/ domingo 20 de noviembre de 2016

Una visión, una realidad

Siendo ya una realidad la Presidencia de Donald Trump, existen diversos escenarios que pueden y deben mantener ocupado al Gobierno mexicano, en principio para tener una estrategia propia y propositiva que, ante las posibilidades de cambio político y económico en las relaciones bilaterales, no tomen por sorpresa las decisiones gubernamentales y por consecuencia, obliguen a determinaciones aceleradas bajo presión y con la iniciativa de parte de EU.

Así como en su momento el presidente Enrique Peña Nieto tuvo la osadía de invitar al entonces candidato, en un escenario que le ganó grandes críticas de sus detractores y que hoy simplemente justifican sus juicios a priori, de igual manera las esferas diplomáticas y económicas del Gobierno, deben articular diversos esquemas, acciones, protocolo, decisiones, para lograr que el Gobierno mexicano pueda sentarse en caso de negociación, en una posición sólida con los argumentos necesarios para mantener todo aquello que ha sido en beneficio del país y por supuesto, sosteniendo una posición sólida ante los fenómenos migratorios y el respeto a los derechos humanos de nuestros connacionales que viven, estudian y trabajan en EU.

México debe actuar con oportunidad con los aliados comerciales y políticos que se tienen en Washington, existen bloques de políticos, tanto en el partido republicano como en el partido demócrata, que tienen interés en que las relaciones entre México y EU se mantengan en buenos términos y que inclusive, puedan mejorar, no obstante los discursos de campaña del ahora Presidente electo.

El presidente Peña ha enfatizado: “El futuro de México depende exclusivamente de nosotros mismos, de nuestra unión y de nuestro esfuerzo. Hoy en México, estamos haciendo las cosas de manera diferente para alcanzar resultados distintos, pero también más positivos y mejores”.

“Sepamos defender y seguir trabajando por lo que hemos logrado a través del esfuerzo de varias generaciones. Dejemos de lado actitudes particulares e incluso partidarias, hoy nos convoca trabajar de un solo lado, por un solo motivo, por una sola razón, se llama México”.

Por otro lado, en sus declaraciones en la noche de su victoria electoral, el Presidente Electo de EU afirmó: “Tenemos un plan económico fabuloso. Vamos a doblar nuestro crecimiento y a la misma vez, tendremos la economía más fuerte del mundo. A la misma vez, vamos a llevarnos bien con todos los otros países que quieren llevarse bien con nosotros. Vamos a tener relaciones fabulosas”.

Donald Trump, en los días posteriores y ante la expectativa que ha generado su elección para la forma en que se darán las relaciones bilaterales con México, en una entrevista en el programa 60 minutos expresó:

“Después de que la frontera esté segura y después de que todo se haya normalizado, vamos a tomar una determinación sobre esa gente (...), son gente estupenda y vamos a tomar una decisión sobre eso. Pero antes de tomar esa decisión, es muy importante que aseguremos nuestra frontera”. Igualmente reiteró su promesa de construir un muro entre México y EU, una de las piezas centrales de su campaña, aunque admitió que podrían alzarse “vallas” en “ciertas áreas” de los más de tres mil kilómetros de la frontera entre los dos países.

El presidente Peña tuvo la voluntad de invitar al ahora Presidente, con la visión de que México no quedara al margen en la discusión de los contendientes a la Presidencia, hoy la realidad da forma a esa decisión tan polémica, pero igual esperamos que sus instrucciones a los funcionarios involucrados en las relaciones políticas y comerciales, así como el apoyo unánime del Congreso de la Unión y la unión de los mexicanos en estos temas, hagan sentir la presencia de México de forma definitiva y constructiva. Enrique Peña tiene ante sí la posibilidad de unir a los mexicanos a ambos lados de la frontera.

Al tiempo * Exlegislador

Jorgeschiaffinoisunza@yahoo.com.mx

Siendo ya una realidad la Presidencia de Donald Trump, existen diversos escenarios que pueden y deben mantener ocupado al Gobierno mexicano, en principio para tener una estrategia propia y propositiva que, ante las posibilidades de cambio político y económico en las relaciones bilaterales, no tomen por sorpresa las decisiones gubernamentales y por consecuencia, obliguen a determinaciones aceleradas bajo presión y con la iniciativa de parte de EU.

Así como en su momento el presidente Enrique Peña Nieto tuvo la osadía de invitar al entonces candidato, en un escenario que le ganó grandes críticas de sus detractores y que hoy simplemente justifican sus juicios a priori, de igual manera las esferas diplomáticas y económicas del Gobierno, deben articular diversos esquemas, acciones, protocolo, decisiones, para lograr que el Gobierno mexicano pueda sentarse en caso de negociación, en una posición sólida con los argumentos necesarios para mantener todo aquello que ha sido en beneficio del país y por supuesto, sosteniendo una posición sólida ante los fenómenos migratorios y el respeto a los derechos humanos de nuestros connacionales que viven, estudian y trabajan en EU.

México debe actuar con oportunidad con los aliados comerciales y políticos que se tienen en Washington, existen bloques de políticos, tanto en el partido republicano como en el partido demócrata, que tienen interés en que las relaciones entre México y EU se mantengan en buenos términos y que inclusive, puedan mejorar, no obstante los discursos de campaña del ahora Presidente electo.

El presidente Peña ha enfatizado: “El futuro de México depende exclusivamente de nosotros mismos, de nuestra unión y de nuestro esfuerzo. Hoy en México, estamos haciendo las cosas de manera diferente para alcanzar resultados distintos, pero también más positivos y mejores”.

“Sepamos defender y seguir trabajando por lo que hemos logrado a través del esfuerzo de varias generaciones. Dejemos de lado actitudes particulares e incluso partidarias, hoy nos convoca trabajar de un solo lado, por un solo motivo, por una sola razón, se llama México”.

Por otro lado, en sus declaraciones en la noche de su victoria electoral, el Presidente Electo de EU afirmó: “Tenemos un plan económico fabuloso. Vamos a doblar nuestro crecimiento y a la misma vez, tendremos la economía más fuerte del mundo. A la misma vez, vamos a llevarnos bien con todos los otros países que quieren llevarse bien con nosotros. Vamos a tener relaciones fabulosas”.

Donald Trump, en los días posteriores y ante la expectativa que ha generado su elección para la forma en que se darán las relaciones bilaterales con México, en una entrevista en el programa 60 minutos expresó:

“Después de que la frontera esté segura y después de que todo se haya normalizado, vamos a tomar una determinación sobre esa gente (...), son gente estupenda y vamos a tomar una decisión sobre eso. Pero antes de tomar esa decisión, es muy importante que aseguremos nuestra frontera”. Igualmente reiteró su promesa de construir un muro entre México y EU, una de las piezas centrales de su campaña, aunque admitió que podrían alzarse “vallas” en “ciertas áreas” de los más de tres mil kilómetros de la frontera entre los dos países.

El presidente Peña tuvo la voluntad de invitar al ahora Presidente, con la visión de que México no quedara al margen en la discusión de los contendientes a la Presidencia, hoy la realidad da forma a esa decisión tan polémica, pero igual esperamos que sus instrucciones a los funcionarios involucrados en las relaciones políticas y comerciales, así como el apoyo unánime del Congreso de la Unión y la unión de los mexicanos en estos temas, hagan sentir la presencia de México de forma definitiva y constructiva. Enrique Peña tiene ante sí la posibilidad de unir a los mexicanos a ambos lados de la frontera.

Al tiempo * Exlegislador

Jorgeschiaffinoisunza@yahoo.com.mx