La Casa de Moneda y el Banco de México acuñaron y pusieron en circulación una moneda que recuerda los cincuenta años de la aplicación de uno de los planes más efectivos y reconocidos en México y sin exagerar, a nivel mundial. La pieza es de veinte pesos. El Plan DN-III-E fue aplicado por primera vez en 1967, diseñado un mes antes para apoyar a la población afectada por el desbordamiento de los ríos limítrofes entre los estados de Tamaulipas y Veracruz.
De entonces a la fecha, como sucede también con el Plan Marina, el apoyo del Ejército Mexicano y de la Fuerza Aérea Mexicana ha resultado crucial para atender situaciones en dónde solo la axiológica militar es capaz de actuar con prontitud y oportunidad. El Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, en su discurso del pasado día 12, durante el anuncio de la nueva moneda de veinte pesos, de refirió con certeza y exactitud, a la importancia que tiene el Plan DN-III-E en la legitimidad, proximidad e identidad de las Fuerzas Armadas con la sociedad.
En su intervención, también recordó con emoción, la muerte de 48 nuevos héroes -tal como los llamó con toda oportunidad, a los militares que entregaron su vida por el pueblo y Nación que representaban. Hoy día, ese auténtico sacrificio, debemos tenerlo presente para encontrar las mejores opciones ante un futuro que se observa y con razón, complejo. La relación que guardan las Fuerzas Armadas con las causas del país, día con día se ven reconocidas y aceptadas. Un dato interesante que dio a conocer el General Cienfuegos Zepeda, es que el Plan DN-III-E, se ha llevado, desde 1996, a 46 países. En la práctica, a todos los países del Continente Americano, incluyendo a los Estados Unidos, así como la otros muy distantes como Indonesia o Irán.
Coincidiendo con la emisión de la moneda conmemorativa de verte pesos, en la encuesta sobre seguridad pública y percepción ciudadana, que dio a conocer el INEGI en esta misma semana, da muestra del incremento de la confianza y satisfacción de la población respecto de las labores de apoyo a la seguridad pública que desempeña en particular, el Ejército Mexicano. Y no puede ser de otra forma, cuando la absoluta mayoría de sus integrantes se desempeña con apego a las leyes y respetando los Derechos Humanos. En consecuencia directa del adoctrinamiento y adiestramiento, ha sido notable la disminución de los recursos y recomendaciones en la materia, al conjunto de las Fuerzas Armadas.
Es muy relevante saber que hay acciones del Estado mexicano que alejadas de las ocurrencias e improvisaciones, tienen continuidad, coherencia y sentido. Dentro de esos pocos casos, el Plan DN-III-E, representa la visión que a penas hoy, las Fuerzas Armadas de otros países comienzan a incorporar en sus misiones. Hay que decirlo con toda claridad: las Fuerzas Armadas de México, fueron y son, innovadoras en los apoyos a la sociedad afectada por desastres naturales y/o antropogénicos. En Europa, América, Asia, podemos observar como recién comienzan a buscarse vías de legitimación de las Fuerzas Armadas correspondieres. En México, les llevamos décadas de ventaja.
javierolivaposada@gmail.com
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