El fallecido líder chino, Deng Xiao Ping, autor de las reformas estructurales que han llevado a su país al desarrollo económico que vive en estos días, señalaba insistentemente que toda crisis representaba un proceso de oportunidades. Tal expresión, viniendo de un comunista heredero de Mao Tse Tung, que fue capaz de reinventar a su país para que sin apartarse de un régimen socialista casi stalinista, fuera capaz de lograr convertirse en la segunda potencia económica a nivel mundial, cobra un muy especial significado, especialmente ahora que se escucha en México alguna que otra voz trasnochada que insiste en rechazar las reformas estructurales que hemos logrado.
Pensando tan solo en la más importante de las reformas, la Energética, cuando ésta fue traída al Legislativo para su discusión, enviada por el presidente Enrique Peña Nieto, titular del Poder Ejecutivo, el planteamiento que de la misma se hacía en cuanto a resultados, era que los primeros se vislumbrarían cuando muy pronto hacia finales del sexenio, lo que no ha sido así, ya que desde este momento se pueden ver algunos, como el éxito de la tercera licitación de la Ronda Uno, en que se contó con la participación transparente y nutrida de empresas nacionales e internacionales, mismas que fortalecen la competencia en el ramo energético en nuestro país y que generarán importantes y cuantiosos empleos.
Por otra parte, con base en lo planteado en la propia Reforma Energética, este año marcará hechos inéditos en el mercado mexicano de combustibles, al darse por primera vez un descenso en precio de las gasolinas y el gas LP, lo que vendrá con el inicio de competencia entre gasolineras y gaseras derivado de que el Estado mexicano dejará de regular su cotización, lo que habrá de permitir que los expendedores comiencen a competir entre sí, situación que habrá de llevar a que sea ahora el mercado el que fije las cotizaciones para beneficios de consumidoras y consumidores mexicanos.
En definitiva el 2016 pinta interesante, quedan aún importantes reformas pendientes, como la orientada al campo mexicano, el que es necesario redirigir para que vuelva a ser un importante generador de bienestar y calidad de vida, empezando por el entorno rural y por supuesto apuntando hacia lograr una verdadera autosuficiencia alimentaria, misma que constituiría la consolidación misma de la autodeterminación de nuestro país.
Se trata de temas de gran profundidad que habrán de incidir en las elecciones de gobernadores en estados clave que se llevarán a cabo en el año que comienza. Se trata de los estados de Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
Parte de lo que más llama la atención de tales procesos electorales, es que de nueva cuenta y a pesar de los fracasos políticos representados por sus anteriores alianzas, el PAN y el PRD, nuevamente vuelven a plantear acudir juntos por gubernaturas como las de Oaxaca y Aguascalientes, más las que vayan acordando conforme avance la primera mitad del presente año.
Por supuesto se trata de una mera búsqueda del poder por el poder mismo y no por brindar mejores condiciones de vida a la población, algo que por ejemplo en Oaxaca ha sido un fracaso contundente, ya que la entidad vive un desGobierno notable al tener a su gobernador sometido a los caprichos de la disidente sección 22 del SNTE, que en realidad le reporta a la CNTE y que tiene en vilo a las escuelas públicas de la entidad durante la mayor parte de los ciclos escolares, además de afectar la actividad económica del Estado y provocar un verdadero retroceso.
Así es como se ven algunas de las elecciones de gobernador para el próximo año, en las que pretenden volverse a juntar partidos disímbolos en la búsqueda del poder por el poder mismo, algo de lo que mexicanas y mexicanos debemos estar conscientes a la hora de acudir a las urnas en nuestras respectivas entidades. Todo un reto para el 2016. * Diputada federal por Durango
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