/ martes 14 de febrero de 2017

Paradigma Económico

  • Jorge Sánchez Tello
  • Globalización EU y México

El libre comercio es deseable puesto que evita que los países incurran en las pérdidas de eficiencia asociadas a la protección. En países pequeños, el libre comercio también genera otros beneficios que el análisis costo-beneficio tradicional no tiene en cuenta, como aprovechar las economías de escala asociadas a la producción y ofrecer mayores oportunidades de aprendizaje e innovación propiciadas por la mayor competencia y el acceso a nuevos mercados.

Frente al proteccionismo de Trump se nos presenta una importante oportunidad para poder diversificar un poco más nuestro comercio pero hay que reconocer nuestra integración con Norteamerica, algo que parece no entender Trump y en México los que creen que nuestra diversificación podrá sustituir el comercio que tenemos con EU.

El TLC entró en vigor el 1 de enero de 1994, el comercio entre Estados Unidos, Canadá y México  se ha triplicado, las economías de la zona se han duplicado y el número de empleos ha crecido porque se han creado más de 40 millones.

México ha tenido importantes cambios gracias al TLC, en los años ochenta el 80 por ciento de las exportaciones eran petroleras y en este momento 80% de las exportaciones son manufacturas y ojalá algún día tengamos una economía basada en servicios y en innovación.

México es parte de la globalización y asumir posturas proteccionistas no nos beneficia,  el país no podría crecer solo con el consumo interno.

Además es importante señalar que México representa el 14 por ciento de todo lo que Estados Unidos compra del mundo, pero representa el 16 por ciento de lo que le vende al mundo. Es decir, somos más grandes del lado de sus ventas que del lado de sus compras.

México ya tiene las herramientas para diversificar su comercio porque tiene 12 tratados de libre comercio que abarcan a 46 países, aunque esto implica mayores costos de logística y un proceso de aprendizaje de nuevos mercados, no confundir diversificar con sustituir.

Nuestro país es altamente competitivo en manufactura; lo seguiremos siendo, y ahora más con energía barata.

Se tienen proyecciones en donde México si diversifica su comercio de todas formas sus exportaciones hacia Estados Unidos seguirán siendo entre el 65 y 67% para el 2030, es decir por cuestiones geográficas seguirán siendo nuestro principal destino exportador.

Por otra parte, China será uno de los mercados en los que México tendrá una mayor importancia, pero solo representará e 5 por ciento, en el total de sus exportaciones hacia el 2030.

Pero no es el TLC lo que más nos debe de preocupar sobre el gobierno de Trump. Para fortuna de los Estados Unidos entre sus propuestas está la de bajar impuestos como bajar la tasa del ISR a las empresas a 15 por ciento y las tasas para las personas físicas limitarlas a tres escalones, 10, 20 y 25 por ciento.  México necesitará hacer cambios fiscales para aprovechar este impulso que Trump dará a la industria e infraestructura en los Estados Unidos, porque con altas tasas de ISR México ha frenado la creación de nuevas empreas y por ende la creación de más empleos. *Economista e investigador asociado de la FUNDEF

www.fundef.org.mx

jorge.sanchez@itam.mx

@jorgeteilus

  • Jorge Sánchez Tello
  • Globalización EU y México

El libre comercio es deseable puesto que evita que los países incurran en las pérdidas de eficiencia asociadas a la protección. En países pequeños, el libre comercio también genera otros beneficios que el análisis costo-beneficio tradicional no tiene en cuenta, como aprovechar las economías de escala asociadas a la producción y ofrecer mayores oportunidades de aprendizaje e innovación propiciadas por la mayor competencia y el acceso a nuevos mercados.

Frente al proteccionismo de Trump se nos presenta una importante oportunidad para poder diversificar un poco más nuestro comercio pero hay que reconocer nuestra integración con Norteamerica, algo que parece no entender Trump y en México los que creen que nuestra diversificación podrá sustituir el comercio que tenemos con EU.

El TLC entró en vigor el 1 de enero de 1994, el comercio entre Estados Unidos, Canadá y México  se ha triplicado, las economías de la zona se han duplicado y el número de empleos ha crecido porque se han creado más de 40 millones.

México ha tenido importantes cambios gracias al TLC, en los años ochenta el 80 por ciento de las exportaciones eran petroleras y en este momento 80% de las exportaciones son manufacturas y ojalá algún día tengamos una economía basada en servicios y en innovación.

México es parte de la globalización y asumir posturas proteccionistas no nos beneficia,  el país no podría crecer solo con el consumo interno.

Además es importante señalar que México representa el 14 por ciento de todo lo que Estados Unidos compra del mundo, pero representa el 16 por ciento de lo que le vende al mundo. Es decir, somos más grandes del lado de sus ventas que del lado de sus compras.

México ya tiene las herramientas para diversificar su comercio porque tiene 12 tratados de libre comercio que abarcan a 46 países, aunque esto implica mayores costos de logística y un proceso de aprendizaje de nuevos mercados, no confundir diversificar con sustituir.

Nuestro país es altamente competitivo en manufactura; lo seguiremos siendo, y ahora más con energía barata.

Se tienen proyecciones en donde México si diversifica su comercio de todas formas sus exportaciones hacia Estados Unidos seguirán siendo entre el 65 y 67% para el 2030, es decir por cuestiones geográficas seguirán siendo nuestro principal destino exportador.

Por otra parte, China será uno de los mercados en los que México tendrá una mayor importancia, pero solo representará e 5 por ciento, en el total de sus exportaciones hacia el 2030.

Pero no es el TLC lo que más nos debe de preocupar sobre el gobierno de Trump. Para fortuna de los Estados Unidos entre sus propuestas está la de bajar impuestos como bajar la tasa del ISR a las empresas a 15 por ciento y las tasas para las personas físicas limitarlas a tres escalones, 10, 20 y 25 por ciento.  México necesitará hacer cambios fiscales para aprovechar este impulso que Trump dará a la industria e infraestructura en los Estados Unidos, porque con altas tasas de ISR México ha frenado la creación de nuevas empreas y por ende la creación de más empleos. *Economista e investigador asociado de la FUNDEF

www.fundef.org.mx

jorge.sanchez@itam.mx

@jorgeteilus