/ viernes 19 de agosto de 2016

Poder Nacional

  • Javier Oliva
  • Trump ante los valores militares

La debacle en la campaña del candidato presidencial del Partido Republicano en Estados Unidos, continúa sin que haya a la vista, condiciones para frenarla. Todo comenzó o en todo caso, registró su punto crítico, cuando Donald Trump ironizó la sobre la participación en la convención del Partido Demócrata, de los padres de un soldado muerto en combate del Ejército de su país en Irak. Por este hecho, la familia fue condecorada con la máxima distinción: la medalla “Corazón Púrpura”. Al haber afectado de manera negativa el honor, prestigio, sacrificio y trascendía del servicio de las Fuerzas Armadas, marcó un punto de no retorno.

Aunque si bien quizo corregir, tratando de especificar que no quiso decir lo que ahora le pesa como una falta y condena moral, tendría una secuencia de respuestas y reacciones, que terminaron por debilitar su imagen y confiabilidad, en una área de extrema sensibilidad como lo es la comunidad de inteligencia y seguridad nacional. En una carta enviada al candidato Trump y hecha pública de manera simultánea, funcionarios de las administraciones de Bush padre e hijo, colocaron y dieron en el blanco: poner en duda el temple y el liderazgo de una hipotética presidencia del hasta ese momento, su candidato.

Los nombres y niveles de los cargos desempeñados por los firmantes de la carta de deslinde, no dejan lugar a dudas que también hubo consideraciones para su redacción, de parte funcionarios de las Fuerzas Armadas de aquellos años. Ex directores de la CIA, de la Agencia Nacional de Seguridad, de la Oficina del Consejero para asuntos de Seguridad Nacional, de la Dirección Nacional de Inteligencia, entre otros ex altos cargos, manifestaron que no iban a apoyar a Trump, pero atención, que tampoco votarían por él. Tampoco anunciaron que apoyarían a la rival Hillary Rodham Clinton. Pero un posicionamiento tan fuerte y determinante, sacudió el ambiente político y de las campañas por la Presidencia del país.

Hay valores que en una sociedad no pueden afectarse o ser utilizados como si se  trataran de simples referentes coyunturales, capaces de ser sustituidos o distorsionados a conveniencia del momento, de una persona o por una causa específica.En el caso de Donald Trump, el muy grave error fue haber criticado y puesto en duda, la valentía y sacrificio hasta la muerte de un soldado, que al final, representa a todos los soldados. Para los valores de la sociedad y Nación estadounidenses, preservar intacta la memoria de los militares caídos en todos los tiempos, se esté o no de acuerdo con las acciones bélicas de ese país, es una base insustituible de identidad y compromiso con la nación y con la patria.

Tan mal ha ido la campaña de Trump desde entonces, que incluso tuvo que cambiar al jefe del equipo y principal responsable de la estrategia electoral, así como modificar el área de relaciones con los medios. A pesar de que en las encuestas, aunque rezagado, mantiene su capacidad para competir en serio por la Casa Blanca, sin temor a exagerar, su actitud de desafío a los valores fundamentales de las Fuerzas Armadas de su país, le costará ser derrotado en 8 de noviembre próximo. Desde luego que hay otros factores que van a incidir en la debacle, pero en cuanto a la suma de valores y principios que hacen de Estados Unidos la principal potencia militar, Trump demostró que de ninguna forma, puede ser un Comandante confiable al no creer, compartir y respetar a cabalidad,  el significado del sacrificio de los soldados y militares en general, de su país. javierolivaposada@gmail.com

  • Javier Oliva
  • Trump ante los valores militares

La debacle en la campaña del candidato presidencial del Partido Republicano en Estados Unidos, continúa sin que haya a la vista, condiciones para frenarla. Todo comenzó o en todo caso, registró su punto crítico, cuando Donald Trump ironizó la sobre la participación en la convención del Partido Demócrata, de los padres de un soldado muerto en combate del Ejército de su país en Irak. Por este hecho, la familia fue condecorada con la máxima distinción: la medalla “Corazón Púrpura”. Al haber afectado de manera negativa el honor, prestigio, sacrificio y trascendía del servicio de las Fuerzas Armadas, marcó un punto de no retorno.

Aunque si bien quizo corregir, tratando de especificar que no quiso decir lo que ahora le pesa como una falta y condena moral, tendría una secuencia de respuestas y reacciones, que terminaron por debilitar su imagen y confiabilidad, en una área de extrema sensibilidad como lo es la comunidad de inteligencia y seguridad nacional. En una carta enviada al candidato Trump y hecha pública de manera simultánea, funcionarios de las administraciones de Bush padre e hijo, colocaron y dieron en el blanco: poner en duda el temple y el liderazgo de una hipotética presidencia del hasta ese momento, su candidato.

Los nombres y niveles de los cargos desempeñados por los firmantes de la carta de deslinde, no dejan lugar a dudas que también hubo consideraciones para su redacción, de parte funcionarios de las Fuerzas Armadas de aquellos años. Ex directores de la CIA, de la Agencia Nacional de Seguridad, de la Oficina del Consejero para asuntos de Seguridad Nacional, de la Dirección Nacional de Inteligencia, entre otros ex altos cargos, manifestaron que no iban a apoyar a Trump, pero atención, que tampoco votarían por él. Tampoco anunciaron que apoyarían a la rival Hillary Rodham Clinton. Pero un posicionamiento tan fuerte y determinante, sacudió el ambiente político y de las campañas por la Presidencia del país.

Hay valores que en una sociedad no pueden afectarse o ser utilizados como si se  trataran de simples referentes coyunturales, capaces de ser sustituidos o distorsionados a conveniencia del momento, de una persona o por una causa específica.En el caso de Donald Trump, el muy grave error fue haber criticado y puesto en duda, la valentía y sacrificio hasta la muerte de un soldado, que al final, representa a todos los soldados. Para los valores de la sociedad y Nación estadounidenses, preservar intacta la memoria de los militares caídos en todos los tiempos, se esté o no de acuerdo con las acciones bélicas de ese país, es una base insustituible de identidad y compromiso con la nación y con la patria.

Tan mal ha ido la campaña de Trump desde entonces, que incluso tuvo que cambiar al jefe del equipo y principal responsable de la estrategia electoral, así como modificar el área de relaciones con los medios. A pesar de que en las encuestas, aunque rezagado, mantiene su capacidad para competir en serio por la Casa Blanca, sin temor a exagerar, su actitud de desafío a los valores fundamentales de las Fuerzas Armadas de su país, le costará ser derrotado en 8 de noviembre próximo. Desde luego que hay otros factores que van a incidir en la debacle, pero en cuanto a la suma de valores y principios que hacen de Estados Unidos la principal potencia militar, Trump demostró que de ninguna forma, puede ser un Comandante confiable al no creer, compartir y respetar a cabalidad,  el significado del sacrificio de los soldados y militares en general, de su país. javierolivaposada@gmail.com