/ martes 28 de febrero de 2017

Paradigma Económico

  • Economía estable
  • Jorge Sánchez Tello

La economía de México no está en crisis, es estable porque de acuerdo a lo reportado por el Inegi en 2016, el crecimiento económico fue de 2.3 por ciento real anual. Es una cifra que se ha mantenido en promedio en los últimos años, no es una señal de crisis si no que tenemos una economía estable pero que sigue sin crecer más.

A pesar de las malas noticias, de los catastrofistas que piensan que tenemos una grave crisis económica, los datos y la realidad los desmienten. Tenemos un mercado interno, en particular, del consumo privado que creció gracias a que, por ejemplo, hubo un mayor flujo de remesas hacia nuestro país.

Un dato interesante de cómo hay zonas del país donde la clase media está aumentando sus compras es con la venta interna de automóviles: registró ventas históricas. La venta nacional de vehículos fue de 1.60 millones en el acumulado de 2016, implicando un crecimiento anual de 18.6 por ciento. En enero de 2017 el empleo formal crece a 4.2 por ciento.

Otro de los sectores importantes para nuestro país es el turismo, que con la depreciación del peso hace todavía más atractivo visitar a México y seguramente tendrá un importante repunte, por los turistas de otros países que nos visitan, fortaleciendo la economía de donde visiten. México registra récord histórico de visitantes extranjeros en el 2016 con 35 millones y con una captación de 19 mil 571 millones de dólares.

La empresa minorista más importante del país, Wal-Mart, ha registrado en enero un crecimiento del 7.7 por ciento en sus ventas, otro ejemplo de que el consumo privado mantiene su crecimiento.

El crédito bancario sigue en expansión y el peso se ha mantenido estable en niveles de 20 pesos por dólar, de hecho desde la llegada de Trump nuestra moneda es de las que más se ha apreciado.

Sin embargo, el pesimismo ha tenido un impacto negativo entre los consumidores al caer el 25.7 por ciento a niveles de crisis, cuando no lo estamos. ¿Por qué este negativismo? ¿Será que hay una muy muy mala comunicación por parte de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y Gobierno federal para transmitir estos logros a la sociedad? ¿Qué responsabilidad tienen los medios de comunicación al mostrar un México tan fatalista?

Si bien hay que reconocer que hay retos por resolver como la inseguridad, la inflación, deuda pública federal y el tema de Trump, México no está en crisis como en 1994.

Falta camino por recorrer, pero se debe reconocer que México es muy diferente a hace 25 años y se ha avanzado para bien en muchas áreas.

Un cambio importante que intentará hacer Trump en Estados Unidos es bajar la tasa de impuestos que se aplica a las empresas a 20 por ciento y tendrá efectos sobre nuestro país, que grava 37 por ciento contemplando 10 por ciento sobre dividendos a las empresas. Es decir, México debe estar preparado para hacer una Reforma Fiscal que permita bajar esos impuestos que se pusieron en el 2013 para no perder competitividad frente a Estados Unidos y seguir siendo atractivos para los inversionistas.

Por lo tanto, nuestro destino como país lo definimos en México y es nuestro deber cuidar lo que hemos construido en estos años. Las soluciones populistas brindan aparentemente alivio en el corto plazo, pero en el largo se terminan por pagar esas políticas irresponsables, estamos a tiempo de evitar una vuelta al pasado.

Al parecer lo que más debe de preocuparnos es la llegada de un Gobierno populista a nuestro país en el 2018 que pueda revertir los logros alcanzados hasta el momento. Por eso mi pregunta final es a quién beneficia difundir solo lo malo de nuestro querido México. *Economista e investigador asociado de la FUNDEF

www.fundef.org.mx

jorge.sanchez@itam.mx

@jorgeteilus

  • Economía estable
  • Jorge Sánchez Tello

La economía de México no está en crisis, es estable porque de acuerdo a lo reportado por el Inegi en 2016, el crecimiento económico fue de 2.3 por ciento real anual. Es una cifra que se ha mantenido en promedio en los últimos años, no es una señal de crisis si no que tenemos una economía estable pero que sigue sin crecer más.

A pesar de las malas noticias, de los catastrofistas que piensan que tenemos una grave crisis económica, los datos y la realidad los desmienten. Tenemos un mercado interno, en particular, del consumo privado que creció gracias a que, por ejemplo, hubo un mayor flujo de remesas hacia nuestro país.

Un dato interesante de cómo hay zonas del país donde la clase media está aumentando sus compras es con la venta interna de automóviles: registró ventas históricas. La venta nacional de vehículos fue de 1.60 millones en el acumulado de 2016, implicando un crecimiento anual de 18.6 por ciento. En enero de 2017 el empleo formal crece a 4.2 por ciento.

Otro de los sectores importantes para nuestro país es el turismo, que con la depreciación del peso hace todavía más atractivo visitar a México y seguramente tendrá un importante repunte, por los turistas de otros países que nos visitan, fortaleciendo la economía de donde visiten. México registra récord histórico de visitantes extranjeros en el 2016 con 35 millones y con una captación de 19 mil 571 millones de dólares.

La empresa minorista más importante del país, Wal-Mart, ha registrado en enero un crecimiento del 7.7 por ciento en sus ventas, otro ejemplo de que el consumo privado mantiene su crecimiento.

El crédito bancario sigue en expansión y el peso se ha mantenido estable en niveles de 20 pesos por dólar, de hecho desde la llegada de Trump nuestra moneda es de las que más se ha apreciado.

Sin embargo, el pesimismo ha tenido un impacto negativo entre los consumidores al caer el 25.7 por ciento a niveles de crisis, cuando no lo estamos. ¿Por qué este negativismo? ¿Será que hay una muy muy mala comunicación por parte de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y Gobierno federal para transmitir estos logros a la sociedad? ¿Qué responsabilidad tienen los medios de comunicación al mostrar un México tan fatalista?

Si bien hay que reconocer que hay retos por resolver como la inseguridad, la inflación, deuda pública federal y el tema de Trump, México no está en crisis como en 1994.

Falta camino por recorrer, pero se debe reconocer que México es muy diferente a hace 25 años y se ha avanzado para bien en muchas áreas.

Un cambio importante que intentará hacer Trump en Estados Unidos es bajar la tasa de impuestos que se aplica a las empresas a 20 por ciento y tendrá efectos sobre nuestro país, que grava 37 por ciento contemplando 10 por ciento sobre dividendos a las empresas. Es decir, México debe estar preparado para hacer una Reforma Fiscal que permita bajar esos impuestos que se pusieron en el 2013 para no perder competitividad frente a Estados Unidos y seguir siendo atractivos para los inversionistas.

Por lo tanto, nuestro destino como país lo definimos en México y es nuestro deber cuidar lo que hemos construido en estos años. Las soluciones populistas brindan aparentemente alivio en el corto plazo, pero en el largo se terminan por pagar esas políticas irresponsables, estamos a tiempo de evitar una vuelta al pasado.

Al parecer lo que más debe de preocuparnos es la llegada de un Gobierno populista a nuestro país en el 2018 que pueda revertir los logros alcanzados hasta el momento. Por eso mi pregunta final es a quién beneficia difundir solo lo malo de nuestro querido México. *Economista e investigador asociado de la FUNDEF

www.fundef.org.mx

jorge.sanchez@itam.mx

@jorgeteilus