/ domingo 21 de agosto de 2016

El Inicio Escolar

“Libre, y para mí sagrado, es el derecho de pensar... La educación es fundamental para la felicidad social, es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos.”

Benito Juárez. El día de mañana comienzan clases en todos los niveles educativos en México, aunque algunas instituciones de educación media y superior lo hicieron desde hace un par de semanas. Es el inicio de un nuevo ciclo escolar que exige de todos, generar los espacios adecuados para fomentar los instrumentos que nos llevarán al desarrollo de una nación incluyente y equitativa.

En el trabajo que realizamos en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, la educación a todos los niveles se vuelve un tema prioritario para mejorar las condiciones económicas y sociales de los pueblos originarios.

Para la población indígena, ir a la escuela es todo un reto. La dispersión geográfica, las condiciones agrestes y la economía familiar, son factores que provocan que nuestras niñas, niños y jóvenes indígenas no asistan a la escuela. El Gobierno federal conoce y entiende esta problemática, por ello es que la CDI trabaja en múltiples comunidades para que los niños no abandonen sus estudios.

El Programa de Apoyo a la Educación Indígena respalda la permanencia en la educación de niñas, niños y jóvenes indígenas, inscritos en escuelas públicas, a través de modelos diferenciados de atención, priorizando aquellos que no tienen opciones educativas en su comunidad. De esta forma, se han creado diversos objetivos específicos para el cumplimiento de la meta educativa y consiste en diversos apoyos, como brindar servicio de hospedaje a los beneficiarios que caminan en promedio tres horas para llegar a la escuela, a través de las Casas del Niño Indígena, verificando que éstos se mantengan en condiciones de habitabilidad, equipamiento y uso adecuado.

También se brindan servicios de alimentación a los beneficiarios de las casas y comedores del niño indígena, para contribuir a su sano crecimiento y desarrollo, procurando que se tengan las condiciones de equipamiento e infraestructura adecuada. Al apoyar con alimentación y artículos de higiene personal, a estudiantes indígenas que se encuentren integrados en espacios operados por instancias estatales, municipales y organizaciones de la sociedad civil, se logra que se promueva y facilite la permanencia en la escuela, de niños y jóvenes indígenas. Así mismo con estos objetivos fomentamos la permanencia, continuidad, conclusión y titulación de la formación educativa profesional de los jóvenes indígenas.

Como lo dijo el Benemérito de las Américas, Benito Juárez, la educación es fundamental para la felicidad social y es precisamente, ese el espíritu en el que descansan los esfuerzos de todos los que colaboramos en la CDI, al tener claro que entre mejor apoyemos la preparación académica de los niños indígenas, estaremos transitando hacia la felicidad y exigencia social de nuestros pueblos originarios que son grandes y que descansarán en el sano ejercicio de la libertad.

Iniciar, permanecer y concluir este ciclo escolar, es la gran oportunidad que tienen las niñas, niños y jóvenes indígenas para formarse un mejor futuro.

“Libre, y para mí sagrado, es el derecho de pensar... La educación es fundamental para la felicidad social, es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos.”

Benito Juárez. El día de mañana comienzan clases en todos los niveles educativos en México, aunque algunas instituciones de educación media y superior lo hicieron desde hace un par de semanas. Es el inicio de un nuevo ciclo escolar que exige de todos, generar los espacios adecuados para fomentar los instrumentos que nos llevarán al desarrollo de una nación incluyente y equitativa.

En el trabajo que realizamos en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, la educación a todos los niveles se vuelve un tema prioritario para mejorar las condiciones económicas y sociales de los pueblos originarios.

Para la población indígena, ir a la escuela es todo un reto. La dispersión geográfica, las condiciones agrestes y la economía familiar, son factores que provocan que nuestras niñas, niños y jóvenes indígenas no asistan a la escuela. El Gobierno federal conoce y entiende esta problemática, por ello es que la CDI trabaja en múltiples comunidades para que los niños no abandonen sus estudios.

El Programa de Apoyo a la Educación Indígena respalda la permanencia en la educación de niñas, niños y jóvenes indígenas, inscritos en escuelas públicas, a través de modelos diferenciados de atención, priorizando aquellos que no tienen opciones educativas en su comunidad. De esta forma, se han creado diversos objetivos específicos para el cumplimiento de la meta educativa y consiste en diversos apoyos, como brindar servicio de hospedaje a los beneficiarios que caminan en promedio tres horas para llegar a la escuela, a través de las Casas del Niño Indígena, verificando que éstos se mantengan en condiciones de habitabilidad, equipamiento y uso adecuado.

También se brindan servicios de alimentación a los beneficiarios de las casas y comedores del niño indígena, para contribuir a su sano crecimiento y desarrollo, procurando que se tengan las condiciones de equipamiento e infraestructura adecuada. Al apoyar con alimentación y artículos de higiene personal, a estudiantes indígenas que se encuentren integrados en espacios operados por instancias estatales, municipales y organizaciones de la sociedad civil, se logra que se promueva y facilite la permanencia en la escuela, de niños y jóvenes indígenas. Así mismo con estos objetivos fomentamos la permanencia, continuidad, conclusión y titulación de la formación educativa profesional de los jóvenes indígenas.

Como lo dijo el Benemérito de las Américas, Benito Juárez, la educación es fundamental para la felicidad social y es precisamente, ese el espíritu en el que descansan los esfuerzos de todos los que colaboramos en la CDI, al tener claro que entre mejor apoyemos la preparación académica de los niños indígenas, estaremos transitando hacia la felicidad y exigencia social de nuestros pueblos originarios que son grandes y que descansarán en el sano ejercicio de la libertad.

Iniciar, permanecer y concluir este ciclo escolar, es la gran oportunidad que tienen las niñas, niños y jóvenes indígenas para formarse un mejor futuro.