/ miércoles 6 de marzo de 2019

A la sombra | Irma Eréndira Sandoval

Foto: Alejandro Oyervides

Dicen los que saben que en Cotemar, la gigante que encabezan ALEJANDRO VILLARREAL MARTÍNEZ, MARIO DÁVILA y MARÍA LOBO están muy nerviosos. Hay que recordar que se colocó como una de las favoritas del gobierno federal en materia petrolera en los últimos 15 años. Solamente Pemex Exploración y Producción (PEP) le otorgó 103 contratos en ese periodo, de los cuales 27 se firmaron durante la administración de ENRIQUE PEÑA NIETO. Nos cuentan que es muy fácil comenzar a detectar anomalías en varios convenios, que todo depende de que IRMA ERÉNDIRA SANDOVAL, titular de la Secretaría de la Función Pública, ponga a su equipo a trabajar alrededor de este emporio.

***

Una pista. De acuerdo con el Portal de Obligaciones de Transparencia, de 2012 a la fecha, durante la administración peñista, PEP le dio 27 contratos a Cotemar, 13 de los cuales fueron por adjudicación directa, ocho por licitación pública internacional y seis por licitación pública nacional. En conjunto, estos convenios fueron por más de 41 mil millones de pesos. Los contratos llamaron la atención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), institución que en sólo tres auditorías (DE-164, DE-193 y 458-DE) evidenció sobrecostos en los servicios de la empresa, contratos por adjudicación directa injustificados y probables daños al erario.

***

Más a fondo. La primera auditoría se practicó en 2012 para fiscalizar la cuenta pública 2011, así que las irregularidades se detectaron en un contrato que se signó en el último año de gobierno de Felipe Calderón, pero que siguió vigente en la gestión de Peña Nieto. Entonces, la ASF le puso lupa a la plataforma Júpiter I, de Cotemar, la cual, el 12 de abril de 2011, se ubicaba en la Sonda de Campeche, al lado de la plataforma Abkatún-A, propiedad de PEP, a la que le prestaba los servicios de alimentación y hotelería. Júpiter I tuvo una fuga de agua y se hundió.

***

Lea bien: El siniestro provocó que se suspendieran los servicios adquiridos por Pemex, pero no se rescindió el contrato hasta que se determinaran las causas del hundimiento, tampoco se modificó el convenio. PEP no cobró las penalizaciones por 25 millones de pesos, por el periodo del 12 de abril al 10 de junio de 2011, pero sí absorbió gastos por 196 millones de pesos que debieron ser cubiertos por el proveedor y su aseguradora. La plataforma de PEP también tuvo daños por el siniestro que no se habían reparado a septiembre de 2012, cuando la ASF practicó la auditoría.

***

Que en la cuenta pública 2014, la ASF evidenció que funcionarios de Pemex autorizaron el convenio con Cotemar sin documentar todos los servicios contratados para el suministro, prefabricado, instalación de estructuras, rehabilitaciones, interconexiones, obra electromecánica y montaje de equipos en instalaciones marinas de PEP en el Golfo de México. Fue en la cuenta pública 2016 cuando la Auditoría Superior determinó probables daños o perjuicios al patrimonio de Petróleos Mexicanos, ya que PEP autorizó pagos en exceso a Cotemar. Nos cuentan que por estos episodios y algunas “sombras” más andan nerviosos los de Cotemar.

Foto: Alejandro Oyervides

Dicen los que saben que en Cotemar, la gigante que encabezan ALEJANDRO VILLARREAL MARTÍNEZ, MARIO DÁVILA y MARÍA LOBO están muy nerviosos. Hay que recordar que se colocó como una de las favoritas del gobierno federal en materia petrolera en los últimos 15 años. Solamente Pemex Exploración y Producción (PEP) le otorgó 103 contratos en ese periodo, de los cuales 27 se firmaron durante la administración de ENRIQUE PEÑA NIETO. Nos cuentan que es muy fácil comenzar a detectar anomalías en varios convenios, que todo depende de que IRMA ERÉNDIRA SANDOVAL, titular de la Secretaría de la Función Pública, ponga a su equipo a trabajar alrededor de este emporio.

***

Una pista. De acuerdo con el Portal de Obligaciones de Transparencia, de 2012 a la fecha, durante la administración peñista, PEP le dio 27 contratos a Cotemar, 13 de los cuales fueron por adjudicación directa, ocho por licitación pública internacional y seis por licitación pública nacional. En conjunto, estos convenios fueron por más de 41 mil millones de pesos. Los contratos llamaron la atención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), institución que en sólo tres auditorías (DE-164, DE-193 y 458-DE) evidenció sobrecostos en los servicios de la empresa, contratos por adjudicación directa injustificados y probables daños al erario.

***

Más a fondo. La primera auditoría se practicó en 2012 para fiscalizar la cuenta pública 2011, así que las irregularidades se detectaron en un contrato que se signó en el último año de gobierno de Felipe Calderón, pero que siguió vigente en la gestión de Peña Nieto. Entonces, la ASF le puso lupa a la plataforma Júpiter I, de Cotemar, la cual, el 12 de abril de 2011, se ubicaba en la Sonda de Campeche, al lado de la plataforma Abkatún-A, propiedad de PEP, a la que le prestaba los servicios de alimentación y hotelería. Júpiter I tuvo una fuga de agua y se hundió.

***

Lea bien: El siniestro provocó que se suspendieran los servicios adquiridos por Pemex, pero no se rescindió el contrato hasta que se determinaran las causas del hundimiento, tampoco se modificó el convenio. PEP no cobró las penalizaciones por 25 millones de pesos, por el periodo del 12 de abril al 10 de junio de 2011, pero sí absorbió gastos por 196 millones de pesos que debieron ser cubiertos por el proveedor y su aseguradora. La plataforma de PEP también tuvo daños por el siniestro que no se habían reparado a septiembre de 2012, cuando la ASF practicó la auditoría.

***

Que en la cuenta pública 2014, la ASF evidenció que funcionarios de Pemex autorizaron el convenio con Cotemar sin documentar todos los servicios contratados para el suministro, prefabricado, instalación de estructuras, rehabilitaciones, interconexiones, obra electromecánica y montaje de equipos en instalaciones marinas de PEP en el Golfo de México. Fue en la cuenta pública 2016 cuando la Auditoría Superior determinó probables daños o perjuicios al patrimonio de Petróleos Mexicanos, ya que PEP autorizó pagos en exceso a Cotemar. Nos cuentan que por estos episodios y algunas “sombras” más andan nerviosos los de Cotemar.