/ lunes 31 de julio de 2017

Por qué un Frente Amplio para el 2018

La percepción de muchas personas de diversos pensamientos es que el país va a un deterioro no visto desde hace tiempo. La violencia social se manifiesta de diversas formas, siguen los daños colaterales de la guerra contra las drogas, continúan desapariciones de personas; delincuencia organizada y común creciendo, desplazamiento interno por violencia, megaproyectos de minas, presas o industrias eólicas. No hay caminos o calles seguras; nuestras casas se pertrechan más. Delincuentes que le dan la vuelta a la justicia. Junio el mes más violento de los últimos 20 años, con dos mil 234 homicidios dolosos informa el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Nuevo Sistema de Justicia Penal con resistencias para que se lleve a cabo.

Aunque las cifras se maquillen, millones de personas padecen pobreza extrema y los pobres y clase media sobreviven con un empleo informal o un salario precario, miserable e insostenible.

Bajos ingresos afectan nutrición, educación, salud, servicios básicos, acceso al agua dulce y potable, incluso no crea condiciones para un buen medioambiente, lo más básico para evitar la exclusión social. Los efectos de la pobreza afectan a millones de familias y entre ellas destaco al 36% que es menor de 18 años de edad. La deserción escolar conforme se avanza el grado va siendo más alta, con un sistema educativo obsoleto que no da alternativas a jóvenes para su futuro profesional o de oficios. La desigualdad social afecta al desarrollo y estabilidad del país.

Pero falta nombrar otro elemento sustancial: imposible ocultar la enorme corrupción imperante que va desde la mordida para acelerar un trámite, hasta la construcción de monumentos como la Estela de Luz o carreteras que se parten por socavones. Hoy estamos en un estira y afloja desde el Senado para que se concrete el sistema nacional anticorrupción y no haya pase automático hacia la correcta transición de la PGR a ser una Fiscalía autónoma que deber ser otra cosa a lo que hoy es.

Ya no se puede decir que estos problemas vienen del sexenio pasado. Arrastró el gobierno de Peña los errores de Calderón, de Fox, etc.

El deterioro de la política se agudiza porque no hay controles para evitar que gobernadores hagan de las suyas durante sus gobiernos, sin escuchar a nadie, sin que permitan observatorios ciudadanos, que ponen candados a licitaciones públicas; la rendición de cuentas de funcionarios en los tres ámbitos de gobierno sigue siendo una demagogia. ¡Nos urge otra cosa!

Reivindicar el ejercicio de la política solo se logra concretando reales gobiernos abiertos. ¿Quién puede encabezar este cometido?

Pensar en un proyecto comprometido con seguridad, justicia, igualdad sustantiva, no discriminación y economía eficiente que garantice equidad social y desarrollo sostenible para lograr un Estado de bienestar, puede ser posible . No pensemos, como dice el Dr. Juan Ramón de la Fuente, en un frente antiPRI o antiAMLO. La alternativa para sacar al país del atolladero en que se encuentra se logra no haciendo lo mismo; se concreta repensando la política a partir de un proyecto de Nación que se funde en que el pueblo tiene el derecho inalienable de modificar su forma de gobierno. Estoy convencida de que esa ruta está en la construcción de un frente amplio, democrático, con partidos y organizaciones sociales, con una candidatura ciudadana que tenga como objetivo el adelanto de la gente.

Senadora del PRD. Presidenta de la comisión de Derechos Humanos.

@angelicadelap

La percepción de muchas personas de diversos pensamientos es que el país va a un deterioro no visto desde hace tiempo. La violencia social se manifiesta de diversas formas, siguen los daños colaterales de la guerra contra las drogas, continúan desapariciones de personas; delincuencia organizada y común creciendo, desplazamiento interno por violencia, megaproyectos de minas, presas o industrias eólicas. No hay caminos o calles seguras; nuestras casas se pertrechan más. Delincuentes que le dan la vuelta a la justicia. Junio el mes más violento de los últimos 20 años, con dos mil 234 homicidios dolosos informa el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Nuevo Sistema de Justicia Penal con resistencias para que se lleve a cabo.

Aunque las cifras se maquillen, millones de personas padecen pobreza extrema y los pobres y clase media sobreviven con un empleo informal o un salario precario, miserable e insostenible.

Bajos ingresos afectan nutrición, educación, salud, servicios básicos, acceso al agua dulce y potable, incluso no crea condiciones para un buen medioambiente, lo más básico para evitar la exclusión social. Los efectos de la pobreza afectan a millones de familias y entre ellas destaco al 36% que es menor de 18 años de edad. La deserción escolar conforme se avanza el grado va siendo más alta, con un sistema educativo obsoleto que no da alternativas a jóvenes para su futuro profesional o de oficios. La desigualdad social afecta al desarrollo y estabilidad del país.

Pero falta nombrar otro elemento sustancial: imposible ocultar la enorme corrupción imperante que va desde la mordida para acelerar un trámite, hasta la construcción de monumentos como la Estela de Luz o carreteras que se parten por socavones. Hoy estamos en un estira y afloja desde el Senado para que se concrete el sistema nacional anticorrupción y no haya pase automático hacia la correcta transición de la PGR a ser una Fiscalía autónoma que deber ser otra cosa a lo que hoy es.

Ya no se puede decir que estos problemas vienen del sexenio pasado. Arrastró el gobierno de Peña los errores de Calderón, de Fox, etc.

El deterioro de la política se agudiza porque no hay controles para evitar que gobernadores hagan de las suyas durante sus gobiernos, sin escuchar a nadie, sin que permitan observatorios ciudadanos, que ponen candados a licitaciones públicas; la rendición de cuentas de funcionarios en los tres ámbitos de gobierno sigue siendo una demagogia. ¡Nos urge otra cosa!

Reivindicar el ejercicio de la política solo se logra concretando reales gobiernos abiertos. ¿Quién puede encabezar este cometido?

Pensar en un proyecto comprometido con seguridad, justicia, igualdad sustantiva, no discriminación y economía eficiente que garantice equidad social y desarrollo sostenible para lograr un Estado de bienestar, puede ser posible . No pensemos, como dice el Dr. Juan Ramón de la Fuente, en un frente antiPRI o antiAMLO. La alternativa para sacar al país del atolladero en que se encuentra se logra no haciendo lo mismo; se concreta repensando la política a partir de un proyecto de Nación que se funde en que el pueblo tiene el derecho inalienable de modificar su forma de gobierno. Estoy convencida de que esa ruta está en la construcción de un frente amplio, democrático, con partidos y organizaciones sociales, con una candidatura ciudadana que tenga como objetivo el adelanto de la gente.

Senadora del PRD. Presidenta de la comisión de Derechos Humanos.

@angelicadelap