/ viernes 19 de agosto de 2016

La Zarzuela Política Española

Sublata causa, tollitureffectus*

  • Mireille Roccatti

La situación política española, sigue estancada. Los días, corren y se vuelven semanas y las negociaciones entre los partidos no pueden concretarse para que Mariano Rajoy, pueda presentarse a la sesión de investidura ante las cortes. Esto es, ni fabada, ni gazpacho, ni naa. La situación es una auténtica zarzuela, mitad música, mitad declamación, un mucho chusca, vamos sin que pueda ser totalmente una opereta; es el equivalente de la ópera-comique francesa o el singspiel alemán, que finalmente a todos divierten.

El partido Popular, que fue la formación partidista más votada el pasado mes de diciembre y la reciente de este año, como es de todos conocido, no puede por sí sola formar Gobierno y debe construir alianzas con el resto de los partidos. Hasta ahora, como dice el viejo bolero “...la historia vuelve a repetirse...” y tanto el PSOE y Podemos, se niegan a una coalición con el PP y Ciudadanos, le vende caro su amor a Rajoy. Este a su vez, nuevamente regatea miserablemente y con total mezquindad, la posibilidad de que el PP Gobierno, por su negativa de dar un paso al costado y permitir que otro integrante de su partido acceda al poder, como se lo han condicionado el PSOE.

Recién, ayer, finalmente acepto las duras condiciones impuestas por Ciudadanos para la alianza, que incluye una modificación del régimen parlamentario y otras más, entre ellas una relativa al ejercicio del gasto y reparto de sillones ministeriales. Y esto, si bien es un paso hacia adelante, sigue sin alcanzarle las matemáticas, requiere aun un puñado más de votos que solo puede obtener de los minúsculos partidos autonómicos o que alguna parlamentarios del PSOE, se ausentaran de la sesión de investidura. Lo cual se antoja con un alto grado de dificultad.

Los optimistas, ven los acuerdos como una pequeña luz al final del túnel y factible construir la mayoría para alcanzar la investidura. Los escépticos, solo perciben que se está repitiendo la espiral de la vez anterior, que forzó una nueva elección y desde luego, algunos velan armas cuidando y midiendo su comportamiento y declaraciones para no perder figura ante el electorado, por si fuera necesario acudir por tercera vez a las urnas.

Lo deseable es que finalmente se puedan construir acuerdos, formar alianzas y que sea en función de un programa de Gobierno, de compromisos de políticas públicas y no de repartición de cotos de poder y distribución de montos de ejercicio del gasto, en suma, que la política -política, sea la que impere y beneficie al pueblo español-.

Estas complicaciones, los avatares de corrupción de los Borbones, la tardía abdicación de Juan Carlos, la falta de carisma de Felipe y el mal humor social presente en España, aumenta los decibeles de lo que empezó como murmullo, luego sottovoce y ahora cada vez más fuerte: que regrese la República.

Esta crisis política hispana, debemos observarla con atención y cuidado, porque en 2018, en nuestro país, las cosas pueden complicarse con por lo menos una elección de tercios PRI-PAN-Morena o quizás de dos medianos (PRI-PAN) y tres un poco menores (Morena- Independientes- PRD) aunque podrían hacerse más combinaciones, lo cual nos pondrían en el escenario de gobiernos compartidos. *Al cesar la causa, cesan los efectos

Sublata causa, tollitureffectus*

  • Mireille Roccatti

La situación política española, sigue estancada. Los días, corren y se vuelven semanas y las negociaciones entre los partidos no pueden concretarse para que Mariano Rajoy, pueda presentarse a la sesión de investidura ante las cortes. Esto es, ni fabada, ni gazpacho, ni naa. La situación es una auténtica zarzuela, mitad música, mitad declamación, un mucho chusca, vamos sin que pueda ser totalmente una opereta; es el equivalente de la ópera-comique francesa o el singspiel alemán, que finalmente a todos divierten.

El partido Popular, que fue la formación partidista más votada el pasado mes de diciembre y la reciente de este año, como es de todos conocido, no puede por sí sola formar Gobierno y debe construir alianzas con el resto de los partidos. Hasta ahora, como dice el viejo bolero “...la historia vuelve a repetirse...” y tanto el PSOE y Podemos, se niegan a una coalición con el PP y Ciudadanos, le vende caro su amor a Rajoy. Este a su vez, nuevamente regatea miserablemente y con total mezquindad, la posibilidad de que el PP Gobierno, por su negativa de dar un paso al costado y permitir que otro integrante de su partido acceda al poder, como se lo han condicionado el PSOE.

Recién, ayer, finalmente acepto las duras condiciones impuestas por Ciudadanos para la alianza, que incluye una modificación del régimen parlamentario y otras más, entre ellas una relativa al ejercicio del gasto y reparto de sillones ministeriales. Y esto, si bien es un paso hacia adelante, sigue sin alcanzarle las matemáticas, requiere aun un puñado más de votos que solo puede obtener de los minúsculos partidos autonómicos o que alguna parlamentarios del PSOE, se ausentaran de la sesión de investidura. Lo cual se antoja con un alto grado de dificultad.

Los optimistas, ven los acuerdos como una pequeña luz al final del túnel y factible construir la mayoría para alcanzar la investidura. Los escépticos, solo perciben que se está repitiendo la espiral de la vez anterior, que forzó una nueva elección y desde luego, algunos velan armas cuidando y midiendo su comportamiento y declaraciones para no perder figura ante el electorado, por si fuera necesario acudir por tercera vez a las urnas.

Lo deseable es que finalmente se puedan construir acuerdos, formar alianzas y que sea en función de un programa de Gobierno, de compromisos de políticas públicas y no de repartición de cotos de poder y distribución de montos de ejercicio del gasto, en suma, que la política -política, sea la que impere y beneficie al pueblo español-.

Estas complicaciones, los avatares de corrupción de los Borbones, la tardía abdicación de Juan Carlos, la falta de carisma de Felipe y el mal humor social presente en España, aumenta los decibeles de lo que empezó como murmullo, luego sottovoce y ahora cada vez más fuerte: que regrese la República.

Esta crisis política hispana, debemos observarla con atención y cuidado, porque en 2018, en nuestro país, las cosas pueden complicarse con por lo menos una elección de tercios PRI-PAN-Morena o quizás de dos medianos (PRI-PAN) y tres un poco menores (Morena- Independientes- PRD) aunque podrían hacerse más combinaciones, lo cual nos pondrían en el escenario de gobiernos compartidos. *Al cesar la causa, cesan los efectos