/ viernes 18 de noviembre de 2016

Poder Nacional

  • Javier Oliva Posada
  • Perspectivas de la seguridad internacional desde la OTAN. Y para México

Las agendas de seguridad locales (una nación), regionales (varias naciones) y geopolíticas (un bloque formal de naciones) no se construyen solo a partir de una suma o listado de antagonismos sobre los cuales se pronuncian funcionarios, agencias o especialistas, y señalar en los que se coincide y los no. La formulación de dichas agendas y políticas tiene que ver de manera fundamental con el reforzamiento de las de identidad, así como de la defensa/proyección de los intereses vitales –materiales e intangibles-, de la nación.

En el caso concreto de Europa y sus principales manifestaciones en cuanto a organizaciones geopolíticas como son la Organización del Tratado Atlántico Norte y por supuesto, la Unión Europea. Ambas se fundan en el establecimiento de alianzas fincadas de la identidad y promoción de la democracia, la libre circulación de personas, tratos preferenciales en el comercio entre los países integrantes, convenios de relaciones amigables con el medio ambiente, así como criterios compartidos para hacerle frente a los antagonismos en cada época. Se entiende la diferencia entre la OTAN y la UE, sin embargo, el conocido Brexit y ahora el 8/11 (fecha de las elecciones presidenciales en Estados Unidos), han propiciado un ajuste muy importante en las agendas de los países europeos que integran ambas estructuras multilaterales.

Las consecuentes reacciones en varias partes del mundo, debido a la manera en que el Presidente electo de Estados Unidos ha anunciado la revisión de acuerdos, tratados y convenios de la participación de su país en la economía, política y defensa internacionales, ha puesto en alerta a varias organizaciones multilaterales. En este caso, en las estructuras de Gobierno y administración de la Unión Europea, que de por sí viene realizando ajustes de fondo a su estructura y funcionamiento como consecuencia directa de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (referéndum del 23 de junio pasado), ahora se han acelerado por las evidencias de una política aislacionista (y anacrónica) que Donald Trump se apresta a aplicar a partir del 20 de enero del siguiente año.

Por primera vez en su historia, se reunió el Consejo de Ministros de Defensa, sin ser convocado o desarrollado, bajo los auspicios del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la propia Unión Europea. La sesión, realizada en Bratislava, capital de Eslovaquia, el 16 de septiembre pasado, contó con el voto unánime de 27 de los 28 integrantes. En contra se manifestó el Reino Unido, pues pese a que está en proceso de abandono de la citada organización, siempre se ha opuesto a la formación tanto del Consejo de Ministros de Defensa como a cualquier otro paso específico en políticas solamente europeas, pues sus gobiernos han argumentado a lo largo de los años, que esas determinaciones llevarán a una duplicidad y debilitamiento de la OTAN.

Sin el bloqueo sistemático del Reino Unido, a lo que se conoce como la “Europa de la Defensa”, los países del Continente se aprestan a crear el espacio que de forma gradual pero consistente, les permita tomar bajo su mando y control tanto el desarrollo tecnológico como la creación de los recursos necesarios para tener una voz unificada en la agenda geopolítica e internacional en materia de defensa, seguridad e inteligencia. El escenario es de particular relevancia para México, pues los cambios y adaptaciones mundiales están a la vista. Mientras tanto, se anuncian recortes al presupuesto de las Fuerzas Armadas de nuestro país, como si no formáramos parte clave del entramado geopolítico mundial.

javierolivaposada@gmail.com

  • Javier Oliva Posada
  • Perspectivas de la seguridad internacional desde la OTAN. Y para México

Las agendas de seguridad locales (una nación), regionales (varias naciones) y geopolíticas (un bloque formal de naciones) no se construyen solo a partir de una suma o listado de antagonismos sobre los cuales se pronuncian funcionarios, agencias o especialistas, y señalar en los que se coincide y los no. La formulación de dichas agendas y políticas tiene que ver de manera fundamental con el reforzamiento de las de identidad, así como de la defensa/proyección de los intereses vitales –materiales e intangibles-, de la nación.

En el caso concreto de Europa y sus principales manifestaciones en cuanto a organizaciones geopolíticas como son la Organización del Tratado Atlántico Norte y por supuesto, la Unión Europea. Ambas se fundan en el establecimiento de alianzas fincadas de la identidad y promoción de la democracia, la libre circulación de personas, tratos preferenciales en el comercio entre los países integrantes, convenios de relaciones amigables con el medio ambiente, así como criterios compartidos para hacerle frente a los antagonismos en cada época. Se entiende la diferencia entre la OTAN y la UE, sin embargo, el conocido Brexit y ahora el 8/11 (fecha de las elecciones presidenciales en Estados Unidos), han propiciado un ajuste muy importante en las agendas de los países europeos que integran ambas estructuras multilaterales.

Las consecuentes reacciones en varias partes del mundo, debido a la manera en que el Presidente electo de Estados Unidos ha anunciado la revisión de acuerdos, tratados y convenios de la participación de su país en la economía, política y defensa internacionales, ha puesto en alerta a varias organizaciones multilaterales. En este caso, en las estructuras de Gobierno y administración de la Unión Europea, que de por sí viene realizando ajustes de fondo a su estructura y funcionamiento como consecuencia directa de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (referéndum del 23 de junio pasado), ahora se han acelerado por las evidencias de una política aislacionista (y anacrónica) que Donald Trump se apresta a aplicar a partir del 20 de enero del siguiente año.

Por primera vez en su historia, se reunió el Consejo de Ministros de Defensa, sin ser convocado o desarrollado, bajo los auspicios del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la propia Unión Europea. La sesión, realizada en Bratislava, capital de Eslovaquia, el 16 de septiembre pasado, contó con el voto unánime de 27 de los 28 integrantes. En contra se manifestó el Reino Unido, pues pese a que está en proceso de abandono de la citada organización, siempre se ha opuesto a la formación tanto del Consejo de Ministros de Defensa como a cualquier otro paso específico en políticas solamente europeas, pues sus gobiernos han argumentado a lo largo de los años, que esas determinaciones llevarán a una duplicidad y debilitamiento de la OTAN.

Sin el bloqueo sistemático del Reino Unido, a lo que se conoce como la “Europa de la Defensa”, los países del Continente se aprestan a crear el espacio que de forma gradual pero consistente, les permita tomar bajo su mando y control tanto el desarrollo tecnológico como la creación de los recursos necesarios para tener una voz unificada en la agenda geopolítica e internacional en materia de defensa, seguridad e inteligencia. El escenario es de particular relevancia para México, pues los cambios y adaptaciones mundiales están a la vista. Mientras tanto, se anuncian recortes al presupuesto de las Fuerzas Armadas de nuestro país, como si no formáramos parte clave del entramado geopolítico mundial.

javierolivaposada@gmail.com