/ lunes 18 de octubre de 2021

A la sombra Margarita González

La directora de la Lotería Nacional, Margarita González Saravia Calderón, tuvo un dilema: ¿dónde será la mejor manera de promocionar a la institución? ¡En el deporte!, resolvió. Pero en cuál, ¿el más popular y masivo que ven millones: el futbol?, no; ¿en el futbol americano que arranca motores?, no; ¿en el tenis de Indian Wells y sus emocionantes finales?, tampoco. Concluyó que la mejor manera de invertir el dinero de la institución para anunciarse era, casualmente, aquél que más le gusta… al Presidente: el beisbol…


Fue así que todo el fin de semana vimos por televisión, en varios momentos, las icónicas “LN” atrás de los bateadores de los Medias Rojas de Boston y de los Astros de Houston, llamando de manera subliminal a la audiencia a comprar cachitos de la suerte. ¿Seguro que era la mejor opción para anunciarse o nada más quisieron quedar bien?


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Y hablando de estrategas de comunicación, en la Cámara de Diputados debe haber otro que recomienda a sus legisladores liberar los documentos más importantes de la gobernanza pública los fines de semana por la noche, cuando garantizan una pobre cobertura de prensa.


Eso fue lo que sucedió con el “sabadazo fiscal” de anteayer, cuando la comisión de Hacienda y Crédito Público, que encabeza la panista Patricia Terrazas, dio a conocer los proyectos de dictamen con proyecto de decreto de Miscelánea Fiscal, Ley de Ingresos y la Ley General de Derechos para el próximo año, pasadas las ocho de la noche. ¿Para qué maximizar la difusión de los documentos, si se pueden lanzar en lo oscurito?


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El IEPS de las bebidas alcohólicas funciona así: las bebidas con una graduación alcohólica de hasta 14° pagan una tasa de 26.5%; de 14° a 20°, una tasa de 30%; y las de más de 20° se les grava con 53% sobre el precio de venta final. El grupo que impulsa la llamada “modernización” del IEPS integrado por empresas como Diageo y Pernod Ricard, sostiene que el modelo actual es injusto para quienes producen bebidas de gama alta, pero en muchas ocasiones con el mismo grado de alcohol, o para pequeños productores, puesto que ello contribuye a que se vendan bebidas adulteradas o se facilita el contrabando y la evasión fiscal.


Lo cierto es que es un falso argumento, pues de aprobarse sería tanto como cobrar la misma tenencia para un auto de mega lujo que para un modesto modelo compacto simplemente por pesar lo mismo. Pasaría lo mismo entonces con el IEPS que pagaría alguien que quiere comprar un tequila de 200 pesos que uno de alta gama que supera los mil pesos. Por lo pronto, la titular del SAT , Raquel Buenrostro ha sido contundente en señalar que el cambio no va pues representaría una caída en la recaudación fiscal.


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Lo sucedido este fin de semana es una nueva lección para el Instituto Nacional de Migración, que dirige Francisco Garduño Yáñez, que tiene en sus protocolos, desde siempre, deportar a viajeros internacionales que lleguen al aeropuerto internacional de la Ciudad de México, sin papeles en regla, así deseen pedir asilo político. Se les regresa y punto.


La presión de las redes sociales y de organizaciones como el Instituto para las Mujeres en la Migración lograron en este caso evitar su deportación, pero lo cierto es que muchos otros migrantes no han corrido con la misma suerte.

La directora de la Lotería Nacional, Margarita González Saravia Calderón, tuvo un dilema: ¿dónde será la mejor manera de promocionar a la institución? ¡En el deporte!, resolvió. Pero en cuál, ¿el más popular y masivo que ven millones: el futbol?, no; ¿en el futbol americano que arranca motores?, no; ¿en el tenis de Indian Wells y sus emocionantes finales?, tampoco. Concluyó que la mejor manera de invertir el dinero de la institución para anunciarse era, casualmente, aquél que más le gusta… al Presidente: el beisbol…


Fue así que todo el fin de semana vimos por televisión, en varios momentos, las icónicas “LN” atrás de los bateadores de los Medias Rojas de Boston y de los Astros de Houston, llamando de manera subliminal a la audiencia a comprar cachitos de la suerte. ¿Seguro que era la mejor opción para anunciarse o nada más quisieron quedar bien?


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Y hablando de estrategas de comunicación, en la Cámara de Diputados debe haber otro que recomienda a sus legisladores liberar los documentos más importantes de la gobernanza pública los fines de semana por la noche, cuando garantizan una pobre cobertura de prensa.


Eso fue lo que sucedió con el “sabadazo fiscal” de anteayer, cuando la comisión de Hacienda y Crédito Público, que encabeza la panista Patricia Terrazas, dio a conocer los proyectos de dictamen con proyecto de decreto de Miscelánea Fiscal, Ley de Ingresos y la Ley General de Derechos para el próximo año, pasadas las ocho de la noche. ¿Para qué maximizar la difusión de los documentos, si se pueden lanzar en lo oscurito?


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El IEPS de las bebidas alcohólicas funciona así: las bebidas con una graduación alcohólica de hasta 14° pagan una tasa de 26.5%; de 14° a 20°, una tasa de 30%; y las de más de 20° se les grava con 53% sobre el precio de venta final. El grupo que impulsa la llamada “modernización” del IEPS integrado por empresas como Diageo y Pernod Ricard, sostiene que el modelo actual es injusto para quienes producen bebidas de gama alta, pero en muchas ocasiones con el mismo grado de alcohol, o para pequeños productores, puesto que ello contribuye a que se vendan bebidas adulteradas o se facilita el contrabando y la evasión fiscal.


Lo cierto es que es un falso argumento, pues de aprobarse sería tanto como cobrar la misma tenencia para un auto de mega lujo que para un modesto modelo compacto simplemente por pesar lo mismo. Pasaría lo mismo entonces con el IEPS que pagaría alguien que quiere comprar un tequila de 200 pesos que uno de alta gama que supera los mil pesos. Por lo pronto, la titular del SAT , Raquel Buenrostro ha sido contundente en señalar que el cambio no va pues representaría una caída en la recaudación fiscal.


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Lo sucedido este fin de semana es una nueva lección para el Instituto Nacional de Migración, que dirige Francisco Garduño Yáñez, que tiene en sus protocolos, desde siempre, deportar a viajeros internacionales que lleguen al aeropuerto internacional de la Ciudad de México, sin papeles en regla, así deseen pedir asilo político. Se les regresa y punto.


La presión de las redes sociales y de organizaciones como el Instituto para las Mujeres en la Migración lograron en este caso evitar su deportación, pero lo cierto es que muchos otros migrantes no han corrido con la misma suerte.