/ martes 20 de agosto de 2019

A la sombra | Emilio Lozoya

Foto: Abraham Solís

Dicen los que saben que en el caso de la supuesta compra a sobreprecio de la planta de Agronitrogenados, la defensa del exdirector de Pemex, EMILIO LOZOYA, supo interpretar muy bien el mensaje que mandó la Fiscalía General de la República para dejar fuera de las indagatorias, por lo menos por el momento, a la exdirectora general del Indaabin, Soraya Pérez Munguía.

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Los enterados saben que Soraya está muy bien protegida. En palabras de la propia funcionaria, ella no firmó el avalúo del que su organismo era el principal responsable. El asunto es que, basta con echar una mirada a la trayectoria de la ahora diputada federal, para saber que no sólo es una pieza cercana al expresidente Enrique Peña Nieto, sino también al excanciller y secretario de Hacienda, Luis Videgaray, personaje todavía intocable en la actual administración.

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Tras la escandalosa ruptura entre el coordinador de la bancada morenista en el Senado, Ricardo Monreal, y el saliente presidente de la Mesa Directiva de aquel recinto, Martí Batres, nos cuentan que fue el propio Andrés Manuel López Obrador quien tuvo que enviar varios mensajes a sus colaboradores para que, literalmente, dejen de golpear la imagen del partido oficial en la búsqueda de sus intereses personales. De ahí que Mónica Fernández, Alejandro Armenta, Nestora Salgado y la propia lideresa del organismo, Yeidckol Polevnsky, tuvieron que recurrir a sus todavía efectivas redes sociales para maquillar la cada vez más evidente división y para posicionar el políticamente correcto hashtag #UnidadEnMorena.

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Tal parece que las cartas de no reelección deberían abundar entre los servidores públicos, sobre todo al considerar la rabieta que hizo Martí Batres cuando los integrantes de Morena decidieron apoyar la presidencia de Mónica Fernández en la Mesa Directiva del Senado.

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Resulta que el legislador despotricó a diestra y siniestra en redes sociales, luego de que la votación favoreció a su compañera de bancada con 33 puntos, mientras él sólo obtuvo 29, con los que se minaron sus intenciones de permanecer en el cargo. Así, a pesar de que un notario público avaló el proceso realizado por la vía democrática, Batres adelantó que impugnará el resultado. Mala señal para Morena y para el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador.

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Que ojo con el problemita que pudiera heredar la próxima presidenta municipal de Tecate, Baja California, Olga Zulema Adams, quien llega de las filas de Morena. Y es que nos cuentan que la actual alcaldesa Nereida Fuentes González ha hecho caso omiso al adeudo de hasta 10 millones de pesos que presenta dicho municipio por concepto de créditos que su gobierno retuvo a los trabajadores y que no fueron dados a conocer a las instituciones financieras.

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Nos informan que, además, el equipo de Nereida Fuentes se niega a dar la información sobre los descuentos realizados a los trabajadores quienes, sin deberla ni temerla, se encuentran en Buró de Crédito y a algunos incluso se les ha retenido parte de su salario para pagar el adeudo. Muy mal.

Foto: Abraham Solís

Dicen los que saben que en el caso de la supuesta compra a sobreprecio de la planta de Agronitrogenados, la defensa del exdirector de Pemex, EMILIO LOZOYA, supo interpretar muy bien el mensaje que mandó la Fiscalía General de la República para dejar fuera de las indagatorias, por lo menos por el momento, a la exdirectora general del Indaabin, Soraya Pérez Munguía.

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Los enterados saben que Soraya está muy bien protegida. En palabras de la propia funcionaria, ella no firmó el avalúo del que su organismo era el principal responsable. El asunto es que, basta con echar una mirada a la trayectoria de la ahora diputada federal, para saber que no sólo es una pieza cercana al expresidente Enrique Peña Nieto, sino también al excanciller y secretario de Hacienda, Luis Videgaray, personaje todavía intocable en la actual administración.

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Tras la escandalosa ruptura entre el coordinador de la bancada morenista en el Senado, Ricardo Monreal, y el saliente presidente de la Mesa Directiva de aquel recinto, Martí Batres, nos cuentan que fue el propio Andrés Manuel López Obrador quien tuvo que enviar varios mensajes a sus colaboradores para que, literalmente, dejen de golpear la imagen del partido oficial en la búsqueda de sus intereses personales. De ahí que Mónica Fernández, Alejandro Armenta, Nestora Salgado y la propia lideresa del organismo, Yeidckol Polevnsky, tuvieron que recurrir a sus todavía efectivas redes sociales para maquillar la cada vez más evidente división y para posicionar el políticamente correcto hashtag #UnidadEnMorena.

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Tal parece que las cartas de no reelección deberían abundar entre los servidores públicos, sobre todo al considerar la rabieta que hizo Martí Batres cuando los integrantes de Morena decidieron apoyar la presidencia de Mónica Fernández en la Mesa Directiva del Senado.

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Resulta que el legislador despotricó a diestra y siniestra en redes sociales, luego de que la votación favoreció a su compañera de bancada con 33 puntos, mientras él sólo obtuvo 29, con los que se minaron sus intenciones de permanecer en el cargo. Así, a pesar de que un notario público avaló el proceso realizado por la vía democrática, Batres adelantó que impugnará el resultado. Mala señal para Morena y para el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador.

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Que ojo con el problemita que pudiera heredar la próxima presidenta municipal de Tecate, Baja California, Olga Zulema Adams, quien llega de las filas de Morena. Y es que nos cuentan que la actual alcaldesa Nereida Fuentes González ha hecho caso omiso al adeudo de hasta 10 millones de pesos que presenta dicho municipio por concepto de créditos que su gobierno retuvo a los trabajadores y que no fueron dados a conocer a las instituciones financieras.

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Nos informan que, además, el equipo de Nereida Fuentes se niega a dar la información sobre los descuentos realizados a los trabajadores quienes, sin deberla ni temerla, se encuentran en Buró de Crédito y a algunos incluso se les ha retenido parte de su salario para pagar el adeudo. Muy mal.