/ jueves 14 de octubre de 2021

A la sombra | José Rafael Ojeda

Dicen los que saben que desde que tomaron el control de los puertos del país, los almirantes de la Secretaría de Marina, que encabeza el almirante José Rafael Ojeda están revisando todas las concesiones otorgadas para la operación de terminales especializadas en graneles minerales o agrícolas, energéticos, cruceros, carga general, automóviles y contenedores.

Se concentran, dicen, en Manzanillo y Veracruz, los dos principales puertos del país por movimiento de carga, pero se van extender. Nos cuentan que existe el temor de que no se respeten los compromisos de los títulos de concesión, vigentes por 30 años, otorgados por las Administraciones Portuarias Integrales (API).

Por lo pronto se están ajustando las contraprestaciones por la renta de la tierra y las variables referenciadas a los volúmenes de carga, lo que podría elevar los costos logísticos del comercio, principalmente de las importaciones, y que esto repercuta en alzas en productos. Lo peor, nos dicen, es que los almirantes de la Marina no quieren interactuar con los concesionarios que, por cierto, son sus clientes

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¿Qué será lo que tiene tan ocupados a los subsecretarios y funcionarios más cercanos a la secretaria de Educación Delfina Gómez? Resulta que como consecuencia de que deben estar en encomiendas de alto nivel la institución vive el activismo de su director general de Comunicación Social, Juan Ramón Flores, quien ya también se hace cargo de encabezar el diálogo con especialistas e investigadores de la educación y hasta con los padres de familia para coordinar el regreso a clases.

Se sabe que la estrategia de comunicación de la 4T es sui géneris, pero de eso a que ahora el titular de Comunicación tenga las atribuciones de un subsecretario para fijar postura oficial ante investigadores e instalar los trabajos de la Asociación Nacional de Padres de Familia, quienes por cierto se sintieron desairados con la representación de la dependencia, hay mucha diferencia.

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Al presidente Andrés Manuel López Obrador le pareció “inmoral” la fotografía en la que se ven reunidos un grupo de empresarios con dirigentes de PAN y PRD, en el marco de la iniciativa #VamosMéxico, porque ve ahí la prueba de una alianza “vergonzante”.

Pero más allá del ejercicio de libertades que parecen estar ejerciendo los caballeros en la foto, que no tiene nada de ilegal, lo que en realidad llama la atención en estos tiempos es ¡la falta de mujeres! No hay ni una dirigente entre los 12 señores que se reunieron para debatir el futuro de la oposición política en México… y ya hubo quien les recordó las arengas de las marchas: sin las mujeres no hay futuro…

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Ayer nació un nuevo think tank mexicano, Monitor Participativo, en cuyo consejo consultivo figuran el académico Enrique Cárdenas y dos ex consejeros electorales, Benito Nacif y Arturo Sánchez Gutiérrez, más Salvador Beltrán del Río y Adriana Cepeda de Hoyos, entre otros. Dicen ser una iniciativa ciudadana sin fines de lucro, para “ciudadanizar a la política y politizar a la ciudadanía”, mediante la observación, evaluación, colaboración e incidencia en el Congreso de la Unión.

Aseguran utilizar una metodología ya probada por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, para evaluar iniciativas de ley, nuevas legislaciones y en general las actividades del Poder Legislativo de nuestro país, y de inicio analizaron la iniciativa de revocación de mandato, que no pasó su prueba de calidad.

Dicen los que saben que desde que tomaron el control de los puertos del país, los almirantes de la Secretaría de Marina, que encabeza el almirante José Rafael Ojeda están revisando todas las concesiones otorgadas para la operación de terminales especializadas en graneles minerales o agrícolas, energéticos, cruceros, carga general, automóviles y contenedores.

Se concentran, dicen, en Manzanillo y Veracruz, los dos principales puertos del país por movimiento de carga, pero se van extender. Nos cuentan que existe el temor de que no se respeten los compromisos de los títulos de concesión, vigentes por 30 años, otorgados por las Administraciones Portuarias Integrales (API).

Por lo pronto se están ajustando las contraprestaciones por la renta de la tierra y las variables referenciadas a los volúmenes de carga, lo que podría elevar los costos logísticos del comercio, principalmente de las importaciones, y que esto repercuta en alzas en productos. Lo peor, nos dicen, es que los almirantes de la Marina no quieren interactuar con los concesionarios que, por cierto, son sus clientes

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¿Qué será lo que tiene tan ocupados a los subsecretarios y funcionarios más cercanos a la secretaria de Educación Delfina Gómez? Resulta que como consecuencia de que deben estar en encomiendas de alto nivel la institución vive el activismo de su director general de Comunicación Social, Juan Ramón Flores, quien ya también se hace cargo de encabezar el diálogo con especialistas e investigadores de la educación y hasta con los padres de familia para coordinar el regreso a clases.

Se sabe que la estrategia de comunicación de la 4T es sui géneris, pero de eso a que ahora el titular de Comunicación tenga las atribuciones de un subsecretario para fijar postura oficial ante investigadores e instalar los trabajos de la Asociación Nacional de Padres de Familia, quienes por cierto se sintieron desairados con la representación de la dependencia, hay mucha diferencia.

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Al presidente Andrés Manuel López Obrador le pareció “inmoral” la fotografía en la que se ven reunidos un grupo de empresarios con dirigentes de PAN y PRD, en el marco de la iniciativa #VamosMéxico, porque ve ahí la prueba de una alianza “vergonzante”.

Pero más allá del ejercicio de libertades que parecen estar ejerciendo los caballeros en la foto, que no tiene nada de ilegal, lo que en realidad llama la atención en estos tiempos es ¡la falta de mujeres! No hay ni una dirigente entre los 12 señores que se reunieron para debatir el futuro de la oposición política en México… y ya hubo quien les recordó las arengas de las marchas: sin las mujeres no hay futuro…

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Ayer nació un nuevo think tank mexicano, Monitor Participativo, en cuyo consejo consultivo figuran el académico Enrique Cárdenas y dos ex consejeros electorales, Benito Nacif y Arturo Sánchez Gutiérrez, más Salvador Beltrán del Río y Adriana Cepeda de Hoyos, entre otros. Dicen ser una iniciativa ciudadana sin fines de lucro, para “ciudadanizar a la política y politizar a la ciudadanía”, mediante la observación, evaluación, colaboración e incidencia en el Congreso de la Unión.

Aseguran utilizar una metodología ya probada por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, para evaluar iniciativas de ley, nuevas legislaciones y en general las actividades del Poder Legislativo de nuestro país, y de inicio analizaron la iniciativa de revocación de mandato, que no pasó su prueba de calidad.