/ sábado 9 de septiembre de 2017

El perfil norcoreano a seguir

1.- Las historias con Corea del Norte no terminarán tras la declaratoria de persona non grata al embajador de ese país y su expulsión del nuestro; tal vez persistirán después que los berrinches del dirigente del PAN nacional hayan cedido, y con ellos se apague también la estrella de su fugaz chispazo por el firmamento político,  de la  que no es atrevido suponer uno de sus últimos destellos habrá sido la crisis que provocó con el retraso en la instalación de la Cámara de Diputados en su fecha constitucional. A primera vista no tiene nada que ver un evento con otro, salvo que ratifican que ninguno de los dos es indispensable a la marcha del mundo; que de todos modos no habrá un estallido nuclear, y que la vida institucional de México es más fuerte que Anaya.

2.- El episodio con el lejano país recuerda la deriva de crueldad que impone el nieto de Kim Il Sung sobre su amado pueblo y todo lo que le rodea. Es público que cuando se indispone con sus sirvientes, ya sea su anciano tío, su fiel asesor, o su ministro de Defensa, los degüella él o los lanza a los perros famélicos para su comida; no tan público es que a los diplomáticos en el extranjero los aterroriza de tal modo que algunos se quitan la vida antes de comparecer a su llamado, y que en no pocas ocasiones imploran en la mayor secrecía asilo político so pena de ser ejecutados si se atreven a regresar.

3.- El asunto recuerda también que el abuelo de ese joven desquiciado (Kim Jung Un, esto es), en su calidad de padre fundador, con sus razias y carnicerías hacía parecer a Stalin como modoso demócrata, y a Mao como puritano defensor de los derechos humanos. Para que no quedara duda del amor de su pueblo, todos debían portar un camafeo con la efigie de Kim Il Sung, y postrarse a sus pies para no ser pasto de otras fieras. Con más disciplina quizá que los propios chinos, los norcoreanos sí se acostumbraron a no comer, por adoración al líder, y por falta de comida.

4.- Con todo y la solidaridad y respaldo de nuestro caudillo local y de sus fieles siervos que acompañaron al non grato en su declaración a la prensa; del dicho de éste en el sentido de que su expulsión es un acto de ignorancia y cobardía de parte del gobierno de México, es posible que la decisión contra su persona sea excesiva y aun inoportuna. Lo uno precisamente por el trato que se sabe confiere el líder a sus diplomáticos; porque este señor no sería de modo directo imputable por los arrebatos vesánicos de aquél, y porque tal vez mereciera cierta simpatía. Lo segundo porque se da a dos semanas del exhorto del vicepresidente de Estados Unidos a países de nuestra región de romper relaciones con Corea del Norte.

5.- En cualquier caso, no deja de llamar la atención la ocasión que aprovechan los feligreses de Morena de exhibir sus alcances políticos, intelectuales y morales con las muestras de alabanza y admiración al líder norcoreano. Tal vez porque saben que arma sus cohetes con pedacería nuclear soviética al estilo de los deshuesaderos de la Buenos Aires, donde tienen tantos adeptos; tal vez porque quieren seguir a Maduro en su apología a los regímenes barbáricos, pero los morenos echan su resto por el pacificador Kim y sus modernas y democráticas políticas industriales.

6.- Aparte. Por fortuna, los mexicanos no requerimos tanto como un quejido de la Tierra para afirmar el sentido de unidad nacional. Por fortuna, por la dimensión del terremoto los daños fueron menores. Por desgracia, hay vidas humanas que llorar y lamentar, ahí donde la condición humana es más vulnerable. Más peligrosa que los gobernantes es la furia de los elementos.

 

camilo@kawage.com

1.- Las historias con Corea del Norte no terminarán tras la declaratoria de persona non grata al embajador de ese país y su expulsión del nuestro; tal vez persistirán después que los berrinches del dirigente del PAN nacional hayan cedido, y con ellos se apague también la estrella de su fugaz chispazo por el firmamento político,  de la  que no es atrevido suponer uno de sus últimos destellos habrá sido la crisis que provocó con el retraso en la instalación de la Cámara de Diputados en su fecha constitucional. A primera vista no tiene nada que ver un evento con otro, salvo que ratifican que ninguno de los dos es indispensable a la marcha del mundo; que de todos modos no habrá un estallido nuclear, y que la vida institucional de México es más fuerte que Anaya.

2.- El episodio con el lejano país recuerda la deriva de crueldad que impone el nieto de Kim Il Sung sobre su amado pueblo y todo lo que le rodea. Es público que cuando se indispone con sus sirvientes, ya sea su anciano tío, su fiel asesor, o su ministro de Defensa, los degüella él o los lanza a los perros famélicos para su comida; no tan público es que a los diplomáticos en el extranjero los aterroriza de tal modo que algunos se quitan la vida antes de comparecer a su llamado, y que en no pocas ocasiones imploran en la mayor secrecía asilo político so pena de ser ejecutados si se atreven a regresar.

3.- El asunto recuerda también que el abuelo de ese joven desquiciado (Kim Jung Un, esto es), en su calidad de padre fundador, con sus razias y carnicerías hacía parecer a Stalin como modoso demócrata, y a Mao como puritano defensor de los derechos humanos. Para que no quedara duda del amor de su pueblo, todos debían portar un camafeo con la efigie de Kim Il Sung, y postrarse a sus pies para no ser pasto de otras fieras. Con más disciplina quizá que los propios chinos, los norcoreanos sí se acostumbraron a no comer, por adoración al líder, y por falta de comida.

4.- Con todo y la solidaridad y respaldo de nuestro caudillo local y de sus fieles siervos que acompañaron al non grato en su declaración a la prensa; del dicho de éste en el sentido de que su expulsión es un acto de ignorancia y cobardía de parte del gobierno de México, es posible que la decisión contra su persona sea excesiva y aun inoportuna. Lo uno precisamente por el trato que se sabe confiere el líder a sus diplomáticos; porque este señor no sería de modo directo imputable por los arrebatos vesánicos de aquél, y porque tal vez mereciera cierta simpatía. Lo segundo porque se da a dos semanas del exhorto del vicepresidente de Estados Unidos a países de nuestra región de romper relaciones con Corea del Norte.

5.- En cualquier caso, no deja de llamar la atención la ocasión que aprovechan los feligreses de Morena de exhibir sus alcances políticos, intelectuales y morales con las muestras de alabanza y admiración al líder norcoreano. Tal vez porque saben que arma sus cohetes con pedacería nuclear soviética al estilo de los deshuesaderos de la Buenos Aires, donde tienen tantos adeptos; tal vez porque quieren seguir a Maduro en su apología a los regímenes barbáricos, pero los morenos echan su resto por el pacificador Kim y sus modernas y democráticas políticas industriales.

6.- Aparte. Por fortuna, los mexicanos no requerimos tanto como un quejido de la Tierra para afirmar el sentido de unidad nacional. Por fortuna, por la dimensión del terremoto los daños fueron menores. Por desgracia, hay vidas humanas que llorar y lamentar, ahí donde la condición humana es más vulnerable. Más peligrosa que los gobernantes es la furia de los elementos.

 

camilo@kawage.com

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