/ viernes 19 de agosto de 2016

ESTO y algo más

“Algunas personas causan felicidad

a donde van; otras, cuando se van”.

Oscar Wilde Alfredo Castillo nunca pensó que sería el hombre más denostado por los magros resultados de la delegación mexicana en Río, hasta el Senado de la República está planeando citarlo (algunos congresistas van más allá y planten inmediatamente su renuncia), para que dé explicaciones del fracaso olímpico. Ahora bien,en los primeros días de competencia y ante la eliminación de los equipos de tiro con arco y clavados, los cuales pronosticaban medallas, el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporteno dejó de lanzar acusaciones a diestra y siniestra, primero a los jueces inventando un “compló” en contra de los deportistas mexicanos por no pagar la deuda de 5 millones de dólares a la FINA por la cancelación del selectivo en Guadalajara; después buscó sangre con los federativos mexicanos y directivos; y, finalmente, confrontó a los mismos deportistas alegando que la Conade no era una agencia de viajes. Sin embargo, aunque pueden ser ciertas algunas acusaciones de corrupción y malos manejos del presupuesto por parte de varias federaciones, las palabras del excomisionado en Michoacán fueron acalladas rápidamente porque salieron a la luz, en primer lugar, por el nepotismo en las asignaciones de puestos en la misma Conade; viajes de directivos a Brasil, gafetes de la justa olímpica otorgados a personal que no tenían nada que ver con el desempeño de los atletas; acreditaciones a fotógrafos dedicados exclusivamente a registrar la actuación de Castillo dejando en México entrenadores, preparadores físicos y médicos para los deportistas; y hasta imágenes de su novia en las sedes olímpicas vistiendo ropa oficial de la delegación. Todo esto sin contar la lucha de declaraciones que ha sostenido en contra de Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano, por la responsabilidad del fracaso.

Castillo Cervantes tiene un largo historial en puestos gubernamentales, todos auspiciados por el actual presidente Peña Nieto. El primer cargo importante fue cuando asumió la Procuraduría General de Justicia en el Estado de México (Edomex), en 2010, con el objetivo principal de resolver el “Caso Paulette”, en el cual se realizó una búsqueda intensiva por varios días siendo encontrada la menor en el interior de su propia casa, resultando una investigación plagada de irregularidades y dudas. Después de su paso por la Procuraduría del Edomex y la PGR, fue asignado como Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, dejando como resultado una masacre sin resolver de más de 16 muertos en el municipio de Apatzingán; armó civiles con nula capacitación para detener a Servando Gómez “La tuta”, originando una guerra civil entre bandas por el control del Puerto de Lázaro Cárdenas; asimismo, metió a la cárcel al líder de las Autodefensas José Manuel Mireles por sus críticas al Gobierno federal, otorgándole vía libre al Cártel Jalisco Nueva Generación que vino a sustituir a los Templarios y a la Familia Michoacana. Con estos antecedentes, ¿qué experiencia tenía para que le dieran la responsabilidad de dirigir el deporte nacional?

Con todos estos fracasos en su carrera política y con únicamente puestos de seguridad en su haber, Castillo fue premiado por el Presidente otorgándole la Conade. Una vez instalado en la Comisión y fiel a su instinto, buscó por todos los medios “limpiar” las federaciones mediante acusaciones y amenazas legales, lo que ocasionó que los dirigentes deportivos formaran un bloque en contra de él. Por tal motivo, hoy se encuentra la Conade y las federaciones en una disputa legal por los presupuestos, por su parte, el deporte mexicano se encuentra detenido y los deportistas en la incertidumbre y hasta boteando. La Olimpiada está a unos cuantos días de terminar y parece que vamos a tener una de las peores actuaciones en la historia. ¿Se atreverá el presidente Peña y su incondicional Nuño a pedirle la renuncia a Alfredo Castillo? Esperemos que este fracaso ocasione la revolución que tanto necesita nuestro deporte de alto rendimiento. Pero luce complicado. Veremos.

Algo Más. La contratación del “Chepo” de la Torre, en Santos, demuestra la escasez de entrenadores que tiene el futbol mexicano. La Liga está controlada por este pequeño grupo que no deja de tener chamba sin importar sus resultados. pedropenaloza@yahoo.com

Twitter: @pedro_penaloz

“Algunas personas causan felicidad

a donde van; otras, cuando se van”.

Oscar Wilde Alfredo Castillo nunca pensó que sería el hombre más denostado por los magros resultados de la delegación mexicana en Río, hasta el Senado de la República está planeando citarlo (algunos congresistas van más allá y planten inmediatamente su renuncia), para que dé explicaciones del fracaso olímpico. Ahora bien,en los primeros días de competencia y ante la eliminación de los equipos de tiro con arco y clavados, los cuales pronosticaban medallas, el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporteno dejó de lanzar acusaciones a diestra y siniestra, primero a los jueces inventando un “compló” en contra de los deportistas mexicanos por no pagar la deuda de 5 millones de dólares a la FINA por la cancelación del selectivo en Guadalajara; después buscó sangre con los federativos mexicanos y directivos; y, finalmente, confrontó a los mismos deportistas alegando que la Conade no era una agencia de viajes. Sin embargo, aunque pueden ser ciertas algunas acusaciones de corrupción y malos manejos del presupuesto por parte de varias federaciones, las palabras del excomisionado en Michoacán fueron acalladas rápidamente porque salieron a la luz, en primer lugar, por el nepotismo en las asignaciones de puestos en la misma Conade; viajes de directivos a Brasil, gafetes de la justa olímpica otorgados a personal que no tenían nada que ver con el desempeño de los atletas; acreditaciones a fotógrafos dedicados exclusivamente a registrar la actuación de Castillo dejando en México entrenadores, preparadores físicos y médicos para los deportistas; y hasta imágenes de su novia en las sedes olímpicas vistiendo ropa oficial de la delegación. Todo esto sin contar la lucha de declaraciones que ha sostenido en contra de Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano, por la responsabilidad del fracaso.

Castillo Cervantes tiene un largo historial en puestos gubernamentales, todos auspiciados por el actual presidente Peña Nieto. El primer cargo importante fue cuando asumió la Procuraduría General de Justicia en el Estado de México (Edomex), en 2010, con el objetivo principal de resolver el “Caso Paulette”, en el cual se realizó una búsqueda intensiva por varios días siendo encontrada la menor en el interior de su propia casa, resultando una investigación plagada de irregularidades y dudas. Después de su paso por la Procuraduría del Edomex y la PGR, fue asignado como Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, dejando como resultado una masacre sin resolver de más de 16 muertos en el municipio de Apatzingán; armó civiles con nula capacitación para detener a Servando Gómez “La tuta”, originando una guerra civil entre bandas por el control del Puerto de Lázaro Cárdenas; asimismo, metió a la cárcel al líder de las Autodefensas José Manuel Mireles por sus críticas al Gobierno federal, otorgándole vía libre al Cártel Jalisco Nueva Generación que vino a sustituir a los Templarios y a la Familia Michoacana. Con estos antecedentes, ¿qué experiencia tenía para que le dieran la responsabilidad de dirigir el deporte nacional?

Con todos estos fracasos en su carrera política y con únicamente puestos de seguridad en su haber, Castillo fue premiado por el Presidente otorgándole la Conade. Una vez instalado en la Comisión y fiel a su instinto, buscó por todos los medios “limpiar” las federaciones mediante acusaciones y amenazas legales, lo que ocasionó que los dirigentes deportivos formaran un bloque en contra de él. Por tal motivo, hoy se encuentra la Conade y las federaciones en una disputa legal por los presupuestos, por su parte, el deporte mexicano se encuentra detenido y los deportistas en la incertidumbre y hasta boteando. La Olimpiada está a unos cuantos días de terminar y parece que vamos a tener una de las peores actuaciones en la historia. ¿Se atreverá el presidente Peña y su incondicional Nuño a pedirle la renuncia a Alfredo Castillo? Esperemos que este fracaso ocasione la revolución que tanto necesita nuestro deporte de alto rendimiento. Pero luce complicado. Veremos.

Algo Más. La contratación del “Chepo” de la Torre, en Santos, demuestra la escasez de entrenadores que tiene el futbol mexicano. La Liga está controlada por este pequeño grupo que no deja de tener chamba sin importar sus resultados. pedropenaloza@yahoo.com

Twitter: @pedro_penaloz

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