Como balde de agua fría cayeron en la 4T los comentarios del Premio Nobel MARIO MOLINA sobre la contaminación que se ocasiona en México para generar electricidad. De acuerdo con el ingeniero químico, la agenda energética de la actual administración representa un retroceso para el país al siglo anterior; pues tanto el petróleo crudo, como el Fuel Oil, que son ampliamente usados e incluso promovidos por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, están obsoletos y desencadenan severas afectaciones al aire y, en consecuencia, problemas respiratorios para la población.
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Víctor Toledo Manzur, titular de la Semarnat, mantiene su oposición contra todas las industrias del país, como quedó evidenciado en el audio difundido la semana pasada, pero la preocupación es mayor en la producción de alimentos, porque su radicalismo provocaría importaciones adicionales de 12 millones de toneladas en este rubro.
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Los productores agropecuarios consideran que, de mantenerse Toledo en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, su negativa al uso del herbicida glifosato, ocasionaría una caída de entre 30 y 50 por ciento en la producción de diversos productos agrícolas. *** El problema es que desde hace ocho meses se frenaron las importaciones de glifosato y ya prácticamente no existen reservas del producto en el país, esa sustancia para atacar las malas hierbas que afectan a la agricultura. Productores afiliados al Consejo Nacional Agropecuario, que encabeza Bosco de la Vega, llaman a la sensatez de Toledo, respecto al uso del glifosato, sobre el cual no existen estudios definitivos que demuestren su toxicidad, como sostiene.
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Por separado, quienes conocen del asunto, saben que en el fondo también existe una pugna de poder entre Toledo y su homólogo, Víctor Villalobos, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, en contra de quien arremetió el titular de la Semarnat, en el audio que provocó escándalo en todos los niveles.
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Ante las constantes fallas y retrasos registrados en diversos hospitales del IMSS en cuanto a servicios de laboratorio, todo indica que, Víctor Hugo Borja, director de Prestaciones Médicas del instituto, no pretende revisar, ni quitarle el contrato que no ha cumplido la firma Hemoser, a cargo de Ignacio Higareda, aunque estos incumplimientos ponen en riesgo la vida de miles de pacientes que están en áreas de emergencia, neonatología y terapia intensiva.
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Ante esto, las quejas de directores de nosocomios, como el Hospital General de Zona número 8 San Ángel, el Hospital General de Zona Troncoso, y el 32 en Villa Coapa, entre otros, han llegado al escritorio del mismo titular del IMSS, Zoé Robledo, quien estaría por ordenar una revisión minuciosa al contrato del proceso LA-050GYR988-E7-2019, pues la nueva proveedora debía tener todo listo a partir del pasado 1 de julio, algo que no sucedió.
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Y hablamos de un contrato que va de los mil 275 millones 638 mil 493 pesos como monto mínimo, y un máximo de 3 mil 180 millones 916 mil 059 pesos. Situación que requiere también la revisión de la misma Auditoría Superior de la Federación (ASF), de David Colmenares, e incluso de la Función Pública, de Irma Eréndira Sandoval.
