/ viernes 2 de octubre de 2015

Más violencia en Siria / Javier Oliva

En el ambiente de los 75 años de creación de la Organización de las Naciones Unidad, Rusia anunció el inicio de sus operaciones militares, aéreas y terrestres para apoyar al Gobierno de Bashar-al Assad.

También se sumó a está relevante operación, Irán. Así las cosas, ese de por sí, compilado conflicto, adquirir el tono de una verdadera guerra multidimensional: Terrorismo, separatismos, sectarismos, recursos no renovables estratégicos, rutas comerciales, entre otras variables, se encuentran allí.

No hace mucho, en este mismo espacio, daba cuenta del comienzo de las operaciones de la Fuerza Aérea de la República de Francia, en Siria; tanto en este caso como en los de Rusia e Irán, sumado al de Estados Unidos y el Reino Unido, el objetivo es aniquilar al Ejército Islámico de Siria y Levante.

La posibilidad de encontrar una solución en el mediano plazo, con las nuevas circunstancias bélicas, se observa francamente distante. Las opciones planteadas por Estados Unidos y Rusia, son no sólo diferentes, sino encontradas.

Para la Casa Blanca, no hay solución alguna, sin la remoción de Al-Assad. Para Rusia, la única vía de estabilización, pasa por la continuidad de mismo Al-Assad. Así las cosas, además de la participación de Irán, el conflicto amenaza con ser uno de tipo geopolítico y estratégico, no visto al menos, en lo que va del siglo XXI.

La conjunción de Fuerzas Armadas en ese país de Medio Oriente, es un muy claro indicador. No obstante, la principal y primera consecuencia, ha sido el doloroso proceso de emigración forzada, que por millones, algunas organizaciones refieren hasta cinco, propicia la guerra.

México como todo mundo, se ven y verán afectados por las consecuencias de un incontenible ajuste geopolítico y geoestratégico. Sólo por citar un ejemplo, el mercado mundial de petróleo. La baja sistemática del precio del barril, ha generado a su vez, modificaciones a las finanzas públicas y perspectivas bursátiles.

Por último, pero no menos importante, las especulaciones sobre el final del conflictos, son tan diversas que van de la desintegración de Siria como unidad nacional, hasta el lógico surgimiento de nuevas naciones. Los escenarios ni con mucho, son ciertos. Sin exagerar, entraremos a un nuevo orden geopolítico. javierolivaposada@gmail.com

En el ambiente de los 75 años de creación de la Organización de las Naciones Unidad, Rusia anunció el inicio de sus operaciones militares, aéreas y terrestres para apoyar al Gobierno de Bashar-al Assad.

También se sumó a está relevante operación, Irán. Así las cosas, ese de por sí, compilado conflicto, adquirir el tono de una verdadera guerra multidimensional: Terrorismo, separatismos, sectarismos, recursos no renovables estratégicos, rutas comerciales, entre otras variables, se encuentran allí.

No hace mucho, en este mismo espacio, daba cuenta del comienzo de las operaciones de la Fuerza Aérea de la República de Francia, en Siria; tanto en este caso como en los de Rusia e Irán, sumado al de Estados Unidos y el Reino Unido, el objetivo es aniquilar al Ejército Islámico de Siria y Levante.

La posibilidad de encontrar una solución en el mediano plazo, con las nuevas circunstancias bélicas, se observa francamente distante. Las opciones planteadas por Estados Unidos y Rusia, son no sólo diferentes, sino encontradas.

Para la Casa Blanca, no hay solución alguna, sin la remoción de Al-Assad. Para Rusia, la única vía de estabilización, pasa por la continuidad de mismo Al-Assad. Así las cosas, además de la participación de Irán, el conflicto amenaza con ser uno de tipo geopolítico y estratégico, no visto al menos, en lo que va del siglo XXI.

La conjunción de Fuerzas Armadas en ese país de Medio Oriente, es un muy claro indicador. No obstante, la principal y primera consecuencia, ha sido el doloroso proceso de emigración forzada, que por millones, algunas organizaciones refieren hasta cinco, propicia la guerra.

México como todo mundo, se ven y verán afectados por las consecuencias de un incontenible ajuste geopolítico y geoestratégico. Sólo por citar un ejemplo, el mercado mundial de petróleo. La baja sistemática del precio del barril, ha generado a su vez, modificaciones a las finanzas públicas y perspectivas bursátiles.

Por último, pero no menos importante, las especulaciones sobre el final del conflictos, son tan diversas que van de la desintegración de Siria como unidad nacional, hasta el lógico surgimiento de nuevas naciones. Los escenarios ni con mucho, son ciertos. Sin exagerar, entraremos a un nuevo orden geopolítico. javierolivaposada@gmail.com