/ sábado 19 de noviembre de 2016

Cuchillito de Palo

  • Catalina Noriega
  • ¡Intocables!

El último destape, en cuanto a gobernadores corruptos, es el del quintanarroense, Roberto Borge, “desaparecido del mapa” antes incluso, de que Carlos Joaquín tomara protesta.

El joven sátrapa resultó de carrera larga, desde los inicios de su “mandato”. Se denunciaron sus celebérrimas fiestas, en las que corría el alcohol, junto a banquetes dignos de los dioses del Olimpo.

Se sabía de su represión a la prensa libre y de las porquerías que organizaba para devastar a sus enemigos de la pluma. El caso de la revista Luces del Siglo fue demencial: mandó falsificar la portada, en la que aparecía el aviso de un reportaje –por alguna de sus múltiples arbitrariedades-, para cambiarlo por una loa a su favor. Castigó sin límite, a quienes se atrevían a denunciar, hasta que acalló las voces en su contra.

La rapiña, las excentricidades y el despilfarro fueron ilimitados. Lo que ahora revela la administración en turno, parece solo la punta de una madeja que, de desenredarse mostrará los alcances de las pillerías de este sátrapa.

Se presentaron denuncias, ante la PGR, por la venta, a precios ridículos, de nueve mil 500 hectáreas de reserva territorial del Estado. En Bacalar se vendió un siete por ciento de la reserva. En Felipe Carrillo Puerto, un 10; en Tulum, un dos. En Benito Juárez (Cancún), un 36 por ciento; en Cozumel, casi el 50; en Solidaridad un 52 y en Puerto Morelos un 60. Dejó unas muestras, para que nadie se quejara.

En la lista de los favorecidos aparecen familiares, subalternos, amigos, líderes de todos los partidos políticos –sin distinción de siglas- y ni duda cabe, de que él también debió hacerse de más de un terrenito.

Se dice que no hay una Secretaría en la que no cunda el desorden financiero, además de elevar el pasivo de la entidad, a cerca de 30 mil millones de pesos, mientras se presume un desvío a su cargo, por otros dos mil millones.

Se ordenaron avalúos comerciales, de las zonas que repartió tan dadivosamente, para poder calcular la afectación económica, a las arcas estatales. Y con la revisión seguirán saliendo los espeluznantes hurtos, de este “Golden boy” priísta, en otros momentos “orgullo para el tricolor”.

Si la Procuraduría General de la República acelera las investigaciones, dentro de poco se tendrán órdenes de aprehensión. Habrá entonces que emitir la ficha roja de Interpol para buscarlo por cielo, mar y tierra, en vista de que hace meses se hizo ojo de hormiga. ¿Y aparecerá? Más seguro que su transformación en invisible se parezca a la del jarocho Javier Duarte, al que no encuentran ni buscándolo “con lupa”.

El equipo que llevó al poder Beatriz Paredes salió de “armas tomar”. Dejaron en la calle a sus entidades, tomaron las de Villadiego y, hasta ahora, el único que está tras las rejas es el panista sonorense, Guillermo Padrés -otro pájaro de cuenta-, aunque solo por una querella de cerca de 200 millones de pesos, cuando dejó un adeudo de 32 mil 500 millones.¿Hay incapacidad para probarles desvíos, o es contubernio?

Sumar los pasivos de Nuevo León, sin olvidar el del coahuilense Humberto Moreira, Chihuahua, Veracruz, Quintana Roo, más lo que siga saliendo a la luz pública, nos da una idea de lo que ha sido el saqueo nacional.

Miles de millones desaparecidos por esta sarta de bandoleros, a los que no se toca. Impunes con sus riquezas mal habidas, mientras sus sucesores se truenan los dedos para pagar la nómina.

¿Qué la ley no aplica para todos? Por lo pronto exime a esta punta de ratas, doblemente culpables por su inmoralidad al desfalcar a un pueblo.

catalinanq@hotmail.com

Twitter: @catalinanq

  • Catalina Noriega
  • ¡Intocables!

El último destape, en cuanto a gobernadores corruptos, es el del quintanarroense, Roberto Borge, “desaparecido del mapa” antes incluso, de que Carlos Joaquín tomara protesta.

El joven sátrapa resultó de carrera larga, desde los inicios de su “mandato”. Se denunciaron sus celebérrimas fiestas, en las que corría el alcohol, junto a banquetes dignos de los dioses del Olimpo.

Se sabía de su represión a la prensa libre y de las porquerías que organizaba para devastar a sus enemigos de la pluma. El caso de la revista Luces del Siglo fue demencial: mandó falsificar la portada, en la que aparecía el aviso de un reportaje –por alguna de sus múltiples arbitrariedades-, para cambiarlo por una loa a su favor. Castigó sin límite, a quienes se atrevían a denunciar, hasta que acalló las voces en su contra.

La rapiña, las excentricidades y el despilfarro fueron ilimitados. Lo que ahora revela la administración en turno, parece solo la punta de una madeja que, de desenredarse mostrará los alcances de las pillerías de este sátrapa.

Se presentaron denuncias, ante la PGR, por la venta, a precios ridículos, de nueve mil 500 hectáreas de reserva territorial del Estado. En Bacalar se vendió un siete por ciento de la reserva. En Felipe Carrillo Puerto, un 10; en Tulum, un dos. En Benito Juárez (Cancún), un 36 por ciento; en Cozumel, casi el 50; en Solidaridad un 52 y en Puerto Morelos un 60. Dejó unas muestras, para que nadie se quejara.

En la lista de los favorecidos aparecen familiares, subalternos, amigos, líderes de todos los partidos políticos –sin distinción de siglas- y ni duda cabe, de que él también debió hacerse de más de un terrenito.

Se dice que no hay una Secretaría en la que no cunda el desorden financiero, además de elevar el pasivo de la entidad, a cerca de 30 mil millones de pesos, mientras se presume un desvío a su cargo, por otros dos mil millones.

Se ordenaron avalúos comerciales, de las zonas que repartió tan dadivosamente, para poder calcular la afectación económica, a las arcas estatales. Y con la revisión seguirán saliendo los espeluznantes hurtos, de este “Golden boy” priísta, en otros momentos “orgullo para el tricolor”.

Si la Procuraduría General de la República acelera las investigaciones, dentro de poco se tendrán órdenes de aprehensión. Habrá entonces que emitir la ficha roja de Interpol para buscarlo por cielo, mar y tierra, en vista de que hace meses se hizo ojo de hormiga. ¿Y aparecerá? Más seguro que su transformación en invisible se parezca a la del jarocho Javier Duarte, al que no encuentran ni buscándolo “con lupa”.

El equipo que llevó al poder Beatriz Paredes salió de “armas tomar”. Dejaron en la calle a sus entidades, tomaron las de Villadiego y, hasta ahora, el único que está tras las rejas es el panista sonorense, Guillermo Padrés -otro pájaro de cuenta-, aunque solo por una querella de cerca de 200 millones de pesos, cuando dejó un adeudo de 32 mil 500 millones.¿Hay incapacidad para probarles desvíos, o es contubernio?

Sumar los pasivos de Nuevo León, sin olvidar el del coahuilense Humberto Moreira, Chihuahua, Veracruz, Quintana Roo, más lo que siga saliendo a la luz pública, nos da una idea de lo que ha sido el saqueo nacional.

Miles de millones desaparecidos por esta sarta de bandoleros, a los que no se toca. Impunes con sus riquezas mal habidas, mientras sus sucesores se truenan los dedos para pagar la nómina.

¿Qué la ley no aplica para todos? Por lo pronto exime a esta punta de ratas, doblemente culpables por su inmoralidad al desfalcar a un pueblo.

catalinanq@hotmail.com

Twitter: @catalinanq