/ viernes 8 de septiembre de 2017

ESTO... y algo más

SOÑAR NO CUESTA NADA

 

“Tiene sin duda mucho mérito vencer en el campo de batalla; pero se necesita más sabiduría y más destreza para hacer uso de la victoria”.

Polibio

 

A veces las derrotas nos enseñan más que las victorias. ¿Cómo sería el futbol mexicano si nos hubiéramos quedado fuera del Mundial de Brasil? Sí, imaginemos por un momento que la selección de los Estados Unidos, ya calificada, no hubiera ido con sus titulares a Panamá. ¿De qué tamaño hubiera sido esa crisis? ¿Qué cambios tendríamos hoy? Hagamos el ejercicio: en un primer momento, los principales afectados por la debacle serían la plana mayor de la Federación, Compeán, Decio, Bonilla, estarían fuera del balompié y tal vez de todo tipo de puesto directivo. Su retiro sería inminente.

Después, con la presión hasta el cuello todos los dueños se hubieran reunido para pedir cuentas a sus subordinados por el tremendo fracaso, el descontrol sería total, las cabezas seguirían cayendo.

Los medios, por su parte, harían polvo el proceso, despotricarían contra todos, cada ex entrenador de la selección estaría dando su visión de los hechos, hasta Televisa y Tv Azteca no pararían en sus críticas, mientras todos los aficionados estarían caminando por la calle de la amargura. El gigante de la zona humillado y fuera del campeonato mundial.

Sin embargo, con esta crisis vendrían cambios en toda la estructura de selecciones. Los partidos moleros en Estados Unidos se reducirían a un par y se buscarían encuentros en Europa, Asia o Sudamérica, el contrato con Zum se rompería y se tiraría a la basura; la elección de directivos en la Federación sería sin la intervención de las televisoras, ya que se buscaría la imparcialidad en sus nombramientos, además, se seleccionaría por méritos y conocimientos y no simplemente para hacer negocios; finalmente, se promovería un proyecto a largo plazo que involucre a todos los federativos, clubes y selecciones, con objetivos claros y los pasos a seguir.

Asimismo, se modificaría el esquema y la forma de llevar el futbol mexicano. Nunca se hubiera aprobado la Regla 10/8, es más, los clubes, dando prioridad al jugador mexicano, sólo podrían contratar tres extranjeros convirtiendo la liga de importadora a exportadora neta de futbolistas. Con esto, los salarios bajarían e incentivarían la venta de jóvenes a Europa. También, se acordaría eliminar los torneos cortos, que tanto daño ha hecho a las fuerzas básicas, porque reduce las oportunidades, y se emularían los campeonatos del viejo continente, donde el conjunto que levanta el trofeo es el que más puntos hace. Así, se buscaría la regularidad en el torneo y no simplemente los dólares que deja la Liguilla y seguramente seguiríamos fogueándonos y compitiendo en Copa Libertadores y la Sudamericana.

Tal vez este sueño luzca descabellado, pero gracias a ese gol de Graham Zusi nada cambió. Los mismos de siempre lo tienen secuestrado para beneficio personal, los federativos siguen haciendo de las suyas, la prioridad sigue siendo la ganancia rápida, nuestra Liga cada temporada se nutre de más extranjeros, el sindicato de futbolistas se ve cada vez más lejano. La calificación dio al traste con cualquier cambio profundo. Con la calificación al mundial ganaron unos cuantos pero perdió el desarrollo del balompié profesional en nuestro país. La selección no es de todos.

Algo Más. No tiene nombre lo que Juan Carlos Osorio le está haciendo a Jesús Corona al dejarlo en la banca en los dos partidos de clasificación. Chuy se ha ganado una oportunidad con sus actuaciones cada fin de semana, ha sido el héroe de su cuadro. ¿No que con las rotaciones privilegia la competencia? Pamplinas.

E-mail:pedropenaloza@yahoo.com

Twitter: @pedro_penaloz

SOÑAR NO CUESTA NADA

 

“Tiene sin duda mucho mérito vencer en el campo de batalla; pero se necesita más sabiduría y más destreza para hacer uso de la victoria”.

Polibio

 

A veces las derrotas nos enseñan más que las victorias. ¿Cómo sería el futbol mexicano si nos hubiéramos quedado fuera del Mundial de Brasil? Sí, imaginemos por un momento que la selección de los Estados Unidos, ya calificada, no hubiera ido con sus titulares a Panamá. ¿De qué tamaño hubiera sido esa crisis? ¿Qué cambios tendríamos hoy? Hagamos el ejercicio: en un primer momento, los principales afectados por la debacle serían la plana mayor de la Federación, Compeán, Decio, Bonilla, estarían fuera del balompié y tal vez de todo tipo de puesto directivo. Su retiro sería inminente.

Después, con la presión hasta el cuello todos los dueños se hubieran reunido para pedir cuentas a sus subordinados por el tremendo fracaso, el descontrol sería total, las cabezas seguirían cayendo.

Los medios, por su parte, harían polvo el proceso, despotricarían contra todos, cada ex entrenador de la selección estaría dando su visión de los hechos, hasta Televisa y Tv Azteca no pararían en sus críticas, mientras todos los aficionados estarían caminando por la calle de la amargura. El gigante de la zona humillado y fuera del campeonato mundial.

Sin embargo, con esta crisis vendrían cambios en toda la estructura de selecciones. Los partidos moleros en Estados Unidos se reducirían a un par y se buscarían encuentros en Europa, Asia o Sudamérica, el contrato con Zum se rompería y se tiraría a la basura; la elección de directivos en la Federación sería sin la intervención de las televisoras, ya que se buscaría la imparcialidad en sus nombramientos, además, se seleccionaría por méritos y conocimientos y no simplemente para hacer negocios; finalmente, se promovería un proyecto a largo plazo que involucre a todos los federativos, clubes y selecciones, con objetivos claros y los pasos a seguir.

Asimismo, se modificaría el esquema y la forma de llevar el futbol mexicano. Nunca se hubiera aprobado la Regla 10/8, es más, los clubes, dando prioridad al jugador mexicano, sólo podrían contratar tres extranjeros convirtiendo la liga de importadora a exportadora neta de futbolistas. Con esto, los salarios bajarían e incentivarían la venta de jóvenes a Europa. También, se acordaría eliminar los torneos cortos, que tanto daño ha hecho a las fuerzas básicas, porque reduce las oportunidades, y se emularían los campeonatos del viejo continente, donde el conjunto que levanta el trofeo es el que más puntos hace. Así, se buscaría la regularidad en el torneo y no simplemente los dólares que deja la Liguilla y seguramente seguiríamos fogueándonos y compitiendo en Copa Libertadores y la Sudamericana.

Tal vez este sueño luzca descabellado, pero gracias a ese gol de Graham Zusi nada cambió. Los mismos de siempre lo tienen secuestrado para beneficio personal, los federativos siguen haciendo de las suyas, la prioridad sigue siendo la ganancia rápida, nuestra Liga cada temporada se nutre de más extranjeros, el sindicato de futbolistas se ve cada vez más lejano. La calificación dio al traste con cualquier cambio profundo. Con la calificación al mundial ganaron unos cuantos pero perdió el desarrollo del balompié profesional en nuestro país. La selección no es de todos.

Algo Más. No tiene nombre lo que Juan Carlos Osorio le está haciendo a Jesús Corona al dejarlo en la banca en los dos partidos de clasificación. Chuy se ha ganado una oportunidad con sus actuaciones cada fin de semana, ha sido el héroe de su cuadro. ¿No que con las rotaciones privilegia la competencia? Pamplinas.

E-mail:pedropenaloza@yahoo.com

Twitter: @pedro_penaloz

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