/ jueves 7 de enero de 2016

La fuga de talentos / Libertad Bajo Palabra / Pedro de León Mojarro

“Muchos creen que tener talento es una suerte; nadie que la suerte pueda ser cuestión de tener talento”.

Jacinto Benavente Hace cuatro décadas estudiar una licenciatura era garantía de obtener mejores oportunidades en el mercado laboral. La demanda de profesionistas en esa etapa de crecimiento daba pauta a la movilidad social basada en el mérito de haber obtenido un grado académico. Hoy, lamentablemente la realidad es otra.

En el documento Panorama de la Educación 2015: Indicadores de la OCDE, se analizan los sistemas educativos de 34 países de la OCDE y varios asociados a dicha organización. De 2005 a 2012, la población en México entre 25 y 34 años con educación superior aumentó en 8 puntos porcentuales llegando a 46 por ciento, mientras el promedio de la OCCDE alcanzó 83 por ciento.

Por otro lado, las tasas de ingreso a programas de posgrado son más bajas en México que para la OCDE: se estima que mientras en nuestro país 4 por ciento de los jóvenes tendrá un título de maestría, para la OCDE el promedio es de 22 por ciento; en el caso de los doctorados, el porcentaje es de 1 por ciento para los jóvenes mexicanos frente a 2 por ciento para la OCDE.

Lo más lamentable no es el todavía bajo nivel en la formación de profesionistas con alto nivel académico; lo peor es que, de los pocos con que contamos, son muchos los posgraduados que salen de nuestro país, o que se quedan fuera en busca oportunidades de empleo que cubran las expectativas que aquí no encuentran. México es el sexto país a nivel mundial con más migrantes altamente calificados en otros países.

Esto se debe en parte al crecimiento desequilibrado entre los sistemas de educación superior y las fuentes de empleo; según Roberto Rodríguez Gómez, investigador de la UNAM, “entre 2005 y 2014 la matrícula se ha incrementado en un 50 por ciento y el empleo formal en 18.4”.

Según el estudio “Fuga de cerebros” publicado por la revista del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, el aumento anual de migrantes mexicanos altamente calificados tan solo hacia Estados Unidos entre 2005 y 2010 fue de 65 mil de nivel profesional y 7 mil con posgrado.

Ello a pesar de que, según señala el mismo documento, “el número de doctores graduados por millón de habitantes (29.9), es insuficiente para lograr en el futuro próximo el capital humano que el país requiere”, con el consiguiente impacto que esto puede tener en el desarrollo tecnológico y el crecimiento económico de nuestro país.

La urgente necesidad de crecer y actualizarnos a los estándares internacionales, vuelve imperativo crecer en las dos vertientes, evitar la fuga de cerebros y aumentar nuestros cuadros de alto nivel, démosles, a los jóvenes que desean prepararse, la oportunidad de desarrollarse y crecer al máximo en su país de origen, de otro modo no lograremos la competitividad que la coyuntura internacional nos demanda.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) junto con las universidades, encabezadas por la UNAM y el Politécnico son las instituciones en las que mayormente recae la responsabilidad de, con un programa de por medio, avanzar en la formación de los cuadros que el país necesita y al Gobierno junto con el sector privado, abrirles los espacios para el aprovechamiento de los elementos profesionales que el país necesita.

Deseando a todos los amables lectores, paz salud, felicidad y resultados en este retador 2016 y si usted, lectora, lector querido, no tienen inconveniente, muchas gracias por sus amables comentarios y aportaciones, nos leemos el próximo jueves. Facebook: Pedro de León Mojarro    twitter:@Pdeleonm

Sitio Web:www.pedrodeleon.mx

*Miembro de Unidos Podemos A.C.

“Muchos creen que tener talento es una suerte; nadie que la suerte pueda ser cuestión de tener talento”.

Jacinto Benavente Hace cuatro décadas estudiar una licenciatura era garantía de obtener mejores oportunidades en el mercado laboral. La demanda de profesionistas en esa etapa de crecimiento daba pauta a la movilidad social basada en el mérito de haber obtenido un grado académico. Hoy, lamentablemente la realidad es otra.

En el documento Panorama de la Educación 2015: Indicadores de la OCDE, se analizan los sistemas educativos de 34 países de la OCDE y varios asociados a dicha organización. De 2005 a 2012, la población en México entre 25 y 34 años con educación superior aumentó en 8 puntos porcentuales llegando a 46 por ciento, mientras el promedio de la OCCDE alcanzó 83 por ciento.

Por otro lado, las tasas de ingreso a programas de posgrado son más bajas en México que para la OCDE: se estima que mientras en nuestro país 4 por ciento de los jóvenes tendrá un título de maestría, para la OCDE el promedio es de 22 por ciento; en el caso de los doctorados, el porcentaje es de 1 por ciento para los jóvenes mexicanos frente a 2 por ciento para la OCDE.

Lo más lamentable no es el todavía bajo nivel en la formación de profesionistas con alto nivel académico; lo peor es que, de los pocos con que contamos, son muchos los posgraduados que salen de nuestro país, o que se quedan fuera en busca oportunidades de empleo que cubran las expectativas que aquí no encuentran. México es el sexto país a nivel mundial con más migrantes altamente calificados en otros países.

Esto se debe en parte al crecimiento desequilibrado entre los sistemas de educación superior y las fuentes de empleo; según Roberto Rodríguez Gómez, investigador de la UNAM, “entre 2005 y 2014 la matrícula se ha incrementado en un 50 por ciento y el empleo formal en 18.4”.

Según el estudio “Fuga de cerebros” publicado por la revista del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, el aumento anual de migrantes mexicanos altamente calificados tan solo hacia Estados Unidos entre 2005 y 2010 fue de 65 mil de nivel profesional y 7 mil con posgrado.

Ello a pesar de que, según señala el mismo documento, “el número de doctores graduados por millón de habitantes (29.9), es insuficiente para lograr en el futuro próximo el capital humano que el país requiere”, con el consiguiente impacto que esto puede tener en el desarrollo tecnológico y el crecimiento económico de nuestro país.

La urgente necesidad de crecer y actualizarnos a los estándares internacionales, vuelve imperativo crecer en las dos vertientes, evitar la fuga de cerebros y aumentar nuestros cuadros de alto nivel, démosles, a los jóvenes que desean prepararse, la oportunidad de desarrollarse y crecer al máximo en su país de origen, de otro modo no lograremos la competitividad que la coyuntura internacional nos demanda.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) junto con las universidades, encabezadas por la UNAM y el Politécnico son las instituciones en las que mayormente recae la responsabilidad de, con un programa de por medio, avanzar en la formación de los cuadros que el país necesita y al Gobierno junto con el sector privado, abrirles los espacios para el aprovechamiento de los elementos profesionales que el país necesita.

Deseando a todos los amables lectores, paz salud, felicidad y resultados en este retador 2016 y si usted, lectora, lector querido, no tienen inconveniente, muchas gracias por sus amables comentarios y aportaciones, nos leemos el próximo jueves. Facebook: Pedro de León Mojarro    twitter:@Pdeleonm

Sitio Web:www.pedrodeleon.mx

*Miembro de Unidos Podemos A.C.