/ lunes 4 de septiembre de 2017

Maussan vs Maussan

La biblioteca histórica de la Fundación Miguel Alemán se vio abarrotada este 30 de agosto con artistas, literatos, historiadores, científicos, maestros, comunicadores, empresarios, estudiantes y curiosos de toda proveniencia para presenciar el lanzamiento del sorprendente libro del conocido comunicador Jaime Maussan “1959: Operación LightFire”. Se volvió a dar allí el mismo fenómeno que han protagonizado muchos autores como Ray Badbury, Julio Verne, Isaac Asimov o Bergier y Pauwels cuando el famoso Retorno de los Brujos allá por el año 60, igual que este libro truculento de Jaime Maussán y la bella escritora Cecy Rendón.

Pero digo que se dio un episodio especial, porque a Maussan se le conoce y reconoce por sus investigaciones, videos, películas, artículos y libros sobre OVNIs y otros fenómenos espaciales o incluso de difícil explicación científica y, al mismo tiempo, lleva décadas en la lucha por la defensa del medio ambiente y de los recursos naturales, la biodiversidad y la cultura. Jaime Maussán es un personaje de controversia. Siempre.

Pero ahora se voló la barda al presentar un libro, fundamentado históricamente, en documentos desclasificados por la CIA y el gobierno de Estados Unidos  en declaraciones filmadas de agentes de la Federal de Seguridad, de la Policía Federal y de la CIA y en entrevistas personales e investigaciones documentales y testimoniales que le tardaron años. Es la historia de un inimaginable ejemplo de cooperación entre los sistemas de espionaje de USA y los aparatos de seguridad de México en el régimen de López Mateos, vinculados a la guerra fría, a la competencia con la URSS y la carrera espacial que aún no termina.

Es, por decirlo sedosamente, un libro apasionante que se deja leer en una noche de verano como explicara Alejandro Carrillo ese medio día en la Biblioteca Alemán, mientras David Serur, el ingeniero de las grandes obras de un lado, y Bernardo Quintana en el otro, veían a Jaime Maussan contra sí mismo y su prestigio en otros temas diferentes a este libro de Operación Lightfire que es una obra de historia política contemporánea, pero narrada con una amenidad y acuciosidad científica casi irrefutables. Sí, es una obra peligrosa si usted no está acostumbrada a leer contextualizando o usted lector desenfadado no tiene un suficiente caletre.

Es verdad que es una historia espeluznante e inimaginable que pocos conocen, la de Lightfire como una misión secreta entre los gobiernos mexicano y estadounidense que cuenta con hechos reales y dignos de una película de espionaje, adobados con sabrosuras literarias que le quitan la frialdad cortante de los hechos llenos de traiciones y sinvergüenzadas que se dieron en ese momento de mediados del siglo pasado y allí se ve la suavecita mano de la calámica Cecy Rendón.

Las noches del 26 y 27 de diciembre de 1959, agentes de los ya mencionados gobiernos extrajeron la tecnología espacial de un cohete soviético, para ayudar al país vecino en su lucha en la Guerra Fría. Este hecho se llevó a cabo en las inmediaciones del Auditorio Nacional, donde un agente de la CIA acompañado de un elemento del Estado Mayor Presidencial se jugaron la vida al robar material nuclear soviético para copiar su tecnología; pues de haber fallado, hubiesen sido condenados el resto de su vida en cárceles de alta seguridad o con la misma pena de muerte.

El libro cuenta con el testimonio de Robert San Bernardi, agente encargado de dirigir la operación, el cual aceptó que le dio exclusivamente la entrevista a Maussan meses antes de su muerte.

 

rojedamestre@yahoo.com

La biblioteca histórica de la Fundación Miguel Alemán se vio abarrotada este 30 de agosto con artistas, literatos, historiadores, científicos, maestros, comunicadores, empresarios, estudiantes y curiosos de toda proveniencia para presenciar el lanzamiento del sorprendente libro del conocido comunicador Jaime Maussan “1959: Operación LightFire”. Se volvió a dar allí el mismo fenómeno que han protagonizado muchos autores como Ray Badbury, Julio Verne, Isaac Asimov o Bergier y Pauwels cuando el famoso Retorno de los Brujos allá por el año 60, igual que este libro truculento de Jaime Maussán y la bella escritora Cecy Rendón.

Pero digo que se dio un episodio especial, porque a Maussan se le conoce y reconoce por sus investigaciones, videos, películas, artículos y libros sobre OVNIs y otros fenómenos espaciales o incluso de difícil explicación científica y, al mismo tiempo, lleva décadas en la lucha por la defensa del medio ambiente y de los recursos naturales, la biodiversidad y la cultura. Jaime Maussán es un personaje de controversia. Siempre.

Pero ahora se voló la barda al presentar un libro, fundamentado históricamente, en documentos desclasificados por la CIA y el gobierno de Estados Unidos  en declaraciones filmadas de agentes de la Federal de Seguridad, de la Policía Federal y de la CIA y en entrevistas personales e investigaciones documentales y testimoniales que le tardaron años. Es la historia de un inimaginable ejemplo de cooperación entre los sistemas de espionaje de USA y los aparatos de seguridad de México en el régimen de López Mateos, vinculados a la guerra fría, a la competencia con la URSS y la carrera espacial que aún no termina.

Es, por decirlo sedosamente, un libro apasionante que se deja leer en una noche de verano como explicara Alejandro Carrillo ese medio día en la Biblioteca Alemán, mientras David Serur, el ingeniero de las grandes obras de un lado, y Bernardo Quintana en el otro, veían a Jaime Maussan contra sí mismo y su prestigio en otros temas diferentes a este libro de Operación Lightfire que es una obra de historia política contemporánea, pero narrada con una amenidad y acuciosidad científica casi irrefutables. Sí, es una obra peligrosa si usted no está acostumbrada a leer contextualizando o usted lector desenfadado no tiene un suficiente caletre.

Es verdad que es una historia espeluznante e inimaginable que pocos conocen, la de Lightfire como una misión secreta entre los gobiernos mexicano y estadounidense que cuenta con hechos reales y dignos de una película de espionaje, adobados con sabrosuras literarias que le quitan la frialdad cortante de los hechos llenos de traiciones y sinvergüenzadas que se dieron en ese momento de mediados del siglo pasado y allí se ve la suavecita mano de la calámica Cecy Rendón.

Las noches del 26 y 27 de diciembre de 1959, agentes de los ya mencionados gobiernos extrajeron la tecnología espacial de un cohete soviético, para ayudar al país vecino en su lucha en la Guerra Fría. Este hecho se llevó a cabo en las inmediaciones del Auditorio Nacional, donde un agente de la CIA acompañado de un elemento del Estado Mayor Presidencial se jugaron la vida al robar material nuclear soviético para copiar su tecnología; pues de haber fallado, hubiesen sido condenados el resto de su vida en cárceles de alta seguridad o con la misma pena de muerte.

El libro cuenta con el testimonio de Robert San Bernardi, agente encargado de dirigir la operación, el cual aceptó que le dio exclusivamente la entrevista a Maussan meses antes de su muerte.

 

rojedamestre@yahoo.com

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