/ lunes 21 de noviembre de 2016

Cuentas Claras

  • Carolina Navarrete
  • El efecto Trump

Puede ser que tenga razón el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, cuando dice que Donald Trump ya no es un huracán categoría cinco para la economía mexicana, pero es evidente el impacto que se refleja en la alta volatilidad del tipo de cambio, que el viernes cerró en casi 21 pesos por dólar.

Y a esto hay que sumar el inminente aumento en las tasas de interés en Estados Unidos. Ambos factores hicieron que el Banco de México elevara en medio punto la tasa de interés interbancaria, lo que indudablemente tendrá repercusiones en el crecimiento de la economía nacional.

Carstens considera que el Presidente electo de Estados Unidos ha sido más conciliador en sus declaraciones, pero hasta ahora solo se han visto esbozos de la política económica que aplicará el próximo Gobierno de la Unión Americana. Y mientras no se conozca a fondo la estrategia que aplicará, la volatilidad estará presente.

No hablamos solamente del dichoso muro fronterizo, sino de la posibilidad de que implemente medidas que obstaculicen el comercio y la inversión extranjera. Recordemos que en muchas ocasiones ha dicho que renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y amenaza con sancionar a las empresas que se trasladen al territorio mexicano.

Por lo pronto, el dólar se ha apreciado y tiene el nivel más alto de los últimos 13 años frente al resto de las monedas del mundo. En este entorno, el peso ha perdido alrededor de 10 por ciento y en la medida en que se deprecia el peso frente al dólar, se elevan los precios de las mercancías.

Se espera que la inflación finalice el año ligeramente arriba del tres por ciento y aunque para el 2017 la expectativa es de tres por ciento, existe el riesgo de que continúe o se acelere la depreciación del peso, lo que elevaría las expectativas de inflación.

Por eso el Banco de México decidió aumentar en medio punto porcentual la tasa de interés interbancaria, en busca de mantener una inflación baja, con lo que la ubicó en 5.25 por ciento anual. Pero no se descarta un incremento adicional cuando la Reserva Federal de Estados Unidos anuncie en diciembre que subirá sus tasas de interés.

El aumento de las tasas de interés incrementa el costo del dinero y esto desacelerará el consumo, afectará la capacidad de pago de empresas y consumidores deudores, y tendrá repercusiones en el ritmo de crecimiento de la economía nacional.

Pero es irremediable el aumento en las tasas de interés, no solo para mantener ancladas las expectativas de inflación, sino para mantener el atractivo de la deuda mexicana y se mantengan en el país los flujos de capital extranjero, porque después del triunfo de Trump, los capitales en países emergentes (conocidos como golondrinos) han empezado a volar hacia inversiones en dólares.

Y un fuerte factor de incertidumbre se relaciona con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Trump habló primero de cancelarlo, aunque después habló de renegociarlo. En este tema es importante la posición que adoptará el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien se espera que pronto se reúna con el presidente Enrique Peña Nieto para coordinar posiciones.

Se espera que desde el primer día de Gobierno, Donald Trump informe a los mandatarios de México y Canadá de sus intenciones en este tema que para nuestro país es fundamental, ya que el 80 por ciento de nuestras exportaciones van a Estados Unidos.

Aquí en México las autoridades han mostrado su disposición a renegociar algunas condiciones porque ha sido un modelo que ha estado vigente durante más de 20 años, pero habrá que ver qué es lo que propone Trump. caro.navarrete@yahoo.com.mx

  • Carolina Navarrete
  • El efecto Trump

Puede ser que tenga razón el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, cuando dice que Donald Trump ya no es un huracán categoría cinco para la economía mexicana, pero es evidente el impacto que se refleja en la alta volatilidad del tipo de cambio, que el viernes cerró en casi 21 pesos por dólar.

Y a esto hay que sumar el inminente aumento en las tasas de interés en Estados Unidos. Ambos factores hicieron que el Banco de México elevara en medio punto la tasa de interés interbancaria, lo que indudablemente tendrá repercusiones en el crecimiento de la economía nacional.

Carstens considera que el Presidente electo de Estados Unidos ha sido más conciliador en sus declaraciones, pero hasta ahora solo se han visto esbozos de la política económica que aplicará el próximo Gobierno de la Unión Americana. Y mientras no se conozca a fondo la estrategia que aplicará, la volatilidad estará presente.

No hablamos solamente del dichoso muro fronterizo, sino de la posibilidad de que implemente medidas que obstaculicen el comercio y la inversión extranjera. Recordemos que en muchas ocasiones ha dicho que renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y amenaza con sancionar a las empresas que se trasladen al territorio mexicano.

Por lo pronto, el dólar se ha apreciado y tiene el nivel más alto de los últimos 13 años frente al resto de las monedas del mundo. En este entorno, el peso ha perdido alrededor de 10 por ciento y en la medida en que se deprecia el peso frente al dólar, se elevan los precios de las mercancías.

Se espera que la inflación finalice el año ligeramente arriba del tres por ciento y aunque para el 2017 la expectativa es de tres por ciento, existe el riesgo de que continúe o se acelere la depreciación del peso, lo que elevaría las expectativas de inflación.

Por eso el Banco de México decidió aumentar en medio punto porcentual la tasa de interés interbancaria, en busca de mantener una inflación baja, con lo que la ubicó en 5.25 por ciento anual. Pero no se descarta un incremento adicional cuando la Reserva Federal de Estados Unidos anuncie en diciembre que subirá sus tasas de interés.

El aumento de las tasas de interés incrementa el costo del dinero y esto desacelerará el consumo, afectará la capacidad de pago de empresas y consumidores deudores, y tendrá repercusiones en el ritmo de crecimiento de la economía nacional.

Pero es irremediable el aumento en las tasas de interés, no solo para mantener ancladas las expectativas de inflación, sino para mantener el atractivo de la deuda mexicana y se mantengan en el país los flujos de capital extranjero, porque después del triunfo de Trump, los capitales en países emergentes (conocidos como golondrinos) han empezado a volar hacia inversiones en dólares.

Y un fuerte factor de incertidumbre se relaciona con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Trump habló primero de cancelarlo, aunque después habló de renegociarlo. En este tema es importante la posición que adoptará el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien se espera que pronto se reúna con el presidente Enrique Peña Nieto para coordinar posiciones.

Se espera que desde el primer día de Gobierno, Donald Trump informe a los mandatarios de México y Canadá de sus intenciones en este tema que para nuestro país es fundamental, ya que el 80 por ciento de nuestras exportaciones van a Estados Unidos.

Aquí en México las autoridades han mostrado su disposición a renegociar algunas condiciones porque ha sido un modelo que ha estado vigente durante más de 20 años, pero habrá que ver qué es lo que propone Trump. caro.navarrete@yahoo.com.mx