/ jueves 30 de mayo de 2019

A la sombra | Joaquín Guzman Loera

Foto: Alejandro Oyervides

Que Luz María Ortega Tlapa, juez Octavo de Distrito en Materia Penal, tuvo mucho trabajo este fin de semana. Su teléfono no dejaba de sonar, pues las grandes firmas de abogados querían que concediera suspensiones de órdenes de aprehensión emitidas por la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Manero. La querían urgentemente para platicar los costosos defensores de Rafael Antonio Olvera Amezcua, el dueño de Ficrea, acusado de presuntamente defraudar a miles de ahorradores y lavado de dinero. El otro abogado buscando ayuda era el de Lozoya, Javier Coello Trejo. Ortega Tlapa, por cierto, suspendió la extradición de JOAQUÍN EL CHAPO GUZMÁN, en febrero de 2014.

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A la sombra, una persona muy cercana a Alonso Ancira nos contó que él escuchó, de la propia boca del jefe máximo de la siderúrgica envuelta en escándalo, que el gobierno de Enrique Peña Nieto le prometió otorgarle la explotación de gas grisú en las concesiones que tiene de carbón en todo el país.

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Dicen los que saben que al no poder impulsar el aprovechamiento doble de esta concesión del sexenio pasado, unos políticos operaron para compensarlo con la venta de Agro Nitrogenados. Que Emilio Lozoya, el extitular de Pemex, nunca estuvo solo operando. Hay más nombres y no dude que de pronto salten a la arena política algunos de los personajes más importantes de la última década.

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Nos confían que el equipo de inteligencia de Alonso Ancira, el mandamás de Altos Hornos de México (AHMSA), compuesto por expertos de Israel y algunos mexicanos entrenados en las cloacas de la inteligencia internacional, sabían que desde la semana pasada se autorizó la orden de aprehensión en contra del millonario mexicano.

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Que buscaron llegar a Israel, esa era la propuesta de los expertos que lo cuidan, un lugar seguro para Ancira desde tiempos de Vicente Fox. Todos se sorprendieron con la reacción de las autoridades mexicanas y el apoyo internacional de España y Estados Unidos. No había margen de error y lograron capturarlo cuando pensaban trasladarlo a un lugar más seguro. Por cierto, la Unidad de Inteligencia Finaciera (UIF), de Santiago Nieto, investiga también a Infonor, una empresa de medios de comunicación que no logró seguir atenuando la crisis.

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Más del tema de conversación en todos los comederos políticos del país. Para los vecinos de Polanco causó alarma que en una de las zonas más caras del país, nos referimos a Rubén Darío 115, hubo mucho movimiento la noches del martes 28 de mayo. Trascendió que en un lujoso departamento estaba Emilio Lozoya. Estaba con William Karam, dueño de Hidrosina y primo de un funcionario influyente de la 4T.

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Allí intentaban negociar un amparo que finalmente salió, pero no sirvió de mucho. Lozoya es prófugo de la justicia y su abogado no ha logrado hacer nada ni recurriendo a los fuegos que pierden credibilidad defendiendo lo indefendible. Lo que nadie sabe es que la UIF de Santiago Nieto sabe que ese departamento es de Ricardo Hadad, compadre de ida y vuelta de Emilio Lozoya, quien le compró William Karam ese espacio donde despachaba a sus anchas el exdirector de Pemex.

Foto: Alejandro Oyervides

Que Luz María Ortega Tlapa, juez Octavo de Distrito en Materia Penal, tuvo mucho trabajo este fin de semana. Su teléfono no dejaba de sonar, pues las grandes firmas de abogados querían que concediera suspensiones de órdenes de aprehensión emitidas por la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Manero. La querían urgentemente para platicar los costosos defensores de Rafael Antonio Olvera Amezcua, el dueño de Ficrea, acusado de presuntamente defraudar a miles de ahorradores y lavado de dinero. El otro abogado buscando ayuda era el de Lozoya, Javier Coello Trejo. Ortega Tlapa, por cierto, suspendió la extradición de JOAQUÍN EL CHAPO GUZMÁN, en febrero de 2014.

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A la sombra, una persona muy cercana a Alonso Ancira nos contó que él escuchó, de la propia boca del jefe máximo de la siderúrgica envuelta en escándalo, que el gobierno de Enrique Peña Nieto le prometió otorgarle la explotación de gas grisú en las concesiones que tiene de carbón en todo el país.

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Dicen los que saben que al no poder impulsar el aprovechamiento doble de esta concesión del sexenio pasado, unos políticos operaron para compensarlo con la venta de Agro Nitrogenados. Que Emilio Lozoya, el extitular de Pemex, nunca estuvo solo operando. Hay más nombres y no dude que de pronto salten a la arena política algunos de los personajes más importantes de la última década.

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Nos confían que el equipo de inteligencia de Alonso Ancira, el mandamás de Altos Hornos de México (AHMSA), compuesto por expertos de Israel y algunos mexicanos entrenados en las cloacas de la inteligencia internacional, sabían que desde la semana pasada se autorizó la orden de aprehensión en contra del millonario mexicano.

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Que buscaron llegar a Israel, esa era la propuesta de los expertos que lo cuidan, un lugar seguro para Ancira desde tiempos de Vicente Fox. Todos se sorprendieron con la reacción de las autoridades mexicanas y el apoyo internacional de España y Estados Unidos. No había margen de error y lograron capturarlo cuando pensaban trasladarlo a un lugar más seguro. Por cierto, la Unidad de Inteligencia Finaciera (UIF), de Santiago Nieto, investiga también a Infonor, una empresa de medios de comunicación que no logró seguir atenuando la crisis.

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Más del tema de conversación en todos los comederos políticos del país. Para los vecinos de Polanco causó alarma que en una de las zonas más caras del país, nos referimos a Rubén Darío 115, hubo mucho movimiento la noches del martes 28 de mayo. Trascendió que en un lujoso departamento estaba Emilio Lozoya. Estaba con William Karam, dueño de Hidrosina y primo de un funcionario influyente de la 4T.

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Allí intentaban negociar un amparo que finalmente salió, pero no sirvió de mucho. Lozoya es prófugo de la justicia y su abogado no ha logrado hacer nada ni recurriendo a los fuegos que pierden credibilidad defendiendo lo indefendible. Lo que nadie sabe es que la UIF de Santiago Nieto sabe que ese departamento es de Ricardo Hadad, compadre de ida y vuelta de Emilio Lozoya, quien le compró William Karam ese espacio donde despachaba a sus anchas el exdirector de Pemex.