/ domingo 10 de enero de 2016

Liderazgo, fruto del esfuerzo y de una tradición | Jorge Schiaffino Isunza*

Ante la lamentable noticia del fallecimiento del dirigente del Comité Ejecutivo Nacional de la CTM, Don Joaquín Gamboa Pascoe, interrumpimos este espacio para reflexionar sobre la importante situación en que sucede este hecho.

México, el país que conocemos de instituciones y organizaciones sólidas, son un capitulo vigente entre toda la serie de acontecimientos y transformaciones que dieron paso entre los siglos XX y XXI, poco se ha mencionado en la actualidad de la importancia de los liderazgos sociales basados en las organizaciones de trabajadores en toda la República Mexicana.

No podemos dejar de lado señalar que fruto del movimiento revolucionario de 1910, existieron condiciones y acciones de grandes mexicanos que plasmaron en el texto constitucional los derechos de la clase obrera o trabajadora, que fueron dando paso a instituciones encargadas de necesidades sociales y de hacer realidad una justicia social convertida en política de Estado en materia de seguridad social, y en programas cuya finalidad es garantizar el bienestar del movimiento obrero.

Personas comprometidas con la calidad de vida de los trabajadores han sido actores políticos fundamentales de la historia de México; estos hombres cada uno de ellos en su etapa han contribuido al desarrollo de garantías laborales, condiciones generales de trabajo y a una mejor forma de vivir de los millones de trabajadores en todo el país.

En estos momentos de transformación será como en otras ocasiones importante la presencia de un dirigente, como en su momento han sido Lombardo Toledano, Fidel Velázquez, Blas Chumacero, Emilio M. González, Juan José Osorio Palacios, Leonardo Rodríguez Alcaine, y hoy ante la desaparición de Joaquín Gamboa Pascoe, un líder nato de años de trabajo y conocimiento sobre los temas de importancia para la clase obrera, como lo es Don Carlos Aceves del Olmo, dirigente de una tradición familiar, comprometido con las causas más nobles y sensibles de los obreros mexicanos.

Ese liderazgo que ha sido consolidado a la par de una conducta intachable y de una persistencia leal a una organización tan importante como lo es la Confederación de Trabajadores de México, son y serán definitivos en esta nueva etapa que habrá de enfrentar. Más allá de lo previsto en los estatutos de la confederación, la conducta siempre disciplinada y coherente de las organizaciones que conforman a la CTM, en principio se harán valer para que el secretario general sustituto uno asuma la transición del liderazgo y posteriormente en su Congreso pueda ratificar a un mexicano distinguido por su trabajo, honestidad, simpatía como lo es Carlos Aceves del Olmo.

Nos unimos fraternalmente a la pérdida que ha sufrido el movimiento obrero organizado y deseamos al mismo tiempo éxito a quien será el nuevo dirigente de la CTM.

Al tiempo.

*Exlegislador

jorgeschiaffinoisunza@yahoo.com.mx

/arm

Ante la lamentable noticia del fallecimiento del dirigente del Comité Ejecutivo Nacional de la CTM, Don Joaquín Gamboa Pascoe, interrumpimos este espacio para reflexionar sobre la importante situación en que sucede este hecho.

México, el país que conocemos de instituciones y organizaciones sólidas, son un capitulo vigente entre toda la serie de acontecimientos y transformaciones que dieron paso entre los siglos XX y XXI, poco se ha mencionado en la actualidad de la importancia de los liderazgos sociales basados en las organizaciones de trabajadores en toda la República Mexicana.

No podemos dejar de lado señalar que fruto del movimiento revolucionario de 1910, existieron condiciones y acciones de grandes mexicanos que plasmaron en el texto constitucional los derechos de la clase obrera o trabajadora, que fueron dando paso a instituciones encargadas de necesidades sociales y de hacer realidad una justicia social convertida en política de Estado en materia de seguridad social, y en programas cuya finalidad es garantizar el bienestar del movimiento obrero.

Personas comprometidas con la calidad de vida de los trabajadores han sido actores políticos fundamentales de la historia de México; estos hombres cada uno de ellos en su etapa han contribuido al desarrollo de garantías laborales, condiciones generales de trabajo y a una mejor forma de vivir de los millones de trabajadores en todo el país.

En estos momentos de transformación será como en otras ocasiones importante la presencia de un dirigente, como en su momento han sido Lombardo Toledano, Fidel Velázquez, Blas Chumacero, Emilio M. González, Juan José Osorio Palacios, Leonardo Rodríguez Alcaine, y hoy ante la desaparición de Joaquín Gamboa Pascoe, un líder nato de años de trabajo y conocimiento sobre los temas de importancia para la clase obrera, como lo es Don Carlos Aceves del Olmo, dirigente de una tradición familiar, comprometido con las causas más nobles y sensibles de los obreros mexicanos.

Ese liderazgo que ha sido consolidado a la par de una conducta intachable y de una persistencia leal a una organización tan importante como lo es la Confederación de Trabajadores de México, son y serán definitivos en esta nueva etapa que habrá de enfrentar. Más allá de lo previsto en los estatutos de la confederación, la conducta siempre disciplinada y coherente de las organizaciones que conforman a la CTM, en principio se harán valer para que el secretario general sustituto uno asuma la transición del liderazgo y posteriormente en su Congreso pueda ratificar a un mexicano distinguido por su trabajo, honestidad, simpatía como lo es Carlos Aceves del Olmo.

Nos unimos fraternalmente a la pérdida que ha sufrido el movimiento obrero organizado y deseamos al mismo tiempo éxito a quien será el nuevo dirigente de la CTM.

Al tiempo.

*Exlegislador

jorgeschiaffinoisunza@yahoo.com.mx

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