos, por ello es necesaria la participación de las organizaciones deportivas estatales, escuelas y organismos empresariales como por ejemplo, las empresas panaderas, refresqueras, entre otras, para que se promueva el deporte, se aproveche cada talento y se logre que en cada estado, exista un centro de alto rendimiento que prepare tanto física, como técnicamente a los deportistas y que cuente con entrenadores y directores expertos en las diversas ramas deportivas.

No debemos olvidar que muchas empresas comerciales e industriales le deben mucho a sus consumidores, por lo que el patrocinio de los atletas sería una gran forma de retribuirles, además de que podrían impulsarse reformas legales para que los donativos se realicen directamente a los atletas y sean deducibles de impuestos, (sin necesidad de la intervención de una organización de la sociedad civil), siempre y cuando se encuentren inscritos en el Registro Nacional de Cultura Física y Deporte, como deportista de alto rendimiento y participen en contiendas constantemente.

Además, el atleta podría ser la cara de la publicidad de la empresa que lo patrocine, en esto último, los medios de comunicación también deben contribuir, alentando el deporte en todas sus expresiones e impulsando a todos los atletas, pues a veces pareciera que en México solo existen futbolistas.

Otra propuesta consiste, en lograr reglamentar lo referente a que los equipos deportivos permitan durante los juegos, la intervención de nuevos jugadores mexicanos con la finalidad de que demuestren sus capacidades, actitudes y experiencia en el juego.

En nuestro país el deporte y la cultura física son un derecho de todos los ciudadanos, son un estímulo para el desarrollo afectivo, físico, intelectual y social, así como factores de equilibrio y autorrealización, sin embargo, para lograr su impulso efectivo, es necesario sumar los esfuerzos de todos los sectores, el presidente Enrique Peña Nieto, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinoza, los gobernadores y empresas, es decir, lograr que mediante una organización bipartita, se obtenga un desarrollo óptimo en función de una mejora de resultados, además de que cada uno de nosotros debemos manifestar nuestro apoyo incondicional, respaldo y respeto a todos nuestros atletas representantes.

Así es el Derecho.