/ lunes 7 de agosto de 2017

Trump al teléfono y nuestra triste política exterior

Lo que sucede en la Casa Blanca en estos días, sin duda tiene de cabeza a la opinión pública. A la serie “despidos”, se han sumado las recientes filtraciones que revelan que la Oficina Oval pasa por una severa crisis, una en la que Trump ha secuestrado la estrategia de comunicación política. Con la prensa golpeteando todos los días, el Washington Post nos ha mostrado en esa historia, como protagonistas de uno de los episodios más penosos para nuestra política exterior que se ha doblegado a los caprichos del magnate.

Anthony Scaramucci, Reince Priebus, y Sean Spicer, son apenas tres de los nombres más importantes que han dejado el equipo trumpista por diferencias aún no muy claras. Las filtraciones se han sumado, dejando ver que en el fondo algo grave sucede, ya sea espionaje o disidencia. La contención hasta ahora parece será la creación de una “fuerza especial” para combatir este tipo de prácticas, lo que fue anunciado por el fiscal general Jeff Sessions, y su equipo la semana pasada, sin embargo, es probable tendremos más de estos episodios.

Trump se confirma una vez más como un personaje autoritario, para él negociar o generar consensos, está lejos de su estrategia basada en amedrentar, coaccionar e imponer, ya sea  dentro o fuera de su administración.

En el exterior, por ejemplo, la relación con Corea del Norte es un referente. Hasta hoy, a pesar de las amenazas y ataques de Kim Jong Un, Donald ha sido incluso tibio para responder a la nación asiática, pues nadie sabe qué es lo que podría pasar si este par de personajes que rayan en la locura, disintieran.

Peña debería aprender que con Trump la debilidad y subordinación no son la mejor estrategia para generar respeto; eso se ha hecho evidente con la transcripción de la llamada entre ambos.

La filtración confirma al menos, que la designación de nuestro “flamante” Canciller –cuestionada por su falta de experiencia-responde a la relación que guarda Videgaray con Jared Kushner, y sin duda, a la subordinación de los intereses norteamericanos.

Han sido la determinación del magnate, su característica prepotencia y soberbia, así como su habilidad para ser abiertamente hostil, lo que arrinconó a Peña. La transcripción, confirma que Trump no cederá un paso en la renegociación del TLCAN, mientras deja ver que las decisiones en nuestro país, las toma quien está sentado en el piso 22 de la Plaza Juárez,en las instalaciones de la SRE, y no quien habita Los Pinos.

Peña, sin sorprender a nadie, demuestra nuevamente su incapacidad para negociar. Trump lo ha interrumpido en cada oportunidad, restregando infinidad de amenazas sobre impuestos y cuotas arancelarias, pero sobre todo imponiendo una consigna al Ejecutivo nacional, de dejar de decir que México no pagará el muro fronterizo.

Se sabe desde los tiempos en que la logia de York se inmiscuía en asuntos internos, que EU dicta–salvo honrosas excepciones- la política a nuestros presidentes. Sin embargo, resulta inverosímil que Peña haya sido completamente pusilánime e incapaz de articular argumento alguno si quiera para señalar las asimetrías que definen la relación bilateral entre ambas naciones.

Es una grave amenaza para México que al frente del país, tengamos a una persona sin carácter. Como el mismo Trump dijera,”muéstreme una persona sin ego, y te mostraré a un don nadie”, eso es lo que le ha hecho a Peña, pero no a México.

@ClauCorichi

Lo que sucede en la Casa Blanca en estos días, sin duda tiene de cabeza a la opinión pública. A la serie “despidos”, se han sumado las recientes filtraciones que revelan que la Oficina Oval pasa por una severa crisis, una en la que Trump ha secuestrado la estrategia de comunicación política. Con la prensa golpeteando todos los días, el Washington Post nos ha mostrado en esa historia, como protagonistas de uno de los episodios más penosos para nuestra política exterior que se ha doblegado a los caprichos del magnate.

Anthony Scaramucci, Reince Priebus, y Sean Spicer, son apenas tres de los nombres más importantes que han dejado el equipo trumpista por diferencias aún no muy claras. Las filtraciones se han sumado, dejando ver que en el fondo algo grave sucede, ya sea espionaje o disidencia. La contención hasta ahora parece será la creación de una “fuerza especial” para combatir este tipo de prácticas, lo que fue anunciado por el fiscal general Jeff Sessions, y su equipo la semana pasada, sin embargo, es probable tendremos más de estos episodios.

Trump se confirma una vez más como un personaje autoritario, para él negociar o generar consensos, está lejos de su estrategia basada en amedrentar, coaccionar e imponer, ya sea  dentro o fuera de su administración.

En el exterior, por ejemplo, la relación con Corea del Norte es un referente. Hasta hoy, a pesar de las amenazas y ataques de Kim Jong Un, Donald ha sido incluso tibio para responder a la nación asiática, pues nadie sabe qué es lo que podría pasar si este par de personajes que rayan en la locura, disintieran.

Peña debería aprender que con Trump la debilidad y subordinación no son la mejor estrategia para generar respeto; eso se ha hecho evidente con la transcripción de la llamada entre ambos.

La filtración confirma al menos, que la designación de nuestro “flamante” Canciller –cuestionada por su falta de experiencia-responde a la relación que guarda Videgaray con Jared Kushner, y sin duda, a la subordinación de los intereses norteamericanos.

Han sido la determinación del magnate, su característica prepotencia y soberbia, así como su habilidad para ser abiertamente hostil, lo que arrinconó a Peña. La transcripción, confirma que Trump no cederá un paso en la renegociación del TLCAN, mientras deja ver que las decisiones en nuestro país, las toma quien está sentado en el piso 22 de la Plaza Juárez,en las instalaciones de la SRE, y no quien habita Los Pinos.

Peña, sin sorprender a nadie, demuestra nuevamente su incapacidad para negociar. Trump lo ha interrumpido en cada oportunidad, restregando infinidad de amenazas sobre impuestos y cuotas arancelarias, pero sobre todo imponiendo una consigna al Ejecutivo nacional, de dejar de decir que México no pagará el muro fronterizo.

Se sabe desde los tiempos en que la logia de York se inmiscuía en asuntos internos, que EU dicta–salvo honrosas excepciones- la política a nuestros presidentes. Sin embargo, resulta inverosímil que Peña haya sido completamente pusilánime e incapaz de articular argumento alguno si quiera para señalar las asimetrías que definen la relación bilateral entre ambas naciones.

Es una grave amenaza para México que al frente del país, tengamos a una persona sin carácter. Como el mismo Trump dijera,”muéstreme una persona sin ego, y te mostraré a un don nadie”, eso es lo que le ha hecho a Peña, pero no a México.

@ClauCorichi