/ viernes 28 de julio de 2017

Horizonte económico | Estrategia para enfrentar la problemática de la deuda estatal

En el año del 2016 la deuda estatal alcanzó un monto de 568.591,80 millones de pesos, que significó un incremento de 6% respecto del año previo, es relevante destacar que el aumento en los pasivos estatales impactan de manera sensible la disponibilidad de recursos para gasto de inversión, particularmente en el contexto donde la tasa de interés ha registrado impactos hacia el alza derivado de la tendencia alcista que ha registrado la tasa de interés de la FED que el pasado mes de Junio observó un incremento de 0.25 puntos porcentuales y además se tiene previsto una siguiente alza. 

Ello en un contexto donde las Participaciones Federales ubicadas en el denominado Ramo 28 ha registrado ciertos incrementos que han permitido que el impacto financiero pueda ser absorbido por las finanzas estatales, pero no perder de vista que está previsto un alza adicional en la tasa de la FED antes de que concluya el año, en consecuencia se registrará también un impacto alcista en las tasas de interés nacionales.

La mecánica es conocida y lo que es real es que se registran incrementos continuos en el costo financiero de la deuda que absorben recursos que tendrían la posibilidad de ser utilizados en destinos productivos y no en pago de servicios financieros, se trata de un círculo vicioso que se requiere darle un curso diferente, pero la realidad es que no se tienen propuestas factibles de instrumentar y en lo particular, el escenario político no es el propicio.

Esto es que la atención está centrada en el próximo proceso electoral del 2018 y medidas de esta naturaleza requieren atención y toda una estrategia que evidentemente rebasan los propósitos de la administración es que está por concluir su mandato, pero ello no implica que los teóricos y especialistas tengan definida una ruta crítica que pueda ser planteada a la brevedad y sin importar que se le preste la atención que merece, lo relevante tiene que ser que forme parte de la agenda de atención de quienes tengan la oportunidad de conducir al país.

Claro está que el planteamiento tiene que entrar en el campo de la heterodoxia por que la mecánica formal conlleva a que los costos financieros se comporten en función de la tendencia que registren las tasas de interés externas y los efectos correspondientes sobre las tasas nacionales.

En ese sentido resulta necesario que se formulen planteamientos, se realicen los análisis necesarios y se establezca la ruta crítica, reconociendo que la atención de fondo podría realizarse una vez de que el equipo que administre el país a partir del 2018 tenga ya el mando, por ello es indispensable que los ejercicios den inicio a la brevedad y ello quiere decir en este mismo año y que se contemplen escenarios que pudiesen tener viabilidad al respecto.

A manera de ejemplo se puede citar un escenario no ortodoxo de lo que pudiese tener viabilidad. Por ejemplo, identificar los montos que hasta el primer semestre del año en curso significó el costo financiero de la deuda estatal, que aún no se afectaron por el segundo impacto de las tasas de interés, pero que los ingresos nacionales se afectaron de forma favorable por la evolución positiva del precio del petróleo de exportación.

En ese sentido el planteamiento es que el costo señalado podría significar el techo de recursos para el pago del servicio de la deuda y el esquema inicial implicaría que proyectado el monto para los siguientes 12 meses, se  pudiese definir un esquema de planeación al margen del comportamiento del costo financiero, derivado de la trayectoria de las tasas de interés.

Eso quiere decir, que un alza en tasas de interés con los efectos en el mismo sentido en el monto del costo financiero, estaría implicando que el diferencial derivado del incremento en las tasas fuesen considerado simplemente en términos del monto de la misma deuda, pero no del importe del pago de su servicio.

La relevancia del tema obligará a retomarlo en próximos espacios.

estudioshacendarios.cmlm@hotmail.com

En el año del 2016 la deuda estatal alcanzó un monto de 568.591,80 millones de pesos, que significó un incremento de 6% respecto del año previo, es relevante destacar que el aumento en los pasivos estatales impactan de manera sensible la disponibilidad de recursos para gasto de inversión, particularmente en el contexto donde la tasa de interés ha registrado impactos hacia el alza derivado de la tendencia alcista que ha registrado la tasa de interés de la FED que el pasado mes de Junio observó un incremento de 0.25 puntos porcentuales y además se tiene previsto una siguiente alza. 

Ello en un contexto donde las Participaciones Federales ubicadas en el denominado Ramo 28 ha registrado ciertos incrementos que han permitido que el impacto financiero pueda ser absorbido por las finanzas estatales, pero no perder de vista que está previsto un alza adicional en la tasa de la FED antes de que concluya el año, en consecuencia se registrará también un impacto alcista en las tasas de interés nacionales.

La mecánica es conocida y lo que es real es que se registran incrementos continuos en el costo financiero de la deuda que absorben recursos que tendrían la posibilidad de ser utilizados en destinos productivos y no en pago de servicios financieros, se trata de un círculo vicioso que se requiere darle un curso diferente, pero la realidad es que no se tienen propuestas factibles de instrumentar y en lo particular, el escenario político no es el propicio.

Esto es que la atención está centrada en el próximo proceso electoral del 2018 y medidas de esta naturaleza requieren atención y toda una estrategia que evidentemente rebasan los propósitos de la administración es que está por concluir su mandato, pero ello no implica que los teóricos y especialistas tengan definida una ruta crítica que pueda ser planteada a la brevedad y sin importar que se le preste la atención que merece, lo relevante tiene que ser que forme parte de la agenda de atención de quienes tengan la oportunidad de conducir al país.

Claro está que el planteamiento tiene que entrar en el campo de la heterodoxia por que la mecánica formal conlleva a que los costos financieros se comporten en función de la tendencia que registren las tasas de interés externas y los efectos correspondientes sobre las tasas nacionales.

En ese sentido resulta necesario que se formulen planteamientos, se realicen los análisis necesarios y se establezca la ruta crítica, reconociendo que la atención de fondo podría realizarse una vez de que el equipo que administre el país a partir del 2018 tenga ya el mando, por ello es indispensable que los ejercicios den inicio a la brevedad y ello quiere decir en este mismo año y que se contemplen escenarios que pudiesen tener viabilidad al respecto.

A manera de ejemplo se puede citar un escenario no ortodoxo de lo que pudiese tener viabilidad. Por ejemplo, identificar los montos que hasta el primer semestre del año en curso significó el costo financiero de la deuda estatal, que aún no se afectaron por el segundo impacto de las tasas de interés, pero que los ingresos nacionales se afectaron de forma favorable por la evolución positiva del precio del petróleo de exportación.

En ese sentido el planteamiento es que el costo señalado podría significar el techo de recursos para el pago del servicio de la deuda y el esquema inicial implicaría que proyectado el monto para los siguientes 12 meses, se  pudiese definir un esquema de planeación al margen del comportamiento del costo financiero, derivado de la trayectoria de las tasas de interés.

Eso quiere decir, que un alza en tasas de interés con los efectos en el mismo sentido en el monto del costo financiero, estaría implicando que el diferencial derivado del incremento en las tasas fuesen considerado simplemente en términos del monto de la misma deuda, pero no del importe del pago de su servicio.

La relevancia del tema obligará a retomarlo en próximos espacios.

estudioshacendarios.cmlm@hotmail.com