/ miércoles 14 de junio de 2017

Cuchillito de Palo

La unión hace la fuerza

Se equivoca López Obrador, al hacer a un lado al PRD, en lo que sería una posible alianza de las Izquierdas para el 2018. Lo vivió en el Estado de México e ignora la lección: de haber ido con el Sol Azteca se habría echado el triunfo a la bolsa.

No cambia, a pesar de su discurso. Su intolerancia lo lleva a confrontaciones estériles, convencido de una sola verdad que, en cualquier momento puede modificarse. Insiste en que es el puntero para la presidencial; se olvida de la volatilidad del voto, de que aún faltan doce meses y de las otras tantas circunstancias que podrían acarrearle un nuevo fracaso.

Insultar al que fue su partido –donde ocupó la Presidencia- y necear en que sólo irá de la mano del PT es un absurdo. Declaró que el PRD “no es un partido de Izquierda, sino de mercenarios”. Podría ver de quien se rodea y de dónde provienen.

Por lo pronto, a más de uno escamó con el apoyo a Delfina, por parte del exlíder de la SNTE, Ochoa y el yerno de Elba Esther Gordillo, González. Si bien es cierto que un porcentaje alto de maestros, en el fondo de su corazón, apoya a la dirigente encarcelada, la sociedad en general satanizó a la que considera el símbolo de la podredumbre sindical. De un corporativismo corrupto, del que forma parte el petrolero Romero Deschamp y secuaces, a quienes en la misma medida se querría ver tras las rejas.

Incluyó también, en las filas de su Morena, a otro líder de vergüenza, Fernando Espino, mandamás del gremio del Metro de la Ciudad de México. Espino, quien cambia de militancia como de camiseta, ha hecho y deshecho a su antojo, con el medio de transporte colectivo, sin que, Jefe de Gobierno capitalino, se atreva a tocarlo. AMLO jala a semejante joya.

A su exabrupto contra el PRD, varios perredistas le contestaron, pero sobresalió la entrevista a René Bejarano (Su otrora incondicional), en el periódico Milenio. El conocido como el “Señor de las ligas”, dijo, entre otras afirmaciones duras, que el tabasqueño “apostó a ganar solo y sumando a una manada de solovinos y personas polémicas. Que prefirió perder que cohesionar y que hay que analizar su falta de crítica a Maduro (El venezolano)”.

Se dirá que Bejarano carece de la calidad moral para criticar a quien fue su socio. Él, sin embargo, estuvo sujeto a proceso, mientras quien indudablemente sabía del negocio para conseguir fondos, lo dejaba solo.

El caso es similar al de Eva Cadena, la diputada veracruzana, a la que se pescó con las manos en la masa. Las elecciones la mandaron al olvido y ni quien se acuerde de las confesiones de la exmorenista.

En cuanto a su apapacho al Partido del Trabajo, pareciera que desconoce de dónde surgió. Habría que refrescarle la memoria y recordarle que fue hechura de Raúl Salinas de Gortari, quien con un grupo de amigos fundó el mentado organismo. ¿Será cierto que entre sus miembros ya no queda ningún cercano, a quienes califica como la mera mafia del Poder?

Abre la puerta a la que podría ser alianza del PAN y el PRD, para el ambicionado 18. Habrá, sin duda, un conflicto mayúsculo. Crece el número de suspirantes y se ve difícil que ninguno esté dispuesto a darle el paso a otro.

La Zavala arranca su gira por la República, después de destazar a Acción Nacional, con sus aberrantes videos. Su ataque a Anaya  empieza a revertírsele, como se vio en San Luis Potosí, donde en un mitin le gritaron asesina. Se confirma que el dividir puede aniquilar.

Se viene una auténtica carnicería, que pudiera darle vuelta a las certezas de López Obrador y hundirlo en un tercer espejismo.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

La unión hace la fuerza

Se equivoca López Obrador, al hacer a un lado al PRD, en lo que sería una posible alianza de las Izquierdas para el 2018. Lo vivió en el Estado de México e ignora la lección: de haber ido con el Sol Azteca se habría echado el triunfo a la bolsa.

No cambia, a pesar de su discurso. Su intolerancia lo lleva a confrontaciones estériles, convencido de una sola verdad que, en cualquier momento puede modificarse. Insiste en que es el puntero para la presidencial; se olvida de la volatilidad del voto, de que aún faltan doce meses y de las otras tantas circunstancias que podrían acarrearle un nuevo fracaso.

Insultar al que fue su partido –donde ocupó la Presidencia- y necear en que sólo irá de la mano del PT es un absurdo. Declaró que el PRD “no es un partido de Izquierda, sino de mercenarios”. Podría ver de quien se rodea y de dónde provienen.

Por lo pronto, a más de uno escamó con el apoyo a Delfina, por parte del exlíder de la SNTE, Ochoa y el yerno de Elba Esther Gordillo, González. Si bien es cierto que un porcentaje alto de maestros, en el fondo de su corazón, apoya a la dirigente encarcelada, la sociedad en general satanizó a la que considera el símbolo de la podredumbre sindical. De un corporativismo corrupto, del que forma parte el petrolero Romero Deschamp y secuaces, a quienes en la misma medida se querría ver tras las rejas.

Incluyó también, en las filas de su Morena, a otro líder de vergüenza, Fernando Espino, mandamás del gremio del Metro de la Ciudad de México. Espino, quien cambia de militancia como de camiseta, ha hecho y deshecho a su antojo, con el medio de transporte colectivo, sin que, Jefe de Gobierno capitalino, se atreva a tocarlo. AMLO jala a semejante joya.

A su exabrupto contra el PRD, varios perredistas le contestaron, pero sobresalió la entrevista a René Bejarano (Su otrora incondicional), en el periódico Milenio. El conocido como el “Señor de las ligas”, dijo, entre otras afirmaciones duras, que el tabasqueño “apostó a ganar solo y sumando a una manada de solovinos y personas polémicas. Que prefirió perder que cohesionar y que hay que analizar su falta de crítica a Maduro (El venezolano)”.

Se dirá que Bejarano carece de la calidad moral para criticar a quien fue su socio. Él, sin embargo, estuvo sujeto a proceso, mientras quien indudablemente sabía del negocio para conseguir fondos, lo dejaba solo.

El caso es similar al de Eva Cadena, la diputada veracruzana, a la que se pescó con las manos en la masa. Las elecciones la mandaron al olvido y ni quien se acuerde de las confesiones de la exmorenista.

En cuanto a su apapacho al Partido del Trabajo, pareciera que desconoce de dónde surgió. Habría que refrescarle la memoria y recordarle que fue hechura de Raúl Salinas de Gortari, quien con un grupo de amigos fundó el mentado organismo. ¿Será cierto que entre sus miembros ya no queda ningún cercano, a quienes califica como la mera mafia del Poder?

Abre la puerta a la que podría ser alianza del PAN y el PRD, para el ambicionado 18. Habrá, sin duda, un conflicto mayúsculo. Crece el número de suspirantes y se ve difícil que ninguno esté dispuesto a darle el paso a otro.

La Zavala arranca su gira por la República, después de destazar a Acción Nacional, con sus aberrantes videos. Su ataque a Anaya  empieza a revertírsele, como se vio en San Luis Potosí, donde en un mitin le gritaron asesina. Se confirma que el dividir puede aniquilar.

Se viene una auténtica carnicería, que pudiera darle vuelta a las certezas de López Obrador y hundirlo en un tercer espejismo.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq