/ martes 19 de febrero de 2019

A la sombra | Alfonso Romo

Foto: Alejandro Oyervides

Que ayer muchos empresarios sintieron que les regresó el alma al cuerpo, luego de que el presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, revivió en el escenario político de primera línea a don PONCHO ROMO. Lo presentó ante todos los hombres de negocios más importantes de este país, reunidos en Palacio Nacional, como el coordinador del Consejo para el Fomento de la Inversión del Empleo y del Crecimiento Económico. Algunos de los presentes, unos 900 personajes con muy alto poder adquisitivo, entendieron que estará por encima de muchos secretarios de Estado.

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“Como lo ha expresado Alfonso Romo, que es el coordinador de este consejo, se trata de sumar voluntades bajo la premisa de que se requiere de la unidad de todos los sectores. No se podría aumentar el crecimiento económico de México, no se podrían alcanzar mejores niveles de desarrollo y de bienestar sin la participación de todas, de todos los mexicanos”, dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ante un grupo numeroso pero muy selecto de empresarios. “No podría hacerlo sólo el sector público, sólo el Estado; se requiere de la participación del sector privado y del sector social. Actos como este, sin duda, se han hecho sexenio tras sexenio, porque todos los gobiernos han tenido ese propósito. Si acaso yo destaco entre otras características de este acto, el que se está, también, contemplando lo social”.

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Los empresarios escuchaban. Respiraban. Sonreían. No querían emocionarse de más. En primera fila, Carlos Slim, el hombre más rico de este país. A su lado, Juan Pablo Castañón, todavía encabezando el Consejo Coordinador Empresarial (CCE). López Obrador soltó: “Hay muchos campos para la inversión privada, nacional y extranjera. Tenemos proyectos en los que podemos trabajar de manera conjunta: el Tren Maya. Estamos pensando en una inversión de alrededor de seis mil millones de dólares en ese proyecto. Y no podríamos financiarlo sólo con inversión pública, se necesita la mezcla de inversión, sector privado, sector público y sector social”.

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El presidente de México le ofreció a los empresarios más proyectos. Por ejemplo, dijo que sólo Pemex y la Comisión Federal de Electricidad compran alrededor 500 mil millones de pesos al año. En medicinas y equipos médicos el gobierno compra alrededor de 80 mil millones de pesos al año. “En adquisiciones hay muchas posibilidades de participación. Vamos también a reactivar toda la industria petrolera, porque es una prioridad, les diría, es algo urgente, necesario para todos, no sólo para el Estado, también para la iniciativa privada, no podemos estar dependiendo de importaciones en exceso”.

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Entre los más de 900 invitados, algunos personajes que eran muy buscados: Adrián Sada González, Agustín Coppel, Alberto Baillères, Alberto Gómez Alcalá, Alejandro Ramírez, Alejandro Valenzuela, Alfredo Harp, Alonso Ancira Elizondo, Altagracia Gómez Sierra, Ángel Losada Moreno, Antonio Madero Bracho, Benjamín Salinas Sada, Bernardo Quintana, Carlos Bremer, Carlos Hank González, Claudio X. González Guajardo y su hijo, Cosme Torrado, Clemente Serna Alvear, Eduardo Tricio Haro, Erik Seiersen White, Francoise Lavertou, Germán Larrea, Jaime Chico Pardo, Jesús Rodríguez Dávalos, Jesús Vizcarra, Juan Beckmann Vidal, Juan Gallardo Thurlow…

Foto: Alejandro Oyervides

Que ayer muchos empresarios sintieron que les regresó el alma al cuerpo, luego de que el presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, revivió en el escenario político de primera línea a don PONCHO ROMO. Lo presentó ante todos los hombres de negocios más importantes de este país, reunidos en Palacio Nacional, como el coordinador del Consejo para el Fomento de la Inversión del Empleo y del Crecimiento Económico. Algunos de los presentes, unos 900 personajes con muy alto poder adquisitivo, entendieron que estará por encima de muchos secretarios de Estado.

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“Como lo ha expresado Alfonso Romo, que es el coordinador de este consejo, se trata de sumar voluntades bajo la premisa de que se requiere de la unidad de todos los sectores. No se podría aumentar el crecimiento económico de México, no se podrían alcanzar mejores niveles de desarrollo y de bienestar sin la participación de todas, de todos los mexicanos”, dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ante un grupo numeroso pero muy selecto de empresarios. “No podría hacerlo sólo el sector público, sólo el Estado; se requiere de la participación del sector privado y del sector social. Actos como este, sin duda, se han hecho sexenio tras sexenio, porque todos los gobiernos han tenido ese propósito. Si acaso yo destaco entre otras características de este acto, el que se está, también, contemplando lo social”.

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Los empresarios escuchaban. Respiraban. Sonreían. No querían emocionarse de más. En primera fila, Carlos Slim, el hombre más rico de este país. A su lado, Juan Pablo Castañón, todavía encabezando el Consejo Coordinador Empresarial (CCE). López Obrador soltó: “Hay muchos campos para la inversión privada, nacional y extranjera. Tenemos proyectos en los que podemos trabajar de manera conjunta: el Tren Maya. Estamos pensando en una inversión de alrededor de seis mil millones de dólares en ese proyecto. Y no podríamos financiarlo sólo con inversión pública, se necesita la mezcla de inversión, sector privado, sector público y sector social”.

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El presidente de México le ofreció a los empresarios más proyectos. Por ejemplo, dijo que sólo Pemex y la Comisión Federal de Electricidad compran alrededor 500 mil millones de pesos al año. En medicinas y equipos médicos el gobierno compra alrededor de 80 mil millones de pesos al año. “En adquisiciones hay muchas posibilidades de participación. Vamos también a reactivar toda la industria petrolera, porque es una prioridad, les diría, es algo urgente, necesario para todos, no sólo para el Estado, también para la iniciativa privada, no podemos estar dependiendo de importaciones en exceso”.

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Entre los más de 900 invitados, algunos personajes que eran muy buscados: Adrián Sada González, Agustín Coppel, Alberto Baillères, Alberto Gómez Alcalá, Alejandro Ramírez, Alejandro Valenzuela, Alfredo Harp, Alonso Ancira Elizondo, Altagracia Gómez Sierra, Ángel Losada Moreno, Antonio Madero Bracho, Benjamín Salinas Sada, Bernardo Quintana, Carlos Bremer, Carlos Hank González, Claudio X. González Guajardo y su hijo, Cosme Torrado, Clemente Serna Alvear, Eduardo Tricio Haro, Erik Seiersen White, Francoise Lavertou, Germán Larrea, Jaime Chico Pardo, Jesús Rodríguez Dávalos, Jesús Vizcarra, Juan Beckmann Vidal, Juan Gallardo Thurlow…