/ viernes 8 de enero de 2016

Políticas de bragas abiertas / La Creme de la Creme / Eva Makivar

Bien y bonito se lució la diputada priísta de Michoacán, Socorro Quintana, quien preside la Comisión de Género de la legislatura local.

Según dio cuenta la agencia de noticias Quadratín, durante la inauguración de su casa de campaña, asistentes al evento relataron que “Coco” –como se le conoce a la diputada- colocó sobre una misma mesa gelatinas, dulces, chocolates y… productos de estimulación sexual.

La diputada negó que hayan sido consoladores, sino que uno de los participantes del evento expuso jabones en forma de miembro viril, fabricados por su iniciativa personal, “pero jamás consoladores”, aclaró Coco...

Um, señalan, haiga sido como haiga sido. Que recuerde Coco que vivimos en casa del jabonero, y el que no cae, resbala… al menos le hubiera dicho a su participante que hubiera hecho otras figuritas de jabón… Prepotencia y lo que le sigue

¡Ahhh! Pero la que se lució fue la senadora panista por San Luis Potosí, Sonia Mendoza.

La ya conocida como “Lady Bandera” destapó un escándalo que pudo haber pasado inadvertido.

En el 2013, el Senado mandó confeccionar —violando la ley— 128 banderas nacionales personalizadas para cada uno de los senadores, “regalazo” del panista Ernesto Cordero, entonces presidente de la Mesa Directiva.

Cada banderita, 668 mil pesos, y esto sin permiso de Gobernación.

#LadyBandera sale retratada en Facebook, muy sonriente, al lado de la bandera de México y con su nombre en letras doradas, ¡y entonces se descubrió todo!

Una usuaria de Facebook escribió:

“Aunque fuera un regalo. ¿Qué ha hecho usted para creer que merece se borde su nombre en la bandera nacional?”.

¡Órale! Con eso demuestra el exsenador Cordero que con seis mil pesos mensuales alcanza para profanar y ridiculizar el Lábaro Patrio… qué muestra de egolatría y presunción… ¡y de gorra!, porque eso lo pagamos nosotros… ¿Honor a quien honor merece?

Casi 40 años después de su muerte, varios hombres de negocios erigieron en Henán (léase Jo-Nán, provincia de la República Popular China) una gigantesca estatua de Mao Zedong, el que fuera el primer líder de la China comunista.

Con 37 metros de altura y un costo de 425 mil euros (nueve millones de pesos), su dorada figura no ha dejado a nadie indiferente, y la construcción está recibiendo tantas loas como críticas.

Apodado el Gran Timonel, Mao estuvo al frente del país asiático desde el final de la guerra civil china, en 1949, hasta su muerte en septiembre de 1976. Pese a ser uno de los iconos de la nación, sobre su mandato pesan numerosos reproches, sobre todo la terrible hambruna que provocó con su fallido plan de industrialización conocido como el Gran salto adelante, y que se saldó con la muerte de decenas de millones de personas.

Henán, lugar donde se ha levantado esta estatua de acero y hormigón bañada en pan de oro, es una de las zonas más pobres de todo el país.

Entonces, comentan: ¿por qué no se utiliza ese dinero para aliviar la pobreza, en primer lugar?. Además de su costo, otros critican el uso de esas tierras para ese fin, en vez de para el cultivo…

Tsss, estiman; parece ser un caso de “las veredas quitarán, pero las querencias cuándo” (se trata de Mao, claro), pero más bien parece que los chinos están haciendo algo tan inservible como nuestro “Coloso del Bicentenario”, ¿se acuerdan dónde quedó? ¡Ejemplo a seguir!

En un hecho histórico, el municipio de Valle de Bravo se convertirá en el primero en América Latina en proclamar a los animales como “seres con derechos constitucionales”, al igual que Francia e India.

Actores, representantes de organizaciones civiles y autoridades municipales realizaron una serie de actividades para lograr que los animales domésticos sean considerados como “personas no humanas” y por lo tanto tengan derechos.

¡Bravo!, aplauden. ¡Ahora Valle de Bravo es municipio friendly con perros, gatos y demás animales domésticos! ¡A sacar su INE!

Y el dólar ya sacó su credencial de elector, ¡ya pasó los 18 pesos…! ¡Auchh!

Bien y bonito se lució la diputada priísta de Michoacán, Socorro Quintana, quien preside la Comisión de Género de la legislatura local.

Según dio cuenta la agencia de noticias Quadratín, durante la inauguración de su casa de campaña, asistentes al evento relataron que “Coco” –como se le conoce a la diputada- colocó sobre una misma mesa gelatinas, dulces, chocolates y… productos de estimulación sexual.

La diputada negó que hayan sido consoladores, sino que uno de los participantes del evento expuso jabones en forma de miembro viril, fabricados por su iniciativa personal, “pero jamás consoladores”, aclaró Coco...

Um, señalan, haiga sido como haiga sido. Que recuerde Coco que vivimos en casa del jabonero, y el que no cae, resbala… al menos le hubiera dicho a su participante que hubiera hecho otras figuritas de jabón… Prepotencia y lo que le sigue

¡Ahhh! Pero la que se lució fue la senadora panista por San Luis Potosí, Sonia Mendoza.

La ya conocida como “Lady Bandera” destapó un escándalo que pudo haber pasado inadvertido.

En el 2013, el Senado mandó confeccionar —violando la ley— 128 banderas nacionales personalizadas para cada uno de los senadores, “regalazo” del panista Ernesto Cordero, entonces presidente de la Mesa Directiva.

Cada banderita, 668 mil pesos, y esto sin permiso de Gobernación.

#LadyBandera sale retratada en Facebook, muy sonriente, al lado de la bandera de México y con su nombre en letras doradas, ¡y entonces se descubrió todo!

Una usuaria de Facebook escribió:

“Aunque fuera un regalo. ¿Qué ha hecho usted para creer que merece se borde su nombre en la bandera nacional?”.

¡Órale! Con eso demuestra el exsenador Cordero que con seis mil pesos mensuales alcanza para profanar y ridiculizar el Lábaro Patrio… qué muestra de egolatría y presunción… ¡y de gorra!, porque eso lo pagamos nosotros… ¿Honor a quien honor merece?

Casi 40 años después de su muerte, varios hombres de negocios erigieron en Henán (léase Jo-Nán, provincia de la República Popular China) una gigantesca estatua de Mao Zedong, el que fuera el primer líder de la China comunista.

Con 37 metros de altura y un costo de 425 mil euros (nueve millones de pesos), su dorada figura no ha dejado a nadie indiferente, y la construcción está recibiendo tantas loas como críticas.

Apodado el Gran Timonel, Mao estuvo al frente del país asiático desde el final de la guerra civil china, en 1949, hasta su muerte en septiembre de 1976. Pese a ser uno de los iconos de la nación, sobre su mandato pesan numerosos reproches, sobre todo la terrible hambruna que provocó con su fallido plan de industrialización conocido como el Gran salto adelante, y que se saldó con la muerte de decenas de millones de personas.

Henán, lugar donde se ha levantado esta estatua de acero y hormigón bañada en pan de oro, es una de las zonas más pobres de todo el país.

Entonces, comentan: ¿por qué no se utiliza ese dinero para aliviar la pobreza, en primer lugar?. Además de su costo, otros critican el uso de esas tierras para ese fin, en vez de para el cultivo…

Tsss, estiman; parece ser un caso de “las veredas quitarán, pero las querencias cuándo” (se trata de Mao, claro), pero más bien parece que los chinos están haciendo algo tan inservible como nuestro “Coloso del Bicentenario”, ¿se acuerdan dónde quedó? ¡Ejemplo a seguir!

En un hecho histórico, el municipio de Valle de Bravo se convertirá en el primero en América Latina en proclamar a los animales como “seres con derechos constitucionales”, al igual que Francia e India.

Actores, representantes de organizaciones civiles y autoridades municipales realizaron una serie de actividades para lograr que los animales domésticos sean considerados como “personas no humanas” y por lo tanto tengan derechos.

¡Bravo!, aplauden. ¡Ahora Valle de Bravo es municipio friendly con perros, gatos y demás animales domésticos! ¡A sacar su INE!

Y el dólar ya sacó su credencial de elector, ¡ya pasó los 18 pesos…! ¡Auchh!