A mitad de camino de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador las fichas en el tablero político cambiaron radicalmente con el regreso al Senado de la ahora ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. En su lugar llega el gobernador de tabasco, Adán Augusto López, hombre de toda la confianza del primer mandatario.
Con este movimiento López Obrador realizó el 13° cambio dentro de su gabinete legal y ampliado, el cual ha sido interpretado por varios analistas bajo diversos ángulos, aunque todos coinciden que principalmente se debe a tres objetivos:
Uno, representa un mensaje claro del Jefe del Ejecutivo de que a la mitad de su sexenio ahora sí quiere utilizar políticamente a la Secretaría de Gobernación dado que esta etapa de su gobierno será más complicada.
Otra interpretación es que López Obrador quiere rodearse de los suyos e incondicionales rumbo a la sucesión presidencial, para imponer a su candidata o bien para colocar a otra “ficha” en la carrera por el 2024. Sí, Adán Augusto, su amigo.
Y es que, inevitablemente la cercanía del ex gobernador de Tabasco con el Presidente lo colocan en la jugada de la sucesión presidencial, con grandes posibilidades, pues ha sido un leal seguidor de López Obrador.
Y para muestra basta recordar que su padre, Payambe López Falconi, estuvo junto a Andrés Manuel en los inicios de su movimiento en Tabasco.
Además, Adán Augusto López Hernández, es hermano de la actual Administradora General de Auditoría Fiscal Federal del Sistema de Administración Tributaria (SAT), quien está casada con el gobernador de Chiapas, Rutilo Escandón Cadena; su otra hermana Silvia López Hernández, es esposa del consejero independiente de Petróleos Mexicanos, Humberto Mayans Canabal.
Por ello, el flamante secretario de Gobernación, al igual que Claudia Sheinbaum es garantía de lealtad y de continuidad del proyecto de nación que se ha impuesto Andrés Manuel López Obrador.
Y la tercera hipótesis es que la ahora exsecretaria "va al Senado con una misión", la de aprovechar su capacidad negociadora para insertar iniciativas presidenciales.
Es decir, llega al Senado a reforzar a Ricardo Monreal quien ha demostrado, en la primera mitad de este gobierno, su capacidad de construir acuerdos pues esta virtud, en gran medida, ha hecho posible sentar las bases jurídicas de la 4T.
Sin embargo, la nueva conformación del Congreso, tras los resultados electorales del 6 de junio obligan, necesariamente, hacer cambios para concretar las reformas pendientes del cambio de régimen al término de su gobierno.
Recordemos que el bloque opositor ya dio muestra de su capacidad de frenar los asuntos legislativos al no ceder con sus votos a la realización de en un periodo extraordinario para que se aprobara la Ley reglamentaria de revocación de mandato.
Así que el Jefe del Ejecutivo federal vio amenazada la mayoría que tenía estos años y Olga Sánchez Cordero puede ser una pieza estratégica para negociar y aglutinar a las fuerzas políticas en el Senado.
Por lo pronto, los primeros resultados de negociación de Monreal ya rindieron frutos y es que logró el respaldo de sus compañeros morenistas y aliados para que Sánchez Cordero presida el Senado sin que se dividiera la bancada; y con las fuerzas políticas opositoras logró que se discuta y se apruebe, en la primera sesión ordinaria del Senado -el 2 de septiembre- tres temas: La Ley de Revocación de Mandato, la Ley que reglamenta las funciones de la Armada de México y la Ley que prohíbe que se utilicen animales para la elaboración de cosméticos.
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Dr. J. Hector Muñoz Escobar
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