/ domingo 30 de julio de 2017

La Asamblea Nacional del PRI desde la oposición

La realización de la Asamblea Nacional del PRI es una gran oportunidad para corregir desde el interior del partido estrategias y prácticas que no han dado resultado ante los retos y la competencia electoral recientes.

Si el partido pretende mantenerse vigente en su plataforma política y reafirmando sus convicciones políticas e ideología,tiene que dar cabida sin limitaciones a las críticas constructivas de parte de la militancia y desde los propios dirigentes. La situación actual del partido exige una reunión nacional que nos permita reflexionar, actuar en consecuencia y modificar desde nuestros documentos básicos y en los Estatutos, lo que nos divide y aquello que divorcia a la militancia de la dirigencia.

Un PRI al servicio del poder sería un suicidio anunciado, los priistas queremos renovar el compromiso y los ideales de una fuerza política dinámica, capaz de encabezar y proponer programas y estrategias para el beneficio de los mexicanos y para continuar el desarrollo de las instituciones y crecimiento del país. Queremos y debemos retornar al PRI de las masas, por su capacidad de convocatoria y por la agenda nacionalista moderna y centrada en el espíritu de servicio al pueblo de México.

En este contexto es muy importante darle voz al priismo que vive y padece la realidad desde la oposición, los estados de la República y la Ciudad de México donde no somos gobierno, deben organizar e instruir a sus delegados a generar el debate sobre cómo debemos abordar, acordar y actuar para reorganizar al partido y volverlo competitivo.

Queremos un PRI triunfador no solo a la Presidencia y con mayoría en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, ya es momento de recuperar la Ciudad de México; la Capital de todos los mexicanos y otras entidades que están padeciendo administraciones sin experiencia y oficio político y sin que deje de existir la corrupción. La Asamblea Nacional es el espacio para aportar ideas con la visión de cómo se deben de abordar los temas que son más sensibles para el ciudadano.

Nuestra dirigencia nacional tiene una valiosa ocasión para llamar a los priistas de Morelos, Durango, Aguascalientes, Chiapas, Michoacán, Querétaro, Tabasco, Baja California, Baja California Sur, Veracruz, Puebla, Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Quintana Roo, Guanajuato y de la Ciudad de México; escuchar, reagrupar y decidir en beneficio del partido y no de los grupos que surgen al no existir un liderazgo político desde el gobierno.

Tenemos que demostrarnos que hemos aprendido la lección y que las decisiones institucionales no permitirán la imposición, el chantaje, las amenazas y las negociaciones al margen de la militancia. Como ejemplo: la realidad en la Ciudad de México, donde las preferencias del PRI se encuentran en sus niveles más bajos y que urgen a un golpe de timón que vuelva a generar confianza en los priistas que se han retirado por ser beneficiado y consentido un solo grupo que sin embargo, no ha podido reorganizar al partido y mucho menos contener su caída a la par de su sospechosa actitud progobiernista en la Ciudad.

Hay muchos priistas que esperamos una estrategia institucional y creemos que la Asamblea Nacional es una excelente oportunidad en el camino a la recuperación. ExLegislador

jorgeschiaffinoisunza@yahoo.com.mx

La realización de la Asamblea Nacional del PRI es una gran oportunidad para corregir desde el interior del partido estrategias y prácticas que no han dado resultado ante los retos y la competencia electoral recientes.

Si el partido pretende mantenerse vigente en su plataforma política y reafirmando sus convicciones políticas e ideología,tiene que dar cabida sin limitaciones a las críticas constructivas de parte de la militancia y desde los propios dirigentes. La situación actual del partido exige una reunión nacional que nos permita reflexionar, actuar en consecuencia y modificar desde nuestros documentos básicos y en los Estatutos, lo que nos divide y aquello que divorcia a la militancia de la dirigencia.

Un PRI al servicio del poder sería un suicidio anunciado, los priistas queremos renovar el compromiso y los ideales de una fuerza política dinámica, capaz de encabezar y proponer programas y estrategias para el beneficio de los mexicanos y para continuar el desarrollo de las instituciones y crecimiento del país. Queremos y debemos retornar al PRI de las masas, por su capacidad de convocatoria y por la agenda nacionalista moderna y centrada en el espíritu de servicio al pueblo de México.

En este contexto es muy importante darle voz al priismo que vive y padece la realidad desde la oposición, los estados de la República y la Ciudad de México donde no somos gobierno, deben organizar e instruir a sus delegados a generar el debate sobre cómo debemos abordar, acordar y actuar para reorganizar al partido y volverlo competitivo.

Queremos un PRI triunfador no solo a la Presidencia y con mayoría en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, ya es momento de recuperar la Ciudad de México; la Capital de todos los mexicanos y otras entidades que están padeciendo administraciones sin experiencia y oficio político y sin que deje de existir la corrupción. La Asamblea Nacional es el espacio para aportar ideas con la visión de cómo se deben de abordar los temas que son más sensibles para el ciudadano.

Nuestra dirigencia nacional tiene una valiosa ocasión para llamar a los priistas de Morelos, Durango, Aguascalientes, Chiapas, Michoacán, Querétaro, Tabasco, Baja California, Baja California Sur, Veracruz, Puebla, Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Quintana Roo, Guanajuato y de la Ciudad de México; escuchar, reagrupar y decidir en beneficio del partido y no de los grupos que surgen al no existir un liderazgo político desde el gobierno.

Tenemos que demostrarnos que hemos aprendido la lección y que las decisiones institucionales no permitirán la imposición, el chantaje, las amenazas y las negociaciones al margen de la militancia. Como ejemplo: la realidad en la Ciudad de México, donde las preferencias del PRI se encuentran en sus niveles más bajos y que urgen a un golpe de timón que vuelva a generar confianza en los priistas que se han retirado por ser beneficiado y consentido un solo grupo que sin embargo, no ha podido reorganizar al partido y mucho menos contener su caída a la par de su sospechosa actitud progobiernista en la Ciudad.

Hay muchos priistas que esperamos una estrategia institucional y creemos que la Asamblea Nacional es una excelente oportunidad en el camino a la recuperación. ExLegislador

jorgeschiaffinoisunza@yahoo.com.mx