/ viernes 18 de noviembre de 2016

El Observador Parlamentario

  • Antonio Tenorio Adame
  • Separación de vías; TPP; TLC, y el mercado interno
  • ¿El vaivén de la política exterior como un “péndulo”?

El Congreso  se encuentra sujeto al juego de fuerzas que ejercen las tendencias de dominio de la  globalización frente a las emergentes de  orden interno; el “factor Trump”,  cambió el orden de prioridades.

Por una parte se insiste en el examen de escenarios supranacionales, por otra se  estima una relación más vinculada al mercado interno.

El Senado ha sido fiel aliado del Ejecutivo, con altos costos,  no existen tratados rectificados, anulados o impugnados: la ratificación de Convenios ha sido “a ciegas”, casi acríticos, la oposición suprimida, a partir de ahora se espera cambie.

Al parecer, las Comisiones del Senado escuchan pero no oyen se presentan  eventos que son concurrentes pero a la vez muestran una experiencia diversa:

A.   La Comisión de Relaciones exteriores Asia Pacífico, que preside el senador Teófilo Torres, dio paso a  la aportación  de los embajadores de la Región quienes ratificaron la decisión de sus Gobiernos de ratificar su aprobación pese a los indicios adversos en Estados Unidos

B.   La celebración del  Seminario sobre la Cooperación Bilateral entre México y la República de Corea, donde el Embajador  Chun Beeho llamó a “los mexicanos a realizar su mejor esfuerzo para conquistar el mercado asiático”,

C.   El Instituto Belisario Domínguez  realizó el seminario Donald Trump presidente, Una nueva estrategia para México, donde la senadora Angélica de la Peña,  demandó “una respuesta desde el Senado ante la nueva realidad”, pretenden  formular “respuestas efectivas”.

El Senado sigue dos caminos divergentes,  por un lado mantiene la inercia del asociacionismo o integración dentro de la globalización y por otra, se retrae y apunta a la recuperación del mercado interno y la reconstrucción del Estado Nación.

SIN VISIÓN DE  ESTADO. Los resultados de estos eventos  muestran que no existe una visión geoestratégica  o geopolítica, ignoran la transformación del mundo,  donde las fronteras políticas son distintas a  las fronteras físicas, a partir de comprender el trato preferencial de los Estados Unidos otorgado a sus fronteras militares, (Corea)  sobre sus fronteras humanas (México).  Ahí reside el punto de gravedad de las afinidades y hostilidades. Por eso Trump “insulta a los mexicanos”  y admira a los coreanos, entre otras cosas.

Los Convenios de integración continental como el originado por la CECA, (Acuerdo del Carbón y Acero, Alemania Francia) en 1951 cuyo desarrollo  alcanzó la formación de la Unión Europea con 28 países integrados, ha cerrado su ciclo de crecimiento con la separación de Gran Bretaña por el plebiscito del Brexit, del 23 de junio actual, donde se rechazó la inmigración, los bancos londinenses y las instituciones de la Unión Europea,

Son modelos que modifican e influyen en la remodelación del neoliberalismo de la globalización; como modelos agotados. Al parecer se tiende a restablecer las fronteras tradicionales. El Estado-nación parece volver por sus fueros.

Los convenios de integración si no llegaron a su fin, sí por lo menos cierran un ciclo es su desempeño, como el caso del TLCAN, cuya trascendencia modificó la relación bilateral, y aun la organización del mercado interno en México, en breve, se dice que mejoró la relación comercial exportadora en la balanza comercial, basado en la maquila. Los efectos de la asociación del Tratado no son los de una integración donde las desigualdades asimétricas se reducen para la creación de un mercado cada vez más similar, esos efectos fueron más de una asimilación que de una integración, además del desvanecimiento del Estado y la vulnerabilidad social.

LOS SALDOS DEL TRATADO:  Sin embargo, la estructura  de producción quedó sensiblemente vulnerable, las cadenas productivas se rompieron, la industria nacional desmembrada y la agricultura fue abandonada bajo el señuelo de una economía de ventajas comparativas.  El TLC no fracasó sino que se agotó, ahora debe buscarse alternativas pero con más experiencia. ¿Pero los costos del tratado porque no se evalúan?, ¿existen responsables oficiales?

La administración Trump no viene a negociar sino a imponer sus intereses, los cambios introducidos al TLCAN revertirán los empleos ganados para reintegrarlos a la matriz. Se trata, de parte nuestra,  de revisar las necesidades a atender,  la demanda agregada de 3 millones de mexicanos migrantes más.

  • Antonio Tenorio Adame
  • Separación de vías; TPP; TLC, y el mercado interno
  • ¿El vaivén de la política exterior como un “péndulo”?

El Congreso  se encuentra sujeto al juego de fuerzas que ejercen las tendencias de dominio de la  globalización frente a las emergentes de  orden interno; el “factor Trump”,  cambió el orden de prioridades.

Por una parte se insiste en el examen de escenarios supranacionales, por otra se  estima una relación más vinculada al mercado interno.

El Senado ha sido fiel aliado del Ejecutivo, con altos costos,  no existen tratados rectificados, anulados o impugnados: la ratificación de Convenios ha sido “a ciegas”, casi acríticos, la oposición suprimida, a partir de ahora se espera cambie.

Al parecer, las Comisiones del Senado escuchan pero no oyen se presentan  eventos que son concurrentes pero a la vez muestran una experiencia diversa:

A.   La Comisión de Relaciones exteriores Asia Pacífico, que preside el senador Teófilo Torres, dio paso a  la aportación  de los embajadores de la Región quienes ratificaron la decisión de sus Gobiernos de ratificar su aprobación pese a los indicios adversos en Estados Unidos

B.   La celebración del  Seminario sobre la Cooperación Bilateral entre México y la República de Corea, donde el Embajador  Chun Beeho llamó a “los mexicanos a realizar su mejor esfuerzo para conquistar el mercado asiático”,

C.   El Instituto Belisario Domínguez  realizó el seminario Donald Trump presidente, Una nueva estrategia para México, donde la senadora Angélica de la Peña,  demandó “una respuesta desde el Senado ante la nueva realidad”, pretenden  formular “respuestas efectivas”.

El Senado sigue dos caminos divergentes,  por un lado mantiene la inercia del asociacionismo o integración dentro de la globalización y por otra, se retrae y apunta a la recuperación del mercado interno y la reconstrucción del Estado Nación.

SIN VISIÓN DE  ESTADO. Los resultados de estos eventos  muestran que no existe una visión geoestratégica  o geopolítica, ignoran la transformación del mundo,  donde las fronteras políticas son distintas a  las fronteras físicas, a partir de comprender el trato preferencial de los Estados Unidos otorgado a sus fronteras militares, (Corea)  sobre sus fronteras humanas (México).  Ahí reside el punto de gravedad de las afinidades y hostilidades. Por eso Trump “insulta a los mexicanos”  y admira a los coreanos, entre otras cosas.

Los Convenios de integración continental como el originado por la CECA, (Acuerdo del Carbón y Acero, Alemania Francia) en 1951 cuyo desarrollo  alcanzó la formación de la Unión Europea con 28 países integrados, ha cerrado su ciclo de crecimiento con la separación de Gran Bretaña por el plebiscito del Brexit, del 23 de junio actual, donde se rechazó la inmigración, los bancos londinenses y las instituciones de la Unión Europea,

Son modelos que modifican e influyen en la remodelación del neoliberalismo de la globalización; como modelos agotados. Al parecer se tiende a restablecer las fronteras tradicionales. El Estado-nación parece volver por sus fueros.

Los convenios de integración si no llegaron a su fin, sí por lo menos cierran un ciclo es su desempeño, como el caso del TLCAN, cuya trascendencia modificó la relación bilateral, y aun la organización del mercado interno en México, en breve, se dice que mejoró la relación comercial exportadora en la balanza comercial, basado en la maquila. Los efectos de la asociación del Tratado no son los de una integración donde las desigualdades asimétricas se reducen para la creación de un mercado cada vez más similar, esos efectos fueron más de una asimilación que de una integración, además del desvanecimiento del Estado y la vulnerabilidad social.

LOS SALDOS DEL TRATADO:  Sin embargo, la estructura  de producción quedó sensiblemente vulnerable, las cadenas productivas se rompieron, la industria nacional desmembrada y la agricultura fue abandonada bajo el señuelo de una economía de ventajas comparativas.  El TLC no fracasó sino que se agotó, ahora debe buscarse alternativas pero con más experiencia. ¿Pero los costos del tratado porque no se evalúan?, ¿existen responsables oficiales?

La administración Trump no viene a negociar sino a imponer sus intereses, los cambios introducidos al TLCAN revertirán los empleos ganados para reintegrarlos a la matriz. Se trata, de parte nuestra,  de revisar las necesidades a atender,  la demanda agregada de 3 millones de mexicanos migrantes más.