/ sábado 10 de junio de 2017

Horizonte económico

  • La negociación azucarera  preludio del TLC

Esta semana salieron los secretarios de Economía de México y el de Comercio de Estados Unidos a declarar que se había concluido un nuevo acuerdo azucarero.

Revisaremos en qué consiste este nuevo acuerdo y cuáles son las implicaciones para la nueva negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) la cual iniciará en los próximos meses y concluirá a principios del 2018.

El problema en el Sector Azucarero se gestó de la siguiente manera, con la firma del TLC a partir del 2008 ya no existían ni aranceles ni cuotas para la azúcar que exporta México,  desde entonces la industria azucarera estadounidense comenzó a presionar a su gobierno con el argumento de Dumping, es decir, que México vende más barata las exportaciones que el precio al que se vende en mercado interno, por su parte la industria mexicana argumentaban lo mismo pero de la fructuosa de maíz, sustituto del azúcar para la industria refresquera y este era el conflicto desde entonces. Se iniciaron negociaciones y llegándose a un acuerdo a finales del 2014 éstos se les conocen como “acuerdos de suspensión” en donde se impusieran cuotas de importacióna la azúcar mexicana en Estados Unidos. Se permitiría importar azúcar refinada para el consumidor final hasta 53% de las exportaciones y el 47% de azúcar en crudo (sin procesar) que necesitaba entrar a las refinerías estadounidenses y que lógicamente eran mucho más baratas.

Estos Acuerdos de Suspensión terminaban precisamente en junio del 2017, por lo que inició un nuevo proceso de negociación en donde el primer planteamiento del grupo negociador de Estados Unidos planteó un arancel generalizado del 44%, lo que sacaba al azúcar mexicana del mercado, luego su punto original de cuotas se ubicó en 85% azúcar cruda y 15% azúcar refinada, para concluir con una negociación del 30% azúcar refinada y 70% azúcar cruda, el mismo día que concluye la negociación el Departamento de Comercio dispone, que reducirá la cantidad de sacarosa para el azúcar de importación del 99.5% al 99.2%, esta última maniobra afecta de manera importante a la industria azucarera nacional, pues el estándar internacional de sacarosa es de 99.5 y la producción sale con esa calidad, al bajar la calidad requerida en Estados Unidos la industria nacional tiene dos opciones, ajusta sus plantas para dar esa calidad lo que implicará una reconversión industrial costosa para disminuir la calidad del producto, o exporta más azúcar cruda para que la industria de refinería de azúcar en Estados Unidos sea la que produzca con la calidad requerida en nuestro vecino del norte.

Aunque el gobierno mexicano dice que fue una buena negociación, algunas voces de industriales no están muy contentos y menos con la última política arbitraria impuesta por nuestros vecinos del norte.

Podemos argumentar que va hacer la negociación muy parecida, pues son los mismos personajes los que dirigirán, por un lado, el secretario de Economía Ildefonso Guajardo y por el otro, el secretario de Comercio Wilbur Ross, los vecinos querrán imponer posturas inaceptables, para luego pasar a posturas muy a su favor y llegar a un lugar donde Estados Unidos sea el más beneficiado, pero México pierda, pero no lo que pensaba, logra rescatar algunas cosas y Estados Unidos tendrá una última oportunidad de manipular con sus leyes internas las negociaciones a su favor como pasó con el azúcar.

Ojalá México tome experiencia de esta negociación, para cuando se dé la del TLC nos vaya mucho mejor. gerardo_tostado@yahoo.com.mx

Sígueme en twitter@gerastostado

  • La negociación azucarera  preludio del TLC

Esta semana salieron los secretarios de Economía de México y el de Comercio de Estados Unidos a declarar que se había concluido un nuevo acuerdo azucarero.

Revisaremos en qué consiste este nuevo acuerdo y cuáles son las implicaciones para la nueva negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) la cual iniciará en los próximos meses y concluirá a principios del 2018.

El problema en el Sector Azucarero se gestó de la siguiente manera, con la firma del TLC a partir del 2008 ya no existían ni aranceles ni cuotas para la azúcar que exporta México,  desde entonces la industria azucarera estadounidense comenzó a presionar a su gobierno con el argumento de Dumping, es decir, que México vende más barata las exportaciones que el precio al que se vende en mercado interno, por su parte la industria mexicana argumentaban lo mismo pero de la fructuosa de maíz, sustituto del azúcar para la industria refresquera y este era el conflicto desde entonces. Se iniciaron negociaciones y llegándose a un acuerdo a finales del 2014 éstos se les conocen como “acuerdos de suspensión” en donde se impusieran cuotas de importacióna la azúcar mexicana en Estados Unidos. Se permitiría importar azúcar refinada para el consumidor final hasta 53% de las exportaciones y el 47% de azúcar en crudo (sin procesar) que necesitaba entrar a las refinerías estadounidenses y que lógicamente eran mucho más baratas.

Estos Acuerdos de Suspensión terminaban precisamente en junio del 2017, por lo que inició un nuevo proceso de negociación en donde el primer planteamiento del grupo negociador de Estados Unidos planteó un arancel generalizado del 44%, lo que sacaba al azúcar mexicana del mercado, luego su punto original de cuotas se ubicó en 85% azúcar cruda y 15% azúcar refinada, para concluir con una negociación del 30% azúcar refinada y 70% azúcar cruda, el mismo día que concluye la negociación el Departamento de Comercio dispone, que reducirá la cantidad de sacarosa para el azúcar de importación del 99.5% al 99.2%, esta última maniobra afecta de manera importante a la industria azucarera nacional, pues el estándar internacional de sacarosa es de 99.5 y la producción sale con esa calidad, al bajar la calidad requerida en Estados Unidos la industria nacional tiene dos opciones, ajusta sus plantas para dar esa calidad lo que implicará una reconversión industrial costosa para disminuir la calidad del producto, o exporta más azúcar cruda para que la industria de refinería de azúcar en Estados Unidos sea la que produzca con la calidad requerida en nuestro vecino del norte.

Aunque el gobierno mexicano dice que fue una buena negociación, algunas voces de industriales no están muy contentos y menos con la última política arbitraria impuesta por nuestros vecinos del norte.

Podemos argumentar que va hacer la negociación muy parecida, pues son los mismos personajes los que dirigirán, por un lado, el secretario de Economía Ildefonso Guajardo y por el otro, el secretario de Comercio Wilbur Ross, los vecinos querrán imponer posturas inaceptables, para luego pasar a posturas muy a su favor y llegar a un lugar donde Estados Unidos sea el más beneficiado, pero México pierda, pero no lo que pensaba, logra rescatar algunas cosas y Estados Unidos tendrá una última oportunidad de manipular con sus leyes internas las negociaciones a su favor como pasó con el azúcar.

Ojalá México tome experiencia de esta negociación, para cuando se dé la del TLC nos vaya mucho mejor. gerardo_tostado@yahoo.com.mx

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