/ jueves 7 de enero de 2016

Desde tierras olímpicas | Alberto Lati

Un rápido vistazo a la maqueta final del Parque Olímpico carioca, nos permite entender que el hilo conductor de los escenarios de estos Juegos es el mismo que el de Río de Janeiro: la denominada Calzada Portuguesa.

Esa avenida paralela a las playas de Copacabana e Ipanema, con pedrería gris y negra haciendo formas en su incrustación sobre el pavimento, da pauta para comprender una de las características esenciales del paisaje brasileño.

Las famosas olas de Copacabana, presentes también en la antorcha olímpica, aparecen en numerosos puntos del Parque Olímpico de Barra de Tijuca.

¿Cuál es su origen? Como me explicaba Cristovao Duarte, experto en urbanismo, es una copia de una calle de la capital portuguesa: “Esta es la reproducción de las olas de la plaza de Rocío en Lisboa, que representan la corriente del río Tajo a su encuentro con el mar. Aquí de frente a esta playa, al oceano Atlántico, las olas tienen una razón de ser todavía más evidente”. Esa es la razón del célebre diseño de Copacabana, pero hay una más curiosa que posibilitó el estilo de construcción con la pedrería, como detallaba el propio Duarte: “Es muy curioso que la primera calzada de Copacabana fue traída de Lisboa. Al inicio de la colonización portuguesa, las carabelas venían vacías a Brasil y regresaban a Portugal llenas de mercancías. Para asegurar la estabilidad del barco, necesitaban poner piedras como balance al fondo del barco; esas piedras se usaron para hacer la calzada”.

Tiempo después, el artista Roberto Burle Marx hizo el mosaico más grande del mundo al definir el diseño de toda la calzada de Copacabana, lienzo de cinco kilómetros. En inicio se pretendió efectuar una serie de jardines, aunque finalmente se inclinaron por ese sello que terminó por definir a Río de Janeiro.

Por ello, Villa Olímpica y Parque Olímpico están tan apegados a esos bosquejos. Por ello era esperable la calzada portuguesa en las principales instalaciones de los Juegos. Por ello el caminar por ese complejo deportivo remitirá a los bellos paseos por los puntos más afamados de Río de Janeiro, como lo son Copacabana e Ipanema, pero también Flamento, Botafogo, Tijuca, Lapa y demás.

Twitter/albertolati

/arm

Un rápido vistazo a la maqueta final del Parque Olímpico carioca, nos permite entender que el hilo conductor de los escenarios de estos Juegos es el mismo que el de Río de Janeiro: la denominada Calzada Portuguesa.

Esa avenida paralela a las playas de Copacabana e Ipanema, con pedrería gris y negra haciendo formas en su incrustación sobre el pavimento, da pauta para comprender una de las características esenciales del paisaje brasileño.

Las famosas olas de Copacabana, presentes también en la antorcha olímpica, aparecen en numerosos puntos del Parque Olímpico de Barra de Tijuca.

¿Cuál es su origen? Como me explicaba Cristovao Duarte, experto en urbanismo, es una copia de una calle de la capital portuguesa: “Esta es la reproducción de las olas de la plaza de Rocío en Lisboa, que representan la corriente del río Tajo a su encuentro con el mar. Aquí de frente a esta playa, al oceano Atlántico, las olas tienen una razón de ser todavía más evidente”. Esa es la razón del célebre diseño de Copacabana, pero hay una más curiosa que posibilitó el estilo de construcción con la pedrería, como detallaba el propio Duarte: “Es muy curioso que la primera calzada de Copacabana fue traída de Lisboa. Al inicio de la colonización portuguesa, las carabelas venían vacías a Brasil y regresaban a Portugal llenas de mercancías. Para asegurar la estabilidad del barco, necesitaban poner piedras como balance al fondo del barco; esas piedras se usaron para hacer la calzada”.

Tiempo después, el artista Roberto Burle Marx hizo el mosaico más grande del mundo al definir el diseño de toda la calzada de Copacabana, lienzo de cinco kilómetros. En inicio se pretendió efectuar una serie de jardines, aunque finalmente se inclinaron por ese sello que terminó por definir a Río de Janeiro.

Por ello, Villa Olímpica y Parque Olímpico están tan apegados a esos bosquejos. Por ello era esperable la calzada portuguesa en las principales instalaciones de los Juegos. Por ello el caminar por ese complejo deportivo remitirá a los bellos paseos por los puntos más afamados de Río de Janeiro, como lo son Copacabana e Ipanema, pero también Flamento, Botafogo, Tijuca, Lapa y demás.

Twitter/albertolati

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