/ viernes 16 de junio de 2017

ESTO... y algo más

LOS RENACIDOS

“Todo hombre tiene tres variedades de carácter: el que realmente tiene; el que aparenta, y el que cree tener”.

Jean Baptiste Alphonse Karr TODAVÍA hace un par de meses, las Chivas vivían los años más tristes y complicados en su historia. Los campeonatos no llegaban, la Liguilla se había vuelto inalcanzable, es más, el descenso estaba a la vuelta de la esquina, el proyecto no tenía pies ni cabeza y por más que cambiaban entrenadores y directivos la estabilidad se había perdido. Hoy, con las ventajas que genera el campeonato mexicano, increíblemente Guadalajara volvió a levantar un trofeo de Liga después de veinte años de altibajos, y este triunfo se magnifica con la regla 10/8 impuesta por los dueños del futbol, que acotan y encarecen el mercado de mexicanos.

De tal forma, que este resurgimiento de los rojiblancos y su campeonato, después de tocar fondo peleando el descenso, se asemeja al explorador malherido de la película de Alejandro González Iñárritu, “El Renacido”, el cual es atacado por un Oso Grizzly en medio del bosque y abandonado al borde de la muerte, pero gracias a su coraje, vuelve de la muerte para vengarse del hombre que lo dejó a su suerte y mató a su hijo. Así, bajo esta imagen que nos regala Iñárritu, se puede ilustrar la travesía de Chivas, que, en terapia intensiva por las malas decisiones de Jorge Vergara, durante casi dos décadas, pudo salir adelante pese a todo. Por eso, no es extraño que la afición se haya volcado como nunca a apoyar al equipo de sus amores, que no concebía cómo una institución de tal envergadura podía estar ocupando los últimos puestos de la tabla por varios torneos.

Ahora bien, el trofeo que hoy levanta Chivas y lo empata como uno de los clubes más ganadores de la historia junto América, se debe principalmente al resultado que logró en Monterrey y que le dio la oportunidad de jugar más libremente y sin tanta presión en casa. Recordemos que en el torneo regular, Guadalajara se había llevado tres goles cuando visitó el “Volcán”, por lo tanto, Matías Almeyda sabía que jugar con la presión alta, como normalmente afronta los compromisos, equivaldría a regalarles el partido. Así, que, mandó a sus jugadores, inédito en su corta temporada con el equipo, a marcar casi personal, por eso no fue raro ver a Pulido presionar a Guido Pizarro en la salida y Orbelín tomar a Dueñas y a Aquino. No fue el conjunto que estamos acostumbrados a ver, pero también saber defender es parte importante de éste juego y en el partido de ida Almeyda demostró que sus pupilos saben también moverse cuando no tienen el balón.

Ya en el juego de vuelta fue otra la historia. Las Chivas ahora se creían capaces de vencer a Gignac y compañía. Dejaron atrás los complejos y desarrollaron su juego dinámico y profundo, si había un lugar para coronar los grandes esfuerzos era en casa y con su gente. Al final, vivieron la presión de una delantera sumamente poderosa como la de Tigres, pero salieron avante. Al igual que el explorador del Renacido, no cesaron, y aunque todo estaba en su contra resurgieron de las cenizas, de casi estar en segunda a levantar nuevamente un trofeo de Liga.

Algo más. Llega una de las finales más pareja de los últimos años.  Juventus con una defensiva durísima y un contragolpe implacable; Real Madrid con la mejor media de Europa y un Cristiano Ronaldo maduro y en óptimas condiciones. Con tan buenas plantillas los penales están a la vista. Veremos.

pedropenaloza@yahoo.com/ Twitter: @pedro_penaloz

LOS RENACIDOS

“Todo hombre tiene tres variedades de carácter: el que realmente tiene; el que aparenta, y el que cree tener”.

Jean Baptiste Alphonse Karr TODAVÍA hace un par de meses, las Chivas vivían los años más tristes y complicados en su historia. Los campeonatos no llegaban, la Liguilla se había vuelto inalcanzable, es más, el descenso estaba a la vuelta de la esquina, el proyecto no tenía pies ni cabeza y por más que cambiaban entrenadores y directivos la estabilidad se había perdido. Hoy, con las ventajas que genera el campeonato mexicano, increíblemente Guadalajara volvió a levantar un trofeo de Liga después de veinte años de altibajos, y este triunfo se magnifica con la regla 10/8 impuesta por los dueños del futbol, que acotan y encarecen el mercado de mexicanos.

De tal forma, que este resurgimiento de los rojiblancos y su campeonato, después de tocar fondo peleando el descenso, se asemeja al explorador malherido de la película de Alejandro González Iñárritu, “El Renacido”, el cual es atacado por un Oso Grizzly en medio del bosque y abandonado al borde de la muerte, pero gracias a su coraje, vuelve de la muerte para vengarse del hombre que lo dejó a su suerte y mató a su hijo. Así, bajo esta imagen que nos regala Iñárritu, se puede ilustrar la travesía de Chivas, que, en terapia intensiva por las malas decisiones de Jorge Vergara, durante casi dos décadas, pudo salir adelante pese a todo. Por eso, no es extraño que la afición se haya volcado como nunca a apoyar al equipo de sus amores, que no concebía cómo una institución de tal envergadura podía estar ocupando los últimos puestos de la tabla por varios torneos.

Ahora bien, el trofeo que hoy levanta Chivas y lo empata como uno de los clubes más ganadores de la historia junto América, se debe principalmente al resultado que logró en Monterrey y que le dio la oportunidad de jugar más libremente y sin tanta presión en casa. Recordemos que en el torneo regular, Guadalajara se había llevado tres goles cuando visitó el “Volcán”, por lo tanto, Matías Almeyda sabía que jugar con la presión alta, como normalmente afronta los compromisos, equivaldría a regalarles el partido. Así, que, mandó a sus jugadores, inédito en su corta temporada con el equipo, a marcar casi personal, por eso no fue raro ver a Pulido presionar a Guido Pizarro en la salida y Orbelín tomar a Dueñas y a Aquino. No fue el conjunto que estamos acostumbrados a ver, pero también saber defender es parte importante de éste juego y en el partido de ida Almeyda demostró que sus pupilos saben también moverse cuando no tienen el balón.

Ya en el juego de vuelta fue otra la historia. Las Chivas ahora se creían capaces de vencer a Gignac y compañía. Dejaron atrás los complejos y desarrollaron su juego dinámico y profundo, si había un lugar para coronar los grandes esfuerzos era en casa y con su gente. Al final, vivieron la presión de una delantera sumamente poderosa como la de Tigres, pero salieron avante. Al igual que el explorador del Renacido, no cesaron, y aunque todo estaba en su contra resurgieron de las cenizas, de casi estar en segunda a levantar nuevamente un trofeo de Liga.

Algo más. Llega una de las finales más pareja de los últimos años.  Juventus con una defensiva durísima y un contragolpe implacable; Real Madrid con la mejor media de Europa y un Cristiano Ronaldo maduro y en óptimas condiciones. Con tan buenas plantillas los penales están a la vista. Veremos.

pedropenaloza@yahoo.com/ Twitter: @pedro_penaloz

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