/ domingo 10 de junio de 2018

A prueba de experimentos

1.-El rechinar de engranes oxidados de las violentas marchas, plantones y provocaciones con que la cnte lleva otra vez a Oaxaca al exterminio, y pretende estrangular la capital de la República en una humillación más a la ciudadanía. El ya habitual por retorcido fallo del tribunal electoral a favor de una designación al Senado –que no una candidatura al voto popular- del tránsfuga Gómez Urrutia –en el que al caballazo metió a Mancera como si éste fuera un repudiado pillo como aquél-. Y el fétido guiño a los grandes capitanes de la empresa del país, confirman casi a la letra conceptos vertidos en estas líneas de cuatro semanas a esta parte, a saber: desparecer los Poderes; aniquilar la educación pública; desgarrar a la sociedad y derrumbar el orden constitucional.

2.-En ese delirante afán por enajenarse a todos los grupos sociales, incluido ese sector que engaña con la chapuza de que ya votó por él y por el que se siente ya no el pequeño semidiós que ha sido por tres generaciones sino el dueño y señor de las almas que no han incluso nacido; primero a las Fuerzas Armadas, a las que manda sobajar cada que se ofrece, y en actos de la más vil ruindad como el ataque que solapa a marinos en Ciudad Guzmán los otros días; los brazos oscuros del narcotráfico hoy envalentonados seguros de su total impunidad que humillan a la sociedad en la persona de sus heroicos soldados. Para atascarnos en la morrena

3.-Enseguida la resurrección de los mercenarios de la cnte, hoy ensoberbecidos con el petate del voto para tumbar la Reforma Educativa y recobrar así su verdugato sobre nuestros hijos por vía de aniquilar la educación pública. Ése y no otro es el chantaje por el que tiene pisoteado a Oaxaca, que solo subsiste como entidad por la dureza de su población y la terquedad de sus orígenes; con el que extorsiona al gobierno con su bestialidad. Y son esos sicarios los que le sirven al supremo para reiterar su atentado sobre la infancia de México, que no es el futuro: es nuestro total presente.

4.-De la desaparición de los Poderes, ya vimos dos pájaros caer de un tiro. Sabida la ralea que tiene garantizado un asiento en el Congreso que va a disolver, y de la que ya se habló, parece ya no espantar a nadie que los jueces electorales fallen a favor del caballo de Calígula. Ése es el orden constitucional que le estorbaba y que, cual testa ya autocoronada, ya desapareció por su halo mágico. De los jefes de empresa, ya había adelantado su chantaje, igual que hace todos esos años, para enajenar en un ir y venir de insultos, amenazas y ofertas de redención. Parece que no le han informado con gran detalle de los capitales que ya salieron del país, a donde corran menos riesgo y no se insulte a sus dueños.

5.-Tenemos hasta el 1 de julio para decidir los mexicanos que ése no es el presente que nos vamos a sentenciar. De esa fecha en adelante, ya no sería su culpa, sino de una mayoría que iluso cree, y pasado de vivo hace creer, que ya sufragó, y que modestamente él calcula en 30 millones de votos, para después intentar derruir el edificio de nuestra identidad. En su insensato desprecio, no calcula tal vez que México ya superó la era de los nerones, y no va a recurrir al autosuicidio por propia mano.

camilo@kawage.com

1.-El rechinar de engranes oxidados de las violentas marchas, plantones y provocaciones con que la cnte lleva otra vez a Oaxaca al exterminio, y pretende estrangular la capital de la República en una humillación más a la ciudadanía. El ya habitual por retorcido fallo del tribunal electoral a favor de una designación al Senado –que no una candidatura al voto popular- del tránsfuga Gómez Urrutia –en el que al caballazo metió a Mancera como si éste fuera un repudiado pillo como aquél-. Y el fétido guiño a los grandes capitanes de la empresa del país, confirman casi a la letra conceptos vertidos en estas líneas de cuatro semanas a esta parte, a saber: desparecer los Poderes; aniquilar la educación pública; desgarrar a la sociedad y derrumbar el orden constitucional.

2.-En ese delirante afán por enajenarse a todos los grupos sociales, incluido ese sector que engaña con la chapuza de que ya votó por él y por el que se siente ya no el pequeño semidiós que ha sido por tres generaciones sino el dueño y señor de las almas que no han incluso nacido; primero a las Fuerzas Armadas, a las que manda sobajar cada que se ofrece, y en actos de la más vil ruindad como el ataque que solapa a marinos en Ciudad Guzmán los otros días; los brazos oscuros del narcotráfico hoy envalentonados seguros de su total impunidad que humillan a la sociedad en la persona de sus heroicos soldados. Para atascarnos en la morrena

3.-Enseguida la resurrección de los mercenarios de la cnte, hoy ensoberbecidos con el petate del voto para tumbar la Reforma Educativa y recobrar así su verdugato sobre nuestros hijos por vía de aniquilar la educación pública. Ése y no otro es el chantaje por el que tiene pisoteado a Oaxaca, que solo subsiste como entidad por la dureza de su población y la terquedad de sus orígenes; con el que extorsiona al gobierno con su bestialidad. Y son esos sicarios los que le sirven al supremo para reiterar su atentado sobre la infancia de México, que no es el futuro: es nuestro total presente.

4.-De la desaparición de los Poderes, ya vimos dos pájaros caer de un tiro. Sabida la ralea que tiene garantizado un asiento en el Congreso que va a disolver, y de la que ya se habló, parece ya no espantar a nadie que los jueces electorales fallen a favor del caballo de Calígula. Ése es el orden constitucional que le estorbaba y que, cual testa ya autocoronada, ya desapareció por su halo mágico. De los jefes de empresa, ya había adelantado su chantaje, igual que hace todos esos años, para enajenar en un ir y venir de insultos, amenazas y ofertas de redención. Parece que no le han informado con gran detalle de los capitales que ya salieron del país, a donde corran menos riesgo y no se insulte a sus dueños.

5.-Tenemos hasta el 1 de julio para decidir los mexicanos que ése no es el presente que nos vamos a sentenciar. De esa fecha en adelante, ya no sería su culpa, sino de una mayoría que iluso cree, y pasado de vivo hace creer, que ya sufragó, y que modestamente él calcula en 30 millones de votos, para después intentar derruir el edificio de nuestra identidad. En su insensato desprecio, no calcula tal vez que México ya superó la era de los nerones, y no va a recurrir al autosuicidio por propia mano.

camilo@kawage.com

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