/ miércoles 7 de octubre de 2015

La población envejece en el mundo / Agenda Ciudadana / Rebecca Arenas Martínez

Cuando se publican las cifras de los especialistas sobre el envejecimiento de la población en el mundo, una inmensa mayoría de la gente reacciona indiferente. La razón es que estos informes no suelen vincularse con las repercusiones que tendrá en la vida diaria de las sociedades el que haya cada vez menos jóvenes y cada vez más viejos. Veamos algunos datos recientes.

Un informe dado a conocer apenas hace unos días por la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que la población mundial está envejeciendo cada vez más rápidamente. La gente tiene menos hijos, la mortandad infantil se ha reducido drásticamente, y las personas en todo el mundo viven cada vez más.

A nivel mundial, el número de personas mayores de 60 años se duplicará para el año 2050. En América Latina, la población mayor de 60 años aumentará aún más rápidamente: se duplicará para el año 2025, según el estudio de la OMS.

El estudio, titulado Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud, señala que mientras en 2006 había 50 millones de personas mayores de 60 años en América Latina y el Caribe, para 2025 la cifra aumentará a 100 millones.

Las cifras muestran que América Latina es una de las regiones del mundo que está envejeciendo más rápidamente. Cuba, por ejemplo, de los pocos países de la región donde hay más muertes que nacimientos, según cifras de Naciones Unidas, será uno de los 10 países del mundo con la población más vieja en el 2050. La población de mayores de 60 años en Cuba crecerá del 7 por ciento que tuvo en 1950 al 34 por ciento para el 2050.

En Brasil, el mismo análisis nos dice que el porcentaje de mayores de 60 años que en 1950 era del 5 por ciento aumentará al 27 por ciento en 2050, y en México el aumento será del 7 por ciento a 24 por ciento en el mismo periodo.

Esta revolución demográfica hará que muy pronto América Latina tenga el mismo problema que los países europeos: muy pocos trabajadores jóvenes para mantener a demasiados jubilados.

En el marco de la Segunda Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, el presidente Peña Nieto señaló que en el año 2030 México contará con el mayor porcentaje de población en edad productiva, lo que equivale al mayor bono demográfico de las últimas décadas.

Se trata de una oportunidad relativa, ya que dependerá de una sólida planeación estratégica y de que se tomen decisiones responsables para hacer frente a las  demandas sociales que se avecinan de acuerdo a la tendencia demográfica de la población mexicana.

Peña Nieto dijo que en las próximas cuatro décadas la población menor de 25 años disminuirá hasta situarse en el año 2050 como el 34 por ciento de la población, cuando en la actualidad este segmento representa el 45 por ciento. En cuanto a la población adulta de entre 25 a 49 años se mantendrá estable y representará un 44 por ciento, mientras que  la proporción de adultos mayores se duplicará en el 2050, Lo que significa que habrá más de 32 millones de adultos mayores, con más de 60 años de edad. Veinte millones más de los que hay actualmente.

A decir verdad, ningún país de América Latina se está preparando suficientemente ante el inexorable envejecimiento de su población. Habría que socializar el fenómeno y establecer prioridades que atender porque hay pocos recursos, poco tiempo y una enorme ignorancia al respecto.

Los países tienen que empezar a prepararse para esta revolución demográfica. Y los jóvenes que están eligiendo una carrera, o pensando iniciar una empresa, tienen que pensar más allá de venderles únicamente a los veinteañeros. Como muestran las cifras de la OMS, el mundo está envejeciendo y quedarnos cruzados de brazos ante este fenómeno, nos podría llevar a ser una sociedad de viejos inútiles, con enormes carencias y sin energía para salir adelante. Un escenario devastador. Tenemos que evitarlo a toda costa. Depende principalmente de los gobiernos, pero los ciudadanos también tenemos mucho por hacer en este tema. rayarenasgmail.com

Cuando se publican las cifras de los especialistas sobre el envejecimiento de la población en el mundo, una inmensa mayoría de la gente reacciona indiferente. La razón es que estos informes no suelen vincularse con las repercusiones que tendrá en la vida diaria de las sociedades el que haya cada vez menos jóvenes y cada vez más viejos. Veamos algunos datos recientes.

Un informe dado a conocer apenas hace unos días por la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que la población mundial está envejeciendo cada vez más rápidamente. La gente tiene menos hijos, la mortandad infantil se ha reducido drásticamente, y las personas en todo el mundo viven cada vez más.

A nivel mundial, el número de personas mayores de 60 años se duplicará para el año 2050. En América Latina, la población mayor de 60 años aumentará aún más rápidamente: se duplicará para el año 2025, según el estudio de la OMS.

El estudio, titulado Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud, señala que mientras en 2006 había 50 millones de personas mayores de 60 años en América Latina y el Caribe, para 2025 la cifra aumentará a 100 millones.

Las cifras muestran que América Latina es una de las regiones del mundo que está envejeciendo más rápidamente. Cuba, por ejemplo, de los pocos países de la región donde hay más muertes que nacimientos, según cifras de Naciones Unidas, será uno de los 10 países del mundo con la población más vieja en el 2050. La población de mayores de 60 años en Cuba crecerá del 7 por ciento que tuvo en 1950 al 34 por ciento para el 2050.

En Brasil, el mismo análisis nos dice que el porcentaje de mayores de 60 años que en 1950 era del 5 por ciento aumentará al 27 por ciento en 2050, y en México el aumento será del 7 por ciento a 24 por ciento en el mismo periodo.

Esta revolución demográfica hará que muy pronto América Latina tenga el mismo problema que los países europeos: muy pocos trabajadores jóvenes para mantener a demasiados jubilados.

En el marco de la Segunda Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, el presidente Peña Nieto señaló que en el año 2030 México contará con el mayor porcentaje de población en edad productiva, lo que equivale al mayor bono demográfico de las últimas décadas.

Se trata de una oportunidad relativa, ya que dependerá de una sólida planeación estratégica y de que se tomen decisiones responsables para hacer frente a las  demandas sociales que se avecinan de acuerdo a la tendencia demográfica de la población mexicana.

Peña Nieto dijo que en las próximas cuatro décadas la población menor de 25 años disminuirá hasta situarse en el año 2050 como el 34 por ciento de la población, cuando en la actualidad este segmento representa el 45 por ciento. En cuanto a la población adulta de entre 25 a 49 años se mantendrá estable y representará un 44 por ciento, mientras que  la proporción de adultos mayores se duplicará en el 2050, Lo que significa que habrá más de 32 millones de adultos mayores, con más de 60 años de edad. Veinte millones más de los que hay actualmente.

A decir verdad, ningún país de América Latina se está preparando suficientemente ante el inexorable envejecimiento de su población. Habría que socializar el fenómeno y establecer prioridades que atender porque hay pocos recursos, poco tiempo y una enorme ignorancia al respecto.

Los países tienen que empezar a prepararse para esta revolución demográfica. Y los jóvenes que están eligiendo una carrera, o pensando iniciar una empresa, tienen que pensar más allá de venderles únicamente a los veinteañeros. Como muestran las cifras de la OMS, el mundo está envejeciendo y quedarnos cruzados de brazos ante este fenómeno, nos podría llevar a ser una sociedad de viejos inútiles, con enormes carencias y sin energía para salir adelante. Un escenario devastador. Tenemos que evitarlo a toda costa. Depende principalmente de los gobiernos, pero los ciudadanos también tenemos mucho por hacer en este tema. rayarenasgmail.com