/ miércoles 12 de septiembre de 2018

A la Sombra | Claudia Sheinbaum Pardo

Resulta que ayer, Claudia Sheinbaum Pardo hizo que muchos exfuncionarios de la Ciudad de México se sacudieran como babosas cuando les echas sal. Básicamente ignora sus observaciones y los seguirá ignorando. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México reiteró que no utilizará el logotipo CDMX. Es más, en conferencia de prensa anunció el lanzamiento de una convocatoria para diseñadores, artistas y quien se sienta con el talento necesario para crear la nueva imagen institucional de la capital.

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El 12 de noviembre se dará a conocer cuál será la nueva imagen de la Ciudad de México, claramente ya no será CDMX. Por lo que los contratos, acuerdos por debajo del agua y promesas alrededor del uso de esa marca quedarán en suspenso. ¿Podrán los que lucraban con ella seguir aprovechando sus argumentos para continuar explotando la idea? Por cierto, los que saben aseguran que este lunes estará en las calles el Diario Factor.

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Además de las fuertes demandas que debe resolver y probablemente pagar luego del accidente protagonizado en el aeropuerto de Durango, Aeroméxico se enfrenta ahora a una amenaza de huelga por presuntas violaciones al contrato colectivo de trabajo. La empresa que encabeza Andrés Conesa se enfrenta a la Asamblea General de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA). Los del sindicato dicen que al suspender unilateralmente la prestación de Tripulante Viajando en Cabina, Aeroméxico afecta a unos dos mil 400 pilotos.

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Los de Aeroméxico esperan que surjan más desacuerdos, no hay que olvidar que ambas partes están revisando el contrato colectivo, que vence el 1 de octubre. “La empresa reitera su respeto a los derechos laborales de todos sus colaboradores, y manifiesta su total disposición al diálogo y a la negociación con sus sindicatos, siempre en un marco de legalidad y transparencia”, aclaró.

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Y el que ya salió nuevamente a las calles es Don Alfredo Harp Helú, uno de los multimillonarios mexicanos que andaba desde hace más de dos sexenios muy ausente de la vida pública y política mexicana. Pero resulta que cada vez lo ven más cercano al presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador.

Dicen los que saben que solamente comparten su gusto por el beisbol. Ayer, de hecho, el exhombre fuerte de Banamex le presentó los avances del estadio de los Diablos al político. Puras sonrisas entre ambos personajes cuando se encuentran, y más al hablar de la nueva casa del equipo, que abrirá antes de que acabe el año si todo sale como esperan, allá por la Magdalena Mixhuca.

Dicen los que saben que “las viudas de MIGUEL ÁNGEL MANCERA”, así le llaman a los miembros de su equipo que siguen esperando los beneficios del poder tras acostumbrarse a un periodo de muchas alabanzas, odian a CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, la jefa de Gobierno electa de la Ciudad de México. Temen que revise las facturas pendientes y los acuerdos por cumplir, pero también están molestos porque matará el logotipo CDMX, algo que muchos en Morena consideran un error rosa muy caro y que beneficia a un grupo reducido que mueren de ganas por auditar. Ya falta poco, nos aseguran.


Resulta que ayer, Claudia Sheinbaum Pardo hizo que muchos exfuncionarios de la Ciudad de México se sacudieran como babosas cuando les echas sal. Básicamente ignora sus observaciones y los seguirá ignorando. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México reiteró que no utilizará el logotipo CDMX. Es más, en conferencia de prensa anunció el lanzamiento de una convocatoria para diseñadores, artistas y quien se sienta con el talento necesario para crear la nueva imagen institucional de la capital.

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El 12 de noviembre se dará a conocer cuál será la nueva imagen de la Ciudad de México, claramente ya no será CDMX. Por lo que los contratos, acuerdos por debajo del agua y promesas alrededor del uso de esa marca quedarán en suspenso. ¿Podrán los que lucraban con ella seguir aprovechando sus argumentos para continuar explotando la idea? Por cierto, los que saben aseguran que este lunes estará en las calles el Diario Factor.

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Además de las fuertes demandas que debe resolver y probablemente pagar luego del accidente protagonizado en el aeropuerto de Durango, Aeroméxico se enfrenta ahora a una amenaza de huelga por presuntas violaciones al contrato colectivo de trabajo. La empresa que encabeza Andrés Conesa se enfrenta a la Asamblea General de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA). Los del sindicato dicen que al suspender unilateralmente la prestación de Tripulante Viajando en Cabina, Aeroméxico afecta a unos dos mil 400 pilotos.

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Los de Aeroméxico esperan que surjan más desacuerdos, no hay que olvidar que ambas partes están revisando el contrato colectivo, que vence el 1 de octubre. “La empresa reitera su respeto a los derechos laborales de todos sus colaboradores, y manifiesta su total disposición al diálogo y a la negociación con sus sindicatos, siempre en un marco de legalidad y transparencia”, aclaró.

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Y el que ya salió nuevamente a las calles es Don Alfredo Harp Helú, uno de los multimillonarios mexicanos que andaba desde hace más de dos sexenios muy ausente de la vida pública y política mexicana. Pero resulta que cada vez lo ven más cercano al presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador.

Dicen los que saben que solamente comparten su gusto por el beisbol. Ayer, de hecho, el exhombre fuerte de Banamex le presentó los avances del estadio de los Diablos al político. Puras sonrisas entre ambos personajes cuando se encuentran, y más al hablar de la nueva casa del equipo, que abrirá antes de que acabe el año si todo sale como esperan, allá por la Magdalena Mixhuca.

Dicen los que saben que “las viudas de MIGUEL ÁNGEL MANCERA”, así le llaman a los miembros de su equipo que siguen esperando los beneficios del poder tras acostumbrarse a un periodo de muchas alabanzas, odian a CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, la jefa de Gobierno electa de la Ciudad de México. Temen que revise las facturas pendientes y los acuerdos por cumplir, pero también están molestos porque matará el logotipo CDMX, algo que muchos en Morena consideran un error rosa muy caro y que beneficia a un grupo reducido que mueren de ganas por auditar. Ya falta poco, nos aseguran.