/ domingo 18 de junio de 2017

Desde tierras mundialistas

A México le tocará abrir su Copa Confederaciones con el partido más enrarecido.

Todos los caminos en Kazán, la pequeña y hasta hace un par de días poco conocida ciudad tártara, llevan al delantero del Real Madrid, Cristiano Ronaldo; por la probable operación más millonaria del futbol (400 millones de euros entre traspaso y salario), por uno de los conflictos fiscales más sonados en la historia del deporte, por darse en el preciso momento en el que va camino a ganar el que sería su quinto Balón de Oro.

Es decir, para el partido de este domingo se espera tanto morbo como balón en la cancha de esta localidad sobre el río Volga.

¿Cómo afectarán estas circunstancia al crack portugués? Por antecedentes, podemos asumir que lejos de perjudicarle tienden a motivarle. Tan orgulloso como voraz delantero suele expresarse mejor bajo presión, cuando sabe que más se le analiza, en esos instantes de criticismo.

No exagero al decir que toda distracción defensiva se reflejará en el marcador, porque ahí estará Cristiano; en su omnipresencia ofensiva, tan cómodo en ese nuevo rol rematador y depredador que ha perfeccionado en el último trimestre, adicionado con el espléndido estado físico con que ha cerrado la temporada.

Si de algo puede estar orgulloso Juan Carlos Osorio a lo largo de los 20 meses en que ha manejado a la Selección mexicana, es de que en muy pocos partidos ha recibido gol. Nada menos que en apenas 9 de 24 cotejos dirigidos…, pero vale la pena destacar que entre ellos deben incluirse los más importantes: por ejemplo, en la Copa América Centenario o en los dos duelos eliminatorios frente a Estados Unidos. En su debut en la Confederaciones 2017, la concentración abajo no es opcional para el Tricolor: todo fallo habrá de calcularse como gol en contra.

Del otro lado, la Selección de Portugal es mucho más que su capitán y número 7; de hecho, es incluso más que cuando un año atrás, a trompicones y beneficiada por un camino relativamente sencillo, llegó hasta la final. Doce meses de gran crecimiento para algunos que en la Eurocopa de Francia 2016 eran promesas o de plano no estuvieron en el plantel por su juventud: el lateral Guerreiro, los ofensivos André Silva, Gelson Martins y Bernardo Silva, incluso el volante André Gomes al que tanto se atacó en el Barcelona esta temporada.

Precisamente este domingo, el proyecto Juan Carlos Osorio cumple un año del 7-0 ante Chile; un año de muy eficaces eliminatorias y de una tranquilidad para clasificar al Mundial que al menos desde 2005 no se veía; un año que, sin embargo, no ha bastado para alejar los nubarrones de ilegitimidad.

Si ha de recuperar la confianza, será imponiéndose en un certamen oficial ante un rival como éste.

¿Partido enrarecido? Para México, sí, en este primer aniversario de la derrota más abultada de su historia. Y para el planeta entero también lo es, por la presencia del hombre que lleva un mes copando un día sí y otro también, encabezados de la prensa de todos los rincones del mundo.

Y es que todos los caminos en Kazán, llevan a Cristiano Ronaldo.

A México le tocará abrir su Copa Confederaciones con el partido más enrarecido.

Todos los caminos en Kazán, la pequeña y hasta hace un par de días poco conocida ciudad tártara, llevan al delantero del Real Madrid, Cristiano Ronaldo; por la probable operación más millonaria del futbol (400 millones de euros entre traspaso y salario), por uno de los conflictos fiscales más sonados en la historia del deporte, por darse en el preciso momento en el que va camino a ganar el que sería su quinto Balón de Oro.

Es decir, para el partido de este domingo se espera tanto morbo como balón en la cancha de esta localidad sobre el río Volga.

¿Cómo afectarán estas circunstancia al crack portugués? Por antecedentes, podemos asumir que lejos de perjudicarle tienden a motivarle. Tan orgulloso como voraz delantero suele expresarse mejor bajo presión, cuando sabe que más se le analiza, en esos instantes de criticismo.

No exagero al decir que toda distracción defensiva se reflejará en el marcador, porque ahí estará Cristiano; en su omnipresencia ofensiva, tan cómodo en ese nuevo rol rematador y depredador que ha perfeccionado en el último trimestre, adicionado con el espléndido estado físico con que ha cerrado la temporada.

Si de algo puede estar orgulloso Juan Carlos Osorio a lo largo de los 20 meses en que ha manejado a la Selección mexicana, es de que en muy pocos partidos ha recibido gol. Nada menos que en apenas 9 de 24 cotejos dirigidos…, pero vale la pena destacar que entre ellos deben incluirse los más importantes: por ejemplo, en la Copa América Centenario o en los dos duelos eliminatorios frente a Estados Unidos. En su debut en la Confederaciones 2017, la concentración abajo no es opcional para el Tricolor: todo fallo habrá de calcularse como gol en contra.

Del otro lado, la Selección de Portugal es mucho más que su capitán y número 7; de hecho, es incluso más que cuando un año atrás, a trompicones y beneficiada por un camino relativamente sencillo, llegó hasta la final. Doce meses de gran crecimiento para algunos que en la Eurocopa de Francia 2016 eran promesas o de plano no estuvieron en el plantel por su juventud: el lateral Guerreiro, los ofensivos André Silva, Gelson Martins y Bernardo Silva, incluso el volante André Gomes al que tanto se atacó en el Barcelona esta temporada.

Precisamente este domingo, el proyecto Juan Carlos Osorio cumple un año del 7-0 ante Chile; un año de muy eficaces eliminatorias y de una tranquilidad para clasificar al Mundial que al menos desde 2005 no se veía; un año que, sin embargo, no ha bastado para alejar los nubarrones de ilegitimidad.

Si ha de recuperar la confianza, será imponiéndose en un certamen oficial ante un rival como éste.

¿Partido enrarecido? Para México, sí, en este primer aniversario de la derrota más abultada de su historia. Y para el planeta entero también lo es, por la presencia del hombre que lleva un mes copando un día sí y otro también, encabezados de la prensa de todos los rincones del mundo.

Y es que todos los caminos en Kazán, llevan a Cristiano Ronaldo.

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