Como cada año, en la semana que termina se celebró en la antigua sede del senado en el centro de la Ciudad de México la Semana Nacional de Transparencia. Creo que es la semana más importante de las que se han celebrado, dado que la coyuntura en la que se presenta es muy particular por las siguientes circunstancias: se está en pleno proceso de implementación de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información. Asimismo, se lleva a cabo la discusión tanto a nivel federal como a nivel local de las leyes de la materia en las cuales se deberán armonizar a la Ley General, de igual forma se discute la Ley Anticorrupción que deberá tener un vínculo importante con las leyes señaladas anteriormente. Existe una desconfianza generalizada en toda autoridad y evidencia de hechos de corrupción, por lo que las leyes e instituciones se tienen que fortalecer para disminuir la impunidad y en este contexto se desarrolló esta Semana Nacional de Transparencia.
Para poder argumentar más acerca de la importancia de esta semana, recorreremos algunos de los paneles que se presentaron y las cuestiones que se discutieron. Uno de los temas importantes se presentaron en el panel dos en el que se habló de uno de los aspectos novedosos de la Ley General que es la Plataforma Nacional de Transparencia, la herramienta integral para el acceso a la información, el cual será el instrumento informático único para las solicitudes de información, los recursos de revisión, contendrá también el portal de obligaciones de transparencia, así como una herramienta de comunicación tanto para los sujetos obligados como para los órganos garantes de cada Estado y el nacional, por lo que es un elemento integral del acceso a la información. En este panel se dieron los avances del proyecto, en donde entre otras cosas quedó claro que a más tardar a principios del mes de mayo se tendrá en operación y se habla de seis meses para que se suba la información histórica de todos los sujetos obligados.
En el panel cuatro, “Desafíos de la implementación y coordinación de los sistemas de transparencia y anticorrupción”, se señaló la necesidad de que los lineamientos que emita el Sistema Nacional de Transparencia sean claros, para que cumplan con la homologación de la información en todos los estados y a nivel nacional; asimismo el Dr. Luis Carlos Ugalde señaló que un elemento importante para la coordinación de los sistemas de transparencia tendría que bajar a nivel municipal, pues por ejemplo, si las contralorías municipales continúan siendo ineficientes y subordinadas al presidente municipal, el sistema no será efectivo.
En el panel ocho se tocó el tema de la transparencia sindical. Esta es otra novedad de la ley general. Ahora los sindicatos son sujetos obligados si reciben recursos públicos y la discusión es de que las cuotas sindicales que dan los trabajadores no son recursos públicos, pues al pagárseles se convierten en recursos privados. Todo lo que se dijo era novedoso pues nunca se había discutido este tema en la semana de transparencia, se comentó de la posibilidad de diseñar una certificación especifica que señale que un sindicato es transparente.
El panel nueve fue moderado por el comisionado Óscar Guerra Ford y en él se discutieron las nuevas facultades que tiene el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la información y Protección de Datos Personales (INAI), como segunda instancia y la facultad de atracción que le confiere la Ley General, fue interesante la discusión en el sentido de los criterios que se deben de tener para ejercer estas dos nuevas atribuciones que tiene el instituto.
El panel 10 fue uno de los más interesantes, pues aquí se abordaron las nuevas obligaciones de transparencia; solo por poner un ejemplo de lo que se comentó, el comisionado Óscar Guerra Ford presentó la diversidad de obligaciones que tiene cada Estado y señaló que ahora de 17 obligaciones se pasó en la Ley General a 170 y que en la propuesta de la nueva Ley Federal se incluyen 149 obligaciones más. Un comentario muy acertado que se dio en este panel es que no por que aumenten las obligaciones de transparencia será más costoso el sistema, incluso probablemente puedan bajar los costos, pues al tener más información abierta, habrá menos solicitudes de información que es lo que genera más costos al echar a andar la maquinaria burocrática para contestar las solicitudes.
Como se puede observar, lo que se señaló en la Semana Nacional de Transparencia es sumamente interesante y adecuado a las nuevas circunstancias normativas e institucionales de la transparencia en México.
Ojalá que la mayoría de las buenas prácticas que se dan en todos los niveles de Gobierno, se generalicen a nivel nacional y en esa medida se fortalezca la transparencia y la rendición de cuentas en el país.
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